La prima de riesgo, un término recurrente en el ámbito económico, es esencial para comprender las dinámicas financieras y la percepción del riesgo en los mercados.
Este indicador, que refleja la diferencia entre los rendimientos de los bonos de un país y los bonos considerados libres de riesgo, como los de Estados Unidos, desempeña un papel fundamental en la evaluación de la solvencia y estabilidad económica de un país.
En concreto, representa el sobreprecio que debe pagar un emisor por colocar su deuda en el mercado, debido a que los inversores asumen un mayor riesgo en comparación con otros activos de características parecidas, pero menos riesgosos, según explica el portal Raisin.
Normalmente, a mayor riesgo de un activo, más rentabilidad ofrece al inversor respecto a otros activos financieros. Por ello, si la solvencia de un país es más baja en relación a otro, mayor será su prima de riesgo y el tipo de interés que ofrece a los inversores que compren su deuda.
En los últimos tres años, la prima de riesgo en España ha oscilado entre 56 y 143 puntos básicos, aunque fue negativa en los años previos a la crisis financiera del 2008, indicando que los activos estaban sobrevalorados. En tiempos de crisis, ha llegado a los 631 puntos básicos.
En el ámbito empresarial, la prima de riesgo indica el riesgo y el tipo de interés de las emisiones de deudas de empresas privadas en comparación con empresas similares o del mismo sector.
Cómo se calcula
El cálculo de este indicador se obtiene de la diferencia entre el tipo de interés que ofrece un país por su deuda y el tipo de interés del país de referencia.
La fórmula usual es Prima de riesgo = interés del país con mayor riesgo – interés del país de referencia
Como ejemplo tomaremos los casos de España, como país con mayor riesgo, y Alemania, ya que este último es la nación de referencia para calcular la prima de riesgo en la Eurozona.
Si Alemania pagara un 0,8% de interés por su deuda pública y España un 1,4%, la resta entre los dos sería de 0,6%. Ahora, para poner el porcentaje en puntos básicos, se multiplicaría por 100, resultando una prima de riesgo de España de 60 puntos respecto al primer país.
Lo normal es que la cifra se sitúe entre 0 y 400 puntos, siendo el límite superior una prima demasiado elevada, lo que supondría un alto riesgo de los activos y que la solvencia de un país sería baja.
En caso se tenga cero puntos básicos o en negativo, es posible que los activos estén sobrevalorados.