Almirall pierde 39 millones por el deterioro de Seysara, su tratamiento contra el acné

Las ventas netas de la farmacéutica catalana, consideradas 'core', crecieron un 6,2% hasta septiembre, alcanzando los 601,7 millones

Imagen de la sede de Almirall en Barcelona. EFE

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Almirall ha cerrado los primeros nueve meses del año con pérdidas de 39,4 millones de euros frente a un beneficio de 57,1 millones conseguido en el mismo período de 2020, pese a que las ventas crecieron un 6,2%. La farmacéutica catalana ha explicado que estas cifras se explican por el deterioro de 103 millones del valor contable del activo intangible de Seysara (69 millones), la cartera legacy de Estados Unidos (22 millones) y el pago por la opción de compra de Bioniz, que finalmente no se ejecutó (12 millones).

Las ventas netas consideradas core, que excluyen la contribución de Astrazeneca, crecieron un 6,2% hasta los 601,7 millones de euros y el ebitda core se situó en 164,2 millones, un 20,3% superior al de un año antes. Por su parte, el resultado neto normalizado, que excluye los deterioros intangibles contabilizados en el segundo trimestre, asciende a 61,4 millones, lo que supone un descenso del 17,2 % en relación con el año pasado.

Uno de los principales motores de crecimiento de la compañía con sede en Barcelona, según ha apuntado la compañía en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es el negocio de dermatología en la Unión Europea, que impulsa «un sólido rendimiento» y que se traduce en este incremento del ebitda core.

La farmacéutica prevé una mejora en las ventas para final de año

«Estamos satisfechos de ver que el negocio ‘core’ sigue respondiendo bien, con un sólido rendimiento operativo en línea con nuestras expectativas. Observamos un excelente impulso hacia el cuarto trimestre, en el que confiamos que los motores de crecimiento de Almirall mantendrán su sólida trayectoria«, ha afirmado el CEO de la compañía, Gianfranco Nazzi.

Nazzi ha señalado que la empresa está bien posicionada para el crecimiento a largo plazo, ya que está desbloqueando el valor del ‘pipeline’ en fase avanzada al tiempo que lleva a cabo la transformación de la compañía. Por ello, la biofarmacéutica prevé una mejora de sus objetivos de ventas para el final del 2021, con un crecimiento del segmento core de un dígito medio, y ajusta al alza el rango bajo del core ebitda hasta los 200 millones.

Economía Digital

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