Los amigos de Joan Laporta pinchan con un club de segunda

El Reus Deportiu acumula una deuda de 5,3 millones de euros, según su consejero delegado Joan Oliver, que fue director general del Barça con Joan Laporta

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El Reus Deportiu ha entrado en preconcurso de acreedores. Este club de futbol de la segunda división española acumula una deuda de 5,3 millones de euros. Así lo confirmó este martes en una rueda de prensa su consejero delegado, Joan Oliver, que fue director general del FC Barcelona (2008-2010) en la última etapa del presidente Joan Laporta.

Oliver también dirigió TV3 al final del gobierno de Jordi Pujol. Ahora representa a un grupo de inversores que ostentan más del 90% del accionariado. Aunque en el club reusense se niegan a revelar quiénes son los inversores que acompañan a Oliver, la prensa tarraconense siempre ha dado por hecho de que, entre ellos, está el propio Laporta, el economista Xavier Sala i Martín y el empresario Rafael Yuste. Todos ellos formaron parte de la junta del Barça.

Este grupo de amigos tomaron el control del Reus Deportiu en 2013. Ahora el club rojinegro está con el agua al cuello y busca con desesperación un nuevo socio inversor. Diversos medios deportivos especulan con la llegada de Jorge Mendes, el agente de Cristiano Ronaldo, y de Peter Lim, presidente del Valencia FC, que mantiene una excelente relación con Laporta.

Sueldos pendientes a los futbolistas

De los 5,3 millones de euros de deuda, 2,8 millones corresponden a la banca y otros 2,5 millones a impagos diversos. Entre estos aparece Hacienda, la Seguridad Social y los salarios pendientes a empleados y futbolistas. Si los salarios de los jugadores llegan a los tres meses, pueden conseguir automáticamente la carta de libertad.

La Liga impidió la inscripción de diversos futbolistas por las deudas pendientes. Entre los que no han llegado a debutar está Isaac Cuenca, un exdelantero del Barça, y el centrocampista Pol Laporta, hijo de Joan Laporta. Este último acabó fichando hace unas semanas por un equipo amateur belga después de hacer la precampaña con el Reus, según informó Diari de Tarragona.

La junta general de accionistas del club acordó el lunes una ampliación de capital. Oliver precisó que este es un trámite para facilitar la incorporación de nuevos accionistas. Confía en cerrar esta operación antes de los tres meses de la fase de preconcurso. El Reus Deportiu facturó el año pasado 6,3 millones de euros, con unas pérdidas de 1,2 millones.

Oliver y sus amigos adquirieron en 2017 el 29% de BIT FC, un modesto equipo de universitarios de la segunda división china. Esta aventura tampoco funcionó.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp