Así han sido las juntas de accionistas del Sabadell: «Que nos dejen tranquilos y se queden en Bilbao»

La doble junta extraordinaria de accionistas cuenta con la asistencia de medio millar de personas, a pesar de las elevadas temperaturas y la temporada vacacional

El CEO del Banco Sabadell, César González-Bueno (i), y el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (c), durante la junta general extraordinaria de accionistas de Banco Sabadell, a 6 de agosto de 2025, en Sabadell, Barcelona, Catalunya (España).

El CEO del Banco Sabadell, César González-Bueno, y el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu. Foto: Europa Press.

Los equipos de aire acondicionado funcionan a todo gas en el recinto ferial de Sabadell, donde la entidad financiera que lleva por nombre la ciudad vallesana vive un momento decisivo. Las elevadas temperaturas, que rozan los 30 grados, no han frenado a los accionistas que han acudido a la doble junta extraordinaria para trasladar su confianza y su apoyo a la dirección. Tampoco ha sido un impedimento el hecho de que se haya convocado a inicios de agosto, cuando muchas personas aprovechan para iniciar el periodo de vacaciones.

«Gran parte de los accionistas estamos jubilados y tenemos participaciones desde hace muchos años, por lo que íbamos a venir independientemente de la fecha», señala un accionista en una conversación con ECONOMÍA DIGITAL. Su respaldo ha sido masivo, ya que han dado luz verde con una amplia mayoría a los puntos del orden del día de las dos juntas: la venta de la filial en Reino Unido, TSB, pero también el desembolso de un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros por la operación.

A la cita han acudido unas 500 personas, según fuentes del banco catalán, que también han concretado que el sistema de voto delegado ha permitido elevar el quórum accionarial hasta el 74,8%, el más elevado desde 2004. La asistencia a la doble junta extraordinaria, no obstante, representa la mitad de la registrada en marzo, cuando la entidad financiera celebró por primera vez una después de devolver la sede social a Cataluña desde la Comunitat Valenciana.

Rechazo frontal de los accionistas

«No estamos de acuerdo en absoluto con la OPA, que se queden en Bilbao y nos dejen tranquilos«, espeta visiblemente enfadado un accionista de la entidad financiera catalana a este diario, una idea con la que coincide la mujer situada a su lado, que lamenta que un banco del norte del país quiera hacerse con un banco catalán. «Una OPA es un movimiento natural en el mundo financiero, pero las formas del BBVA son agresivas y no son aceptables, lo que se decida hoy no evitará el futuro, pero yo he venido a dar mi apoyo», añade.

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, interviene durante la junta general extraordinaria de accionistas de Banco Sabadell, a 6 de agosto de 2025, en Sabadell, Barcelona, Catalunya (España). Banco Sabadell tiene previsto celebra hoy las dos juntas
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu. Foto: Europa Press.

Un grueso considerable de los accionistas presentes en las juntas se muestra convencido de que a Banco Sabadell le iría mejor en solitario y compra los argumentos que en los últimos meses ha proporcionado el banco catalán. «Todos perdemos con la OPA: los accionistas, por el precio de canje de los títulos; los clientes, al contar con menos bancos y sucursales; los trabajadores, por los despidos», subraya otro accionista que también considera que la vinculación de BBVA con Méjico no les favorece y remacha. «La OPA no tiene futuro ni sentido, es ilógica».

‘Trituradora fiscal’ para los accionistas

El estado de salud de un accionista no le ha impedido acudir a la cita, a pesar de que ha venido acompañado de su bastón. «No puedo andar bien, pero he venido», confiesa para después lamentar el impacto fiscal que supone la operación para los accionistas que sopesen aceptar al oferta de BBVA. «Lo he calculado y perdería 300.000 euros», señala en referencia a la no aplicación del régimen de neutralidad fiscal.

Cada 5,3456 acciones ordinarias de la entidad financiera catalana darán derecho a recibir una acción ordinaria de nueva emisión de BBVA más 0,70 euros en metálica, lo que implica superar el 10% del valor nominal de las participaciones del banco presidido por Carlos Torres y que no sea posible acogerse al beneficio fiscal.

Al considerarse una venta y tributar como rendimiento del ahorro, las personas físicas deberán desembolsar entre el 19% y el 30% de la plusvalía en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), mientras que las personas jurídicas deberán afrontar el pago del 25% en el Impuesto de Sociedades.

Satisfacción por el ‘macrodividendo’

A pesar del descontento generalizado por la OPA de BBVA, los accionistas expresan su satisfacción por la distribución del ‘macrodividendo’ prometido por la entidad financiera. «Al menos recibimos algún beneficio por nuestra confianza, la venta del TSB es un estímulo al accionista que no viene nada mal en el momento en el que vivimos», señala otro accionista que viene acompañado por su madre en silla de ruedas.

El dividendo por la venta de la filial británica de Banco Sabadell asciende a 50 céntimos de euro brutos por acción, por lo que la remuneración a los accionistas se podría enfilar hasta los 2.500 millones de euros. El importe se enmarca en el ‘macrodividendo’ que la entidad financiera contempla en su plan estratégico para los próximos dos años y que asciende hasta los 6.300 millones de euros, lo que representa más del 40% de su valor en Bolsa.

Una decisión con componente sentimental

Tras lograr el beneplácito del Consejo de Ministros, la OPA ahora debe lograr la aprobación del folleto de admisión por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Posteriormente, se abrirá el plazo de aceptación, lo que implica que la decisión pasará a encontrarse en manos de los accionistas de Banco Sabadell.

El componente sentimental juega un papel esencial para los accionistas de la entidad vallesana. «En mi casa, toda la familia somos accionistas desde hace más de 30 años, mi marido, mis hijos y yo tenemos participaciones», explica orgullosa una accionista, mientras que otro reconoce que poseer acciones del banco es para él un homenaje a su padre y su abuelo, quienes le legaron los títulos al fallecer. Y zanja: «El Sabadell es un gran banco, no podemos dejar que muera de esta manera, ahora toca pensar con la cabeza, pero también con el corazón«.

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