Actualizado
AYA (Aguirre y Aranzábal), la histórica firma vasca de armas, competirá en el próximo concurso de pistolas de la Policía Nacional
AYA se convierte en la primera firma española en optar a una adjudicación de este tipo desde la desaparición de los grandes nombres de la industria armera vasca
Eibar, cuna del acero, el engranaje de la industria armera española durante más de un siglo, será testigo de un hecho inédito en las últimas décadas: una empresa nacional, AYA (Aguirre y Aranzábal), se presentará al próximo concurso público que lanzará el Gobierno para dotar de nuevas pistolas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Con ello, AYA se convierte en la primera firma española en optar a una adjudicación de este tipo desde la desaparición de los grandes nombres de la industria armera vasca: Astra, Star y Llama, referentes históricos que armaron a generaciones de policías, guardias civiles y militares españoles.
Detrás de este paso firme está el compromiso de Álex Aranzábal, CEO de AYA y representante de una generación que no solo quiere recuperar el prestigio de la industria armera nacional, sino demostrar que aún hay capacidad, talento y vocación para competir con los gigantes internacionales del sector. “Esto no va solo de un concurso; se trata de reivindicar que la industria armera vasca no está muerta. Está viva, con ganas de volver a jugar un papel clave en el escenario nacional e internacional”, afirma Aranzábal.
De fabricar armas de caza a diseñar armas de defensa
AYA, que celebra este año su 110 aniversario, ha sido históricamente sinónimo de excelencia en la fabricación de escopetas y rifles de caza, con una reputación consolidada en los mercados más exigentes del mundo, desde Estados Unidos hasta Japón o el Reino Unido. Sus armas de cañones paralelos y superpuestos, con elaboradas pletinas, maderas nobles y grabados artesanales, han sido objeto de deseo entre coleccionistas y cazadores. Cada escopeta AYA es un testimonio de la tradición artesanal eibarresa, un símbolo de precisión y elegancia.
Pero los tiempos han cambiado, y también los desafíos. Conscientes de la falta de una marca nacional que atienda las necesidades de las fuerzas de seguridad con tecnología moderna, AYA ha iniciado el diseño de varios prototipos de arma corta y larga, adaptados a las exigencias actuales de los cuerpos policiales y del mercado internacional.
La empresa ha comenzado este ambicioso proyecto de forma gradual. En una primera fase, los modelos se están desarrollando con la colaboración de fabricantes internacionales altamente especializados, lo que permite acortar tiempos y asegurar estándares de calidad competitivos. El objetivo final, sin embargo, es claro: recuperar la producción íntegra en una planta propia y volver a fabricar armas policiales y militares en suelo español.
¿Dónde está el apoyo institucional?
El resurgir de AYA como actor estratégico en el ámbito de la seguridad y la defensa ha chocado, sin embargo, con un muro que muchos emprendedores conocen bien: la falta de apoyo institucional. “Hemos explorado todas las vías para desarrollar este proyecto en el País Vasco, nuestra tierra, donde nacimos y donde seguimos fabricando nuestras escopetas. Pero la realidad es que la administración vasca no muestra interés en impulsar este sector, ni siquiera desde una óptica industrial o tecnológica”, lamenta Aranzábal.
Ante esta falta de receptividad, AYA contempla instalar su futura planta de producción de armas defensivas en otra comunidad autónoma próxima, donde el ecosistema empresarial e institucional muestra mayor apertura y colaboración hacia el desarrollo de industrias tecnológicas vinculadas a la defensa. “No es una decisión fácil. AYA es Eibar, es Euskadi. Pero no podemos renunciar a crecer por falta de apoyo”, subraya su CEO.
Un nicho abandonado por España
España es uno de los pocos países europeos que no cuenta actualmente con un fabricante nacional de armas cortas para dotar a sus fuerzas policiales. Tras la desaparición de Astra, Star y Llama, el mercado nacional fue copado por marcas extranjeras como Glock, Beretta, Heckler & Koch o la última adjudicación de la Ramón israelí, que tuvo polémicos fallos. Si bien estas firmas ofrecen productos de alta calidad, la dependencia de proveedores extranjeros plantea preguntas estratégicas sobre la soberanía industrial y operativa en sectores sensibles como el de la seguridad.
La entrada de AYA en este mercado busca romper esta tendencia. “No solo queremos competir. Queremos volver a tener una marca española en el catálogo armamentístico de nuestras fuerzas del orden. Queremos demostrar que aquí también se puede hacer tecnología de vanguardia, fiable y competitiva”, explica Aranzábal.
Además, la experiencia histórica avala esta ambición. Durante décadas, las armas fabricadas en Eibar fueron empleadas por policías, militares e incluso cuerpos de seguridad extranjeros, con un rendimiento reconocido por su fiabilidad, ergonomía y precisión. AYA pretende recoger ese legado y actualizarlo con los estándares tecnológicos del siglo XXI.
Tecnología y visión a largo plazo
El nuevo modelo de pistola que AYA presentará al concurso público estará basado en una arquitectura moderna, con materiales ligeros, diseño modular, compatibilidad con accesorios y una orientación clara hacia el uso profesional. Aunque aún no se han desvelado sus especificaciones técnicas, sí se ha confirmado que el calibre será 9mm Parabellum, y que el diseño ha tenido en cuenta las preferencias actuales de los cuerpos de seguridad españoles y europeos.
Este paso no es aislado. AYA trabaja también en una línea de armas largas de uso policial y militar, que incluiría escopetas tácticas y eventualmente fusiles de asalto. El objetivo de Aranzábal es consolidar una división de defensa dentro de AYA, capaz de competir no solo en el mercado español, sino en mercados de exportación, donde la demanda de armas policiales fiables y asequibles es alta, especialmente en países latinoamericanos, africanos y del sudeste asiático.
AYA no se rinde
En medio de esta transformación estratégica, AYA sigue firme en sus raíces. La fábrica de Eibar, donde se producen artesanalmente las escopetas de caza de gama alta, continúa siendo un referente mundial. Allí, cada año, salen decenas de unidades personalizadas que siguen enamorando a los amantes de la caza tradicional. Modelos como el AYA Nº 2, el Mod. 4 o el Imperial son todavía hoy símbolos de una forma de fabricar armas que combina ingeniería, arte y herencia cultural.
“Nuestra alma sigue en Eibar, donde nacimos en 1915. Y desde allí queremos proyectar una nueva etapa, una nueva ambición. Porque Eibar no está muerta, y AYA tampoco”, concluye Aranzábal.
Una apuesta nacional con dimensión internacional
El anuncio de AYA de presentarse al concurso de pistolas de la Policía Nacional no es solo una buena noticia para el sector armero. Es también una señal de que España puede recuperar su espacio en industrias estratégicas y que el talento, la experiencia y la innovación pueden convivir con tradición e identidad. En tiempos de deslocalización e importación tecnológica, el gesto de AYA es una apuesta decidida por el orgullo industrial y la soberanía productiva. España vuelve a armarse… con sello nacional