Alerta en BBVA por la presión interna en Turquía para que Erdogan cambie su política económica
Un grupo de AKP, el partido liderado por Erdogan, pide al presidente que varíe la política monetaria para atajar la inflación en Turquía
Si a Recep Tayyip Erdogan se le ha complicado la revalidación de la presidencia de Turquía, ahora tendrá que lidiar con la presión que algunos miembros del partido que lidera, AKP, están haciendo. No todas las espadas del equipo del presidente están de acuerdo con la política monetaria que ha aplicado Erdogan en los últimos años y que, durante la campaña, ha defendido que mantendrá. Y en medio de todo esto, BBVA aparece como un posible afectado.
Tal y como informó Reuters la semana pasada, un «grupo informal» se rebeló contra el presidente, solicitando que este tomase una postura más cauta y coherente en lo referido a la política monetaria. Lo que, a priori, está por venir en Turquía son más reducciones de tipos de interés.
La inflación de Turquía se mantuvo en abril sobre el 43,7%
Erdogan defiende que, para rebajar la inflación, es necesario bajar las tasas de interés e incentivar el consumo y el ahorro con la lira, justo al contrario de lo que marca la lógica económica. El problema es que esta estrategia no está teniendo efecto. De hecho, el último dato de IPC está cerca del 44%.
Ante el crecimiento de los costes, el abaratamiento de los préstamos y el hundimiento de la lira, las voces más críticas han solicitado al presidente que reconduzca la política monetaria y comience a subir los tipos de interés para atajar la inflación, la cual, según Erdogan, es el mayor de los problemas que tiene el país otomano.
Un giro de la política económica turca, un revés para BBVA
Esto, entre otras muchas cosas, afecta al negocio de BBVA. Para la entidad bancaria española, Turquía es uno de sus principales mercados. De hecho, en el primer trimestre de año, la filial turca aportó a las arcas del grupo 277 millones de euros. Garanti mejoró sus cuentas con respecto al primer tramo del pasado ejercicio, elevando la gestión de los depósitos en cerca de un 10%, además de la concesión de préstamos en casi un 5% con respecto a la Q1 de 2022.
Y es que, el filón comercial de Garanti BBVA es la concesión de préstamos. De ahí que, con la situación macroeconómica que tiene el país otomano, el banco haya mejorado sus cuentas con respecto a trimestres anteriores. Tal y como apunta Juan Carlos Higueras, profesor de EAE Business School, «la concesión de préstamos suele aumentar ante los bajos tipos de interés«, algo que se aprecia en la filial turca de BBVA.
Erdogan pretende incentivar el consumo y el ahorro con la lira
Aunque de cara a los inversores, como para los expertos financieros, Turquía es un mercado de riesgo, BBVA mantiene su visión sobre el país otomano, obviando las dificultades económicas generadas por Erdogan. De hecho, la entidad presidida por Carlos Torres cree que el estado turco es una apuesta a medio-largo plazo.
Erdogan pretende reducir los tipos de interés
La política económica ejercida por el presidente es clara: rebajar los tipos de interés, potenciar el consumo y el ahorro con la lira y atraer el comercio internacional. Pese a que el presidente cree que esta es la mejor vía para rebajar el IPC, desde su propio partido discuten que la política monetaria actual sea eficiente.
Y son esas dudas las que podrían deteriorar el negocio del banco español. Aunque el máximo mandatario turco ha defendido el mantenimiento de la política de tipos bajos, hay quien cree que podría haber un giro de guión. De haber un ciclo de subidas de las tasas de interés, que, al fin y al cabo, es lo que piden los miembros críticos de AKP, el negocio de BBVA en Turquía podría ralentizarse.
Tal y como explica Diego Morín, analista de IG Markets, una política monetaria laxa «ayuda a conceder mayores préstamos». De ahí que las discrepancias en el equipo de Erdogan germinen las dudas sobre el negocio de Garanti, al igual que del resto de las entidades prestamistas del país otomano.
Kemal Kiliçdaroglu, líder de la oposición, defiende una política de tipos de interés más restrictiva
Es decir, si Turquía replantea su política monetaria, que es lo que demanda parte del equipo de Erdogan, la banca podría ver una retrotracción de la concesión de crédito, el cual es el motor del negocio de Garanti.
Hasta ahora, la filial turca de BBVA se ha aprovechado de las condiciones de un mercado adverso para seguir creciendo. Pese a que el país otomano es un mercado de riesgo, esto parece no haberse extrapolado al negocio de Garanti. Así, Turquía sigue siendo la cuarta área geográfica más pujante para BBVA, pese a que las condiciones económicas no son boyantes.
Una política económica restrictiva mermaría a BBVA
Otra muestra del ‘revés’ que podría asestarle un cambio de política económica a la entidad liderada por Onur Genç habría sido la derrota de Erdogan. Kemal Kiliçdaroglu, líder de la oposición, defiende una política de tipos de interés más restrictiva, similar a la aplicada por el Banco Central Europeo en el Viejo Continente, o la del Bank of England en Reino Unido, entre otras.
De haberse convertido en el nuevo presidente del país otomano, la política económica habría dado un vuelco de 180 grados, lo que habría afectado al negocio de Garanti. Es decir, las subidas de tipos de interés encarecerían el crédito, haciéndolo menos accesible y, por ende, retrotrayendo la concesión de este.
De hecho, Diego Morín explica que «el problema hubiera sido la no elección de Erdogan, ya que, al poder implantar una política económica diferente, se habrían desencadenado mayores problemas».
Sea como fuere, todo lo que sea endurecer la política monetaria, puede ser un ‘problema’ para BBVA. Pese a que Garanti cuenta con buenas métricas, el entorno macroeconómico turco es un hándicap constante. Está por ver si Erdogan torna su estrategia económica o, al contrario, mantiene la idea que ha compartido durante toda la campaña.