Celsa tira la toalla en la búsqueda de un socio tras el adiós de Criteria: «No hay alternativas»

La metalúrgica catalana califica el 2024 de "año atípico" y lo cierra con unas pérdidas 281 millones de euros

(Foto de ARCHIVO) El presidente de Celsa Group, Rafael Villaseca, durante una rueda de prensa, en el Hotel Alexandra, a 9 de abril de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). La Compañía Española de Laminación ha presentado los resultados financieros del ejercicio 2023 y las claves de la etapa que inicia la compañía. Kike Rincón / Europa Press 09 ABRIL 2024;CELSA;SIDERURGIA;VILLASECA; 09/4/2024

El presidente de Celsa Group, Rafael Villaseca. Foto: Kike Rincón / Europa Press.

Celsa no seguirá buscando un socio industrial español, una de las condiciones que el Gobierno le había impuesto para permitir la entrada de varios fondos acreedores a su capital social. La decisión llega después de que Criteria Caixa haya descartado convertirse en accionista de referencia y haya optado por cancelar la toma del 20% de las participaciones de la siderúrgica.

El ‘holding’ inversor de la Fundación «La Caixa» presidido por Isidro Fainé justificó la cancelación definitiva su entrada en el accionariado de la firma con sede en la localidad barcelonesa de Castellbisbal por la situación de los mercados financieros, el poco encaje de la empresa en su plan estratégico y la política de dividendos de la compañía.

Búsqueda de un socio industrial español

El presidente de Celsa, Rafael Villaseca, ha explicado que han tratado de conseguir un socio industrial español «de forma rigurosa», si bien ha lamentado que no hayan logrado un buen final y ha puntualizado que el compromiso adquirido con el Gobierno era de medios, por lo que únicamente están obligados a seguir los pasos estipulados, pero no a conseguir el objetivo.

«Celsa no puede comprometerse a encontrar un comprador, hemos informado al Gobierno de todos los pasos que hemos tomado, desagraciadamente no hay ningún comprador en estos momentos, la empresa es un proyecto grande y los capitales que apuestan por ello en España no abundan», ha explicado en un encuentro con periodistas tras dar a conocer los resultados correspondientes a 2024.

Villaseca ha lamentado la decisión tomada por Criteria Caixa al considerar que hubiera sido un «socio magnífico». «A todos nos hubiera gustado que funcionara, pero no ha sido posible», ha añadido. Tras hacer hincapié que no existen alternativas industriales que la empresa catalana pueda tomar en consideración, no ha descartado que en un futuro pueda volverse a ponerse manos a la obra para encontrar un nuevo socio.

El efecto rebote de la guerra comercial de Trump

Otro de los asuntos sobre los que se ha pronunciado ha sido el impacto de la guerra comercial impulsada por la administración encabezada por Donald Trump. El Gobierno de Estados unidos ha aumentado del 25% al 50% los aranceles al acero y al aluminio, si bien los ha prorrogado hasta el 9 de julio para las empresas de la Unión Europea.

El CEO de Celsa, Jordi Cazorla, ha concretado que las ventas de la compañía en Estados Unidos han representado menos del 1% del total. «Las implicaciones directas básicamente no existen, las ventas no han bajado porque comercializamos allí productos que el país no tiene capacidad para fabricar», ha destacado.

Sin embargo, ha advertido que una de las principales consecuencias de la política arancelaria estadounidense será la colocación en el territorio comunitario del acero producido por las empresas chinas e indias que no podrán vender en el país norteamericano. Con todo, ha celebrado que Bruselas haya «despertado» con el impulso de un plan de acción para el acero.

A pesar del efecto rebote que puede acarrear la escalada arancelaria, se ha mostrado convencido que la puesta en marcha de la iniciativa permitirá mejorar la situación del sector acerero europeo, que no atraviesa el mejor momento por los bajos precios. Para ilustrar la situación se ha referido a la quiebra de la empresa checa Liberty Ostrava y al aplazamiento de la inversión de descarbonización en Europa por parte de Arcelor Mittal. «En el peor de los casos, el plan de acción para el acero hará que estemos mejor que ahora», ha añadido.

Celsa sale de la UCI y sube a planta

«Hemos salido de la UCI, aún estamos en planta, pero nuestra esperanza es conseguir el alta y volver a nuestra dinámica normal», ha señalado para después apuntar que su foco está puesto en la mejora del resultado operativo y de la deuda contraída. El presidente de Celsa ha reconocido la complejidad de los resultados correspondientes a 2024, mientras el CEO ha admitido que son «absolutamente incomparables» al tratarse de un año atípico.

Un factor a tener en cuenta es que a lo largo del año pasado tuvo lugar la homologación por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña del plan de reestructuración propuesto por los acreedores de Celsa. Según han dado a conocer los dos directivos, la metalúrgica cerró el 2024 con unas pérdidas de 281 millones de euros.

También han explicado que la deuda neta se ha recortado en 1.793 millones de euros, si se toma como referencia el pasivo neto registrado antes del inicio del proceso de reestructuración acometido por la compañía en 2023. De esta manera, ha descendido un 48%, desde los 3.698 millones de euros hasta los 1.896 millones de euros.

La compañía ha esgrimido como principales motivos la capitalización de la deuda, la ampliación de capital de 109 millones de euros aportada por los actuales accionistas y la aplicación de los fondos obtenidos con la venta por 600 millones de euros de las filiales en Reino Unido y Noruega al grupo de inversión checo Sev.en Global Investments.

Por su parte, la facturación se ha situado en los 3.360 millones de euros impulsada por las desinversiones en el extranjero y el ligero incremento del 1% en las ventas de toneladas de acero. El Ebitda se ha situado en los 274 millones de euros, lo que representa un 8,2% sobre las ventas de la compañía.

Si se pone el foco sobre las cifras de negocio obtenidas en los cinco primeros meses del año, se aprecia un incremento en el Ebitda del 34% hasta los 182 millones de euros, lo que supone cerca de un 12% sobre las ventas. Con la vista puesta en este año, la compañía se propone cerrar el 2025 con un beneficio operativo de 400 millones de euros a cierre del año, un 46% más.

Celsa también prevé incrementar las inversiones un 75% hasta alcanzar los 196 millones de euros este año con el objetivo de mantener las instalaciones, implementación del plan industrial de creación de valor y puesta al día de todas las instalaciones con el foco situado en la seguridad.

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