Cambios en la cúpula de Coca-Cola: Henrique Braun tomará el mando en marzo de 2026

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The Coca-Cola Company ha anunciado el nombramiento de Henrique Braun como próximo consejero delegado, un relevo que se hará efectivo el 31 de marzo de 2026, fecha en la que sustituirá a James Quincey, quien pasará a ocupar la presidencia ejecutiva tras nueve años al frente de la multinacional.

La decisión, aprobada por la junta directiva, y de la que ya ha informado públicamente la propia empresa, marca un cambio significativo en la cúpula del gigante estadounidense y responde a la necesidad de consolidar el crecimiento global de la compañía en un mercado en constante transformación. Y para ello, Coca-Cola no ha dudado ni un solo segundo a la hora de elegir a Braun.

Coca-Cola apuesta por un líder global dentro de la empresa para reforzar su crecimiento

Así lo asegura la propia directiva de Coca-Cola, que subraya que el nombramiento de Braun llega en un momento clave para la compañía, que busca profundizar en oportunidades de expansión mundial, reforzar la orientación al consumidor y potenciar la tecnología como herramienta de rendimiento, con el objetivo de ponerse al mismo nivel que otros gigantes del sector que ya han dado otros pasos antes que Coca-Cola.

Precisamente en este sentido, la elección del actual vicepresidente ejecutivo y director de operaciones responde, según la empresa, a su sólida trayectoria interna y a su capacidad para liderar las diferentes unidades de negocio que componen el sistema Coca-Cola. Y es que la elección de Braun, previamente planificada, no ha sido ni muchísimo menos objetivo de una elección poco meditada.

Y es que el brasileño tomará las riendas con la prioridad de identificar nuevas vías de crecimiento, acercar aún más la empresa a las necesidades cambiantes de los consumidores y situar la innovación tecnológica en el centro de la estrategia corporativa. Del mismo modo, su profundo conocimiento del modelo de negocio y de los mercados internacionales han sido determinantes para su designación.

A sus 57 años y tras pasar su infancia en Brasil, Braun acumula casi tres décadas de experiencia dentro de The Coca-Cola Company, a la que se incorporó en 1996. Su trayectoria ha estado marcada por puestos de alta responsabilidad en diferentes regiones del mundo, lo que le ha otorgado una perspectiva global especialmente valorada por la dirección.

Sin embargo, ya en el último año, Braun ha ejercido como vicepresidente ejecutivo y director de operaciones, supervisando todas las unidades operativas de la compañía a escala mundial. Antes, fue presidente de Desarrollo Internacional, donde tuvo bajo su responsabilidad siete de las nueve unidades operativas de Coca-Cola. Este cargo consolidó su reputación como un directivo capaz de gestionar equipos diversos y coordinar estrategias comerciales en mercados muy distintos entre sí.

En este sentido, tras conocerse su nombramiento, Braun mostró su agradecimiento y compromiso con la compañía: “Me siento honrado de asumir este nuevo cargo y aprecio enormemente todo lo que James ha hecho para liderar la empresa”. Del mismo modo, recalcó que su intención no es otra sino mantener el impulso que Coca-Cola ha generado con su sistema, y recalcó las posibilidades de la enseña en un mercado global.

A sus declaraciones se suman las de la junta directiva, representada por el director independiente principal, David Weinberg, respaldó plenamente la decisión; “Confiamos en que Henrique Braun aprovechará las fortalezas existentes de la compañía para generar más oportunidades de crecimiento y fortalecer el increíble sistema Coca-Cola”, unas palabras que refuerzan la posición de poder que Braun ha consolidado estos últimos años.

Un cambio que se alinea con los desafíos globales a los que se enfrenta Coca-Cola

Es importante también tener en cuenta que el relevo en la dirección ejecutiva se enmarca en una transición ordenada tras nueve años de liderazgo de James Quincey, quien ha sido pieza clave en la evolución reciente de la compañía. A partir de 2026, Quincey asumirá la presidencia ejecutiva, un cargo desde el que seguirá teniendo un papel relevante en la estrategia corporativa.

Ahora, con este cambio en su organigrama, Coca-Cola apuesta por un perfil que combina experiencia internacional, profundo conocimiento operativo y capacidad para gestionar mercados diversos, ya que la dirección considera que Braun es la figura adecuada para guiar a la multinacional en un contexto de cambio acelerado, con consumidores más exigentes, cadenas de suministro globales más complejas y un escenario competitivo en evolución constante.

Así lo consideran por el hecho de que su enfoque en crecimiento, conexión con el consumidor y tecnología como motor estratégico coincide con las prioridades marcadas por el grupo para los próximos años, reforzando así un liderazgo diseñado para asegurar la continuidad del modelo de negocio y abrir nuevas oportunidades en el mercado global.