La construcción acumula un 400% más de vacantes desde 2016 y busca relevo generacional
La falta de relevo generacional y la escasa cualificación en la construcción agravan un déficit de trabajadores que amenaza con ralentizar el crecimiento
El sector de la construcción atraviesa una crisis de mano de obra que amenaza con frenar el desarrollo urbanístico del país. Entre 2016 y 2024, el número de vacantes sin cubrir se ha multiplicado por cuatro, alcanzando el 0,5% del total de ocupados en el sector, según datos del último informe del Observatorio Inmobiliario de BBVA Research.
Aunque durante años los problemas de la construcción se centraban en la escasez de materiales o en el encarecimiento de los costes financieros, hoy el mayor obstáculo es humano: faltan trabajadores y, sobre todo, jóvenes. Más de la mitad de los empleados del sector (55%) tienen más de 45 años, una proporción muy superior a la del resto de la economía. Y la tendencia continúa.
«El envejecimiento de la fuerza laboral está siendo mucho más acusado en la construcción que en otros sectores», señala el informe. En profesiones clave como los albañiles, el 65% tenía más de 45 años en 2024, una cifra que supera en 15 puntos porcentuales al promedio de otras ramas productivas. Casos similares se dan entre fontaneros, peones de obra y electricistas.
Desde 2022, sin embargo, hay un rayo de esperanza. El aumento de trabajadores inmigrantes está empezando a rejuvenecer ligeramente el sector. Entre 2022 y 2024, se ha producido un incremento notable de ocupados entre los 30 y 44 años, en su mayoría de origen extranjero. Actualmente, los inmigrantes representan el 19% del empleo en la construcción, una cifra similar a la de otros sectores pero creciente.
Las principales ocupaciones, como albañiles, peones y pintores, han visto aumentar su proporción de trabajadores extranjeros. No obstante, este relevo generacional aún no se traslada con la misma fuerza a los puestos cualificados, como ingenieros o supervisores de obra, donde la presencia de inmigrantes sigue siendo marginal.
A este panorama se suma un problema de formación. En comparación con otros países europeos, España presenta una mayor proporción de trabajadores con baja cualificación en el sector.
El nivel educativo se ha mantenido prácticamente estancado en los últimos años, y la proporción de empleados con estudios superiores es sensiblemente inferior a la media europea. Esta carencia de formación se vincula, según el informe, con la baja productividad histórica del sector en España.
El impacto se nota también en los datos macroeconómicos. En marzo de 2025, los ocupados en la construcción representaban solo el 6,8% del total de trabajadores del país, frente al promedio histórico del 8,9% y muy lejos del 14% que se alcanzó antes de la gran recesión.
A pesar de que la actividad constructora se ha recuperado con lentitud desde aquel desplome, la falta de mano de obra está impidiendo que recupere todo su dinamismo.
La construcción en Europa adolece del mismo problema
La escasez de mano de obra en la construcción no es un problema exclusivo de España. También afecta a gran parte de Europa, aunque en el caso español, la intensidad y el envejecimiento de los trabajadores lo convierten en un desafío particularmente urgente.
Frente a esta situación, los expertos reclaman iniciativas de formación profesional específicas, mejores condiciones laborales y estrategias activas de atracción de talento, tanto nacional como extranjero. La modernización del sector dependerá de ello. Porque sin manos, no hay ladrillos. Y sin ladrillos, no hay futuro urbano.