Damm se deja dos tercios de los beneficios por el desplome de la hostelería

La cervecera catalana ganó 40 millones de euros tras sufrir un recorte del 11% de los ingresos por culpa del impacto del coronavirus, especialmente en la restauración

Demetrio Carceller, presidente ejecutivo de Damm, durante la junta de accionistas de la cervecera de 2019.

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Como la gran mayoría de empresas, Damm sufrió el impacto del coronavirus en 2020. La cervecera catalana tuvo una caída de los beneficios del 66% y, aunque logró cerrar el ejercicio en positivo, vio como el descenso de la hostelería recortaba tanto las ganancias como las ventas.

Según las cuentas anuales a las que ha tenido acceso Economía Digital, la empresa ganó 40,5 millones de euros en la campaña 2020 frente a los beneficios de 120,1 millones cosechados en el ejercicio anterior.

La reducción del resultado final llega principalmente motivada por una contracción de las ventas, que cayeron desde los 1.385,2 millones hasta los 1.225 millones de euros, un 11,5% menos. El motivo del retroceso fue, explica la propia Damm, el descalabro del consumo de cerveza en bares y restaurantes, que no pudo compensarse con el boom de los ingresos procedentes de los supermercados.

La empresa que preside Demetrio Carceller explica que el estado de alarma de la pasada primavera y las restricciones implementadas a la hostelería durante las sucesivas olas de la Covid-19 azotaron su rentabilidad. “Según estimaciones del sector, el consumo de cerveza en hostelería, que representa el 67% del total en nuestro país, cayó el 46%”, señala en su memoria anual.

“Por ello, el impacto en nuestro grupo se ha visto reflejada en una disminución de las ventas en el canal de hostelería y la exportación por los cierres similares en Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia”, lamenta la organización. El golpe prosiguió durante la segunda mitad del año por “los cierres parciales o totales de la hostelería, el ocio nocturno o los eventos deportivos, todos ellos íntimamente ligados con el consumo de nuestros productos”, añade.

Pero el grupo no solamente sufrió la ley seca decretada en bares y restaurantes. Desde hace años, la compañía tiene sus propias enseñas en la hostelería; es el caso de RodillaJamaicaHamburguesa Nostra Café de Indias, que operan tanto directamente como a través de franquicias y que sufrieron las limitaciones en primera persona.

Si los bares cerrados fueron una imagen icónica de la pandemia, también las largas colas en los supermercados abrieron los telediarios en el mes de marzo. El boom del consumo de cerveza en el canal de distribución elevó las ventas un 19% de media en el sector.

El crecimiento de las ventas de cerveza en los supermercados no compensó el descenso de la restauración

Sin embargo, «el cambio de hábitos no ha compensado la reducción de las ventas registradas en el canal de hostelería y la exportación». El diagnóstico es compartido en toda la industria: «El buen desempeño del canal de alimentación no compensó el retroceso de la hostelería”, admitía el grupo Mahou-San Miguel a principios de abril.

Ante la caída de la demanda, Damm trata de exhibir músculo financiero. Al cierre de la campaña 2020, la compañía tenía concedidas líneas de crédito no dispuestas por valor de 361 millones de euros (299 millones a finales de 2019). Durante el ejercicio, solamente se pidió un préstamo de 35 millones a la banca, por lo que la deuda financiera neta saltó desde los 257,8 millones a los 269,6 millones.

Pese al esfuerzo, el grupo tuvo que aplicar un ERTE “por causa de fuerza mayor” para los 443 empleados que trabajan en su planta de El Prat de Llobregat (Barcelona), su mayor centro de producción. La firma se comprometió a complementar hasta el 80% del salario normal y respetó las pagas extra y las vacaciones, explicaron en su momento los sindicatos a Economía Digital.

Las diferencias entre Sanidad y Agricultura

Sobre el consumo de cerveza discreparon el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Agricultura a lo largo de las últimas semanas. Según la encuesta OEDA-COVID-2020 elaborada por la cartera que dirige Carolina Darias, el consumo de alcohol se redujo gracias al cierre de la hostelería.

El retroceso es generalizado para ambos sexos y todos los grupos de edad. Antes de la pandemia, la prevalencia era del 62%, pero durante el ejercicio el porcentaje cayó al 57,3%, ocho puntos porcentuales menos. El consumo diario se concentró en personas de edad avanzada, acercándose a la realidad del norte de Europa.

La compra de cerveza creció el 26,8%, según el Ministerio de Agricultura

También se percibió un “gran descenso” de las borracheras. Las intoxicaciones etílicas tenían una prevalencia del 17,2% en marzo de 2020; una proporción que se rebajó al 9,7%.

Sin embargo, el Ministerio de Agricultura no perdió la ocasión de destacar el crecimiento de las ventas de alcohol en supermercados. Según el informe Alimentación Mes a Mes de noviembre –el último disponible– la compra de cervezas se disparó el 26,8% respecto al mismo periodo del año anterior.

Carles Huguet

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