Un distribuidor de Coca-Cola denuncia a Daurella ante la CNMC

Dislugo presentó una denuncia contra Coca-Cola European Partners por fijación de precios de venta, recortes de comisiones e imposición de zonas de venta

La presidenta de Coca-Cola European Partners, Sol Daurella. EFE/Ballesteros

En la imagen, la presidenta de Coca-Cola European Partners, Sol Daurella. EFE/Ballesteros

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

A la Comisión Nacional de los Mercados y la competencia (CNMC) se le acumula el trabajo. La compañía Dislugo, distribuidora de Coca-Coca en Lugo, ha denunciado a Coca-Cola European Partners ante este organismo por lo que considera que son «prácticas abusivas». El propietario de esta empresa, José Luis Rodríguez, puso la denuncia el 28 de mayo de 2019. Y veintisiete meses después continúa a la espera de una respuesta.

En concreto, este empresario ha denunciado a la firma que dirige Sol Daurella y a Begano, la embotelladora coruñesa de la compañía, por, entre otros motivos, fijar precios de venta a los distribuidores y no permitirles comprar a terceros. «Coca-Cola nos dice que tenemos que vender la lata a 50 céntimos, y todos en España la tenemos que vender al mismo precio. Esto es una práctica prohibida por la CNMC», apunta Rodríguez en declaraciones a Economía Digital.

Este distribuidor, que lleva 30 años trabajando para la famosa compañía de refrescos, se basa en la Ley 15/2007, del 3 de julio, de Defensa de la Competencia (LDC), que contempla la prohibición de fijación de precios mínimos o fijos de reventa. A través de esta norma, los proveedores no pueden indicar a los intermediarios el coste al que pueden revender sus productos.

«A los distribuidores oficiales de Coca-Cola se nos cae la cara de vergüenza ante los clientes por no ser competitivos en los precios»

«A los distribuidores oficiales de Coca-Cola se nos cae la cara de vergüenza ante los clientes por no ser competitivos en los precios», critica Rodríguez. «Por ejemplo -continúa-en la venta de las latas o los formatos de plástico, que cualquier cadena de alimentación los vende más barata que nosotros, pues lógicamente el fabricante les vende más económico, teniendo los distribuidores una clara desventaja frente a nuestros competidores«.

Camión de Coca-Cola.

Además de la fijación de precios, la denuncia también recoge la queja de que, durante años, «los embotelladores han establecido de forma injustificada zonas de ventas exclusivas» para sus distribuidores. «Nos hemos tenido que adecuar a sus imposiciones», lamenta Rodríguez. Y añade: «Nos decían en que zonas y en que calles podíamos distribuir, lo que va contra de las prácticas que permite la CNMC

Dislugo critica el recorte de comisiones

Finalmente, la tercera práctica no competitiva en la que se basa Rodríguez, según dicta la denuncia a la que este medio ha tenido acceso, es que que Coca-Cola European Partners es la que decide de forma unilateral «recortar las comisiones de reparto».

Respecto a esta reclamación, Rodríguez cuenta que en 2015 se le asignó dar el servicio de reparto a Carrefour. Fue entonces cuando, al comparar las ganancias brutas con las del año anterior notó una caída en los ingresos brutos. «Llamé al delegado de Coca-Cola European Partners en Lugo para preguntarle cómo iban las ventas en el mercado. Me contestó que iban normal y no acababa de entender el porqué de la bajada de beneficios», relata.

Sin embargo, con el paso de los meses el propietario de Dislugo descubrió, según cuenta, que en la comisión que se les pagaba a los distribuidores por hacer los servicios de mercancías les habían hecho una quita del 50%.

«Cuando hablé con los responsables de Coca-Cola European Partners me dijeron que me lo habían notificado de palabra. Esa esa era la explicación que me daban», explica.

Cajas de Coca-Cola en un centro de distribución.

Este recorte en las comisiones le supuso a Rodríguez, según cuenta a este diario, una pérdida de 52.184,54 euros en dos años y medio, mientras que en el caso de otros compañeros llegaban a ascender hasta los 100.000 euros.

«Si esto lo extrapolamos a todo el territorio nacional, las cifras serían de vértigo, con decisiones unilaterales por parte
de CCEP. Lo que consiguen es empobrecernos cada día más a los distribuidores para aumentar ellos su cuenta de resultados», concluye Rodríguez.

Noelia Tabanera

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp