Dos directivos de Goodyear, rehenes de los trabajadores en una fábrica francesa
Los empleados exigen mejores condiciones de despido después de que la norteamericana anunciara el cierre de la planta
La movilización sindical llevada al extremo. Desde el pasado lunes, dos directivos de Goodyear han sido retenidos en la fábrica que la multinacional tiene en Amiens (Francia) por miembros del sindicato CGT. Los trabajadores reclaman mayores indemnizaciones ante el cierre de las instalaciones.
Los rehenes de los empleados son el director de producción, Michel Dheilly, y el de recursos humanos, Bernard Glesser. Por el momento, la cadena France2 ha emitido imágenes de ambos directivos sentados en una mesa, informa Reuters.
Denunciar el acto
Los sindicalistas reclaman mejores condiciones de despidos para los casi 1.200 puestos de trabajo que se han visto amenazados por el cierre. Los miembros de CGT piden indemnizaciones que oscilen entre los 80.000 y los 180.000 euros después de que Goodyear anunciara el año pasado el fin de la actividad en la planta del noroeste de Francia.
Pero la multinacional ha amenazado con interponer una denuncia por atentar contra el derecho de movilidad individual de ambos directivos.
Las reacciones no se han hecho esperar. El ex primer ministro conservador Jean-Pierre Raffarin ha pedido «firmeza» y respeto al Estado de derecho, mientras que el líder sindical de Fuerza Obrera (FO), Jean-Claude Mailly, ha admitido que el método elegido para forzar la negociación «no es el bueno», pero sostiene que «tampoco es un drama».
La propuesta de Titán
Goodyear anunció el año pasado su intención de cerrar la planta gala de Amiens-Nord. El pasado noviembre, la multinacional Titán Internacional propuso hacerse con la planta, pero el plan de viabilidad solo incluía a 300 de los 1.200 empleados que están en plantilla.
Aunque no sólo la propuesta de la norteamericana ha indignado a los trabajadores franceses. El presidente de Titán, Maurice Taylor, desató la polémica en 2013 cuando aseguró que los trabajadores franceses eran una vagos. «Trabajan tres horas y paran una para comer», sostuvo.