La Justicia asturiana inadmite a Duro Felguera un despido por racismo: «Ni latinos ni todo ese rollo»

La Justicia asturiana impide a Duro Felguera despedir a un empleado que se había quejado de compartir piso con personas de distinta nacionalidad a la española a la que no conocía.

Sede de Duro Felguera en Gijón.

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha desestimado recurso interpuesto por Duro Felguera Operaciones y Montajes, filial de la multinacional industrial con sede en Gijón, contra sentencia dictada este año por el Juzgado de lo Social número tres de Gijón, en la que se declaró como improcedente el despido de un empleado por supuesto racismo.

En abril de 2024, un trabajador de Duro Felguera, con la categoría profesional de oficial de primera tubero, envió un audio al responsable de Recursos Humanos en obra que derivó posteriormente en su despido.

El empleado prestaba sus servicios en un proyecto de la compañía asturiana en Portugal, donde la empresa se encargaba de facilitar alojamiento a los trabajadores, que compartían vivienda.

En ese audio, el trabajador de Duro Felguera se quejaba de que se cambiara con frecuencia el compañero con el que compartía piso en Portugal, de nacionalidad distinta a la española, de acuerdo a la carta de despido que recibió más adelante.

«Esto ya parece una pensión», se quejó el trabajador de Duro Felguera

«Es que es la tercera vez que me van a cambiar de compañero, y bueno, estoy un poco preocupado por esta situación porque yo tengo mis cosas aquí y anda entrando y saliendo genete aquí que no conozco (…)», dijo en ese audio el empleado de Duro Felguera, según la carta en la que la compañia, en mayo de 2024, le envió informando de la extinción de la relación laboral por motivos disciplinarios.

«(…) que yo no tengo nada en contra de otras razas y tal, pero yo no me gusta. Compartir con gente de ni dominicanos ¿Ni latinos ni todo ese rollo Eh? Yo español, español (…) si me entra aquí un, un, no me voy yo, o sea mañana voy con las maletas para la oficina (…) porque esto ya parece una pensión (…)«.

Tras enviar ese mensaje, el trabajador de Duro Felguera se personó en las oficinas de la compañía y mantuvo una «discusión» con la responsable de alojamientos de la obra.

La Justicia asturiana no considera que la actitud y las declaraciones del empleado de Duro Felguera constituyan una falta muy grave

Según la carta de despido enviada por la empresa, la discusión se originó a raíz de que el empleado manifestara a esa misma persona que «no iba a compartir vivienda ni con negros ni con moros«.

Estos «comentarios xenófobos manifestados tanto a través de un audio de wasap, como de forma presencial en las oficinas de la empresa, no puede ser calificados más que como falta muy grave«, señaló Duro Felguera en su carta de despido al trabajador, que llevaba en la empresa desde 2022, percibiendo un salario de 160,25 euros brutos diarios.

Tras el encontronazo con la jefa de alojamientos, el empleado de Duro Felguera se puso de nuevo en contacto con el responsable de Recursos Humanos, enviándole otro audio.

«Oye no sé qué está pasando con esa tía, las voces que me dio y tal. Yo … aguanto el tirón pero esas voces y esos empujones, y tal eso no es normal que yo estaba guardando la educación y las posturas», le dijo. «Entonces ella que las guarde conmigo porque siempre estamos con el tema de que hay que guardar la educación y las composturas entonces ella también tendrá que guardarlas conmigo».

«No es porque sean negros ni nada como dice ella que me llamó racista y de todo«, trató de explicar en ese audio. «Lo único que quiero es vivir con una persona que me acostumbre yo a su cultura. Esto no es racismo ni es nada es joder, conocer un poco a la gente (…)».

En acto de conciliación no hubo avenencia, y el trabajador demandó a Duro Felguera por despido improcedente.

Duro Felguera, unas declaraciones «inadmisibles en la sociedad actual»

El Juzgado de lo Social número tres de Gijón dio la razón al empleado en sentencia dictada en febrero de este año, condenando a la empresa a readmitir al trabajador en su puesto, con abono de los salarios dejados de percibir desde la fecha de despido, o que este fuera indemnizado en la suma de 9.254 euros.

El Juzgado entendió que faltaban en la conducta del empleado «las notas de gravedad y culpabilidad que, conforme a la doctrina gradualista, podrían dar lugar a la imposición de la máxima sanción existente en el ámbito laboral«.

Duro Felguera recurrió esa sentencia en suplicación.

La compañía alegó que los audios remitidos por el trabajador al responsable de Recursos Humanos contenían «manifestaciones claramente xenófobas, que no pueden calificarse como un mero problema de convivencia», y que se trataban de unas declaraciones «inadmisibles en la sociedad actual y en el marco de una empresa que desarrolla fundamentalmente su trabajo en el extranjero».

En su reciente sentencia, el Tribunal de Justicia asturiano indica que no comparte la afirmación de que esos audios «constituyan una infracción muy grave susceptible de justificar su despido«.

El tribunal admite que el trabajador hizo «ciertas referencias desafortunadas»

En el presente caso, dice el tribunal, «no se justifica falta de respeto o consideración, mal trato de obra o de palabra alguno por parte del actor«. En los audios analizados, el trabajador de Duro Felguera «se limita a manifestar su preocupación por los constantes cambios de compañeros de vivienda (…), lo cual puede considerarse incluso lógico y normal«.

El tribunal admite que el empleado de Duro Felguera hizo «ciertas referencias desafortunadas a su preferencia a convivir con españoles, e incluso a su negativa a aceptar tal convivencia con ‘dominicanos’ o ‘latinos'», pero no puede apreciars «ánimo alguno de ofender o injuriar, ni siquiera tales manifestaciones se dirigen frente a persona alguna concreta«.

Empleados de Duro Felguera protestan en Gijón en noviembre de 2020. EFE
Empleados de Duro Felguera protestan en Gijón en noviembre de 2020. EFE

Por otra parte, continúa la sentencia, en el segundo de los audios que se recogen en la sentencia, el trabajador «afirma que no tiene ningún problema en convivir con personas de otras razas, siempre que sean conocidas, y reitera que su preocupación es conocer a la gente con la que comparte domicilio».

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias desestimó así el recurso interpuesto por Duro Felguera, condenando además a la empresa al abono de las costas procesales incluidos los honorarios del abogado del trabajador, en la cuantía de 600 euros. Contra la reciente sentencia del tribunal asturiano cabe interponer recurso de casación para la unificación de doctrina.

El caso del empleado despedido por supuesto racismo posiblemente sea en la actualidad el menor de los problemas de Duro Felguera. La multinacional asturiana trata de sacar adelante un agresivo plan de viabilidad para evitar su entrada en concurso de acreedores y posterior liquidación.

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