Amazon justifica el despido de 14.000 empleados por motivos culturales y no económicos

La compañía asegura que los despidos buscan recuperar agilidad y espíritu de startup, no responder a una crisis financiera

Amazon nuevo plan logístico

Plan de Amazon para mejorar la logística

Amazon ha vuelto a ser protagonista en el mundo corporativo, pero esta vez no por un nuevo servicio o avance tecnológico, sino por una decisión interna que ha sorprendido a muchos: el despido de 14.000 trabajadores. Lo más llamativo no ha sido la magnitud del recorte, sino la explicación que dio su director ejecutivo, Andy Jassy, quien aseguró que la medida no responde a motivos económicos ni al auge de la inteligencia artificial, sino a una cuestión de “cultura empresarial”.

Durante la presentación de los últimos resultados financieros de Amazon, Andy Jassy aclaró que la decisión no está vinculada a una crisis económica ni a una necesidad de reducir costes. “No se trata de dinero, se trata de cómo trabajamos”, afirmó el CEO. Según él, la compañía busca recuperar el espíritu ágil y emprendedor que la caracterizó en sus primeros años, cuando aún era percibida como una startup disruptiva.

El directivo explicó que, con el paso de los años, el crecimiento acelerado de Amazon llevó a una estructura cada vez más compleja, con capas de gestión adicionales y procesos burocráticos que ralentizaban la toma de decisiones. “Queremos volver a operar como la startup más grande del mundo”, insistió Jassy, subrayando que la reducción de plantilla es un paso necesario para eliminar niveles jerárquicos innecesarios y reforzar el sentido de pertenencia dentro de la empresa.

Crecimiento desbordado y pérdida de agilidad

Amazon alcanzó su máximo histórico de empleados en 2021, con más de 1,6 millones de personas en su plantilla global. Desde entonces, la cifra se ha reducido a alrededor de 1,5 millones, según documentos presentados ante la SEC (la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU.).

El propio Jassy reconoció que la expansión de los últimos años había generado una estructura excesivamente pesada, especialmente tras la pandemia, cuando la empresa contrató decenas de miles de trabajadores para cubrir la explosión de la demanda online. “A veces, sin darnos cuenta, el tamaño puede hacernos perder foco. Nos convertimos en una organización con demasiadas divisiones y demasiadas capas intermedias”, afirmó.

Según fuentes internas citadas por medios estadounidenses, el objetivo del ajuste no es recortar costes, sino reconstruir equipos más pequeños, con mayor autonomía y capacidad de decisión, especialmente en las áreas tecnológicas, de logística y producto.

Una decisión en medio del éxito financiero

Paradójicamente, los despidos llegan en un momento de fortaleza económica para Amazon. En el último trimestre, la empresa reportó un crecimiento del 13 % en sus ventas interanuales, alcanzando los 180.000 millones de dólares. Además, los beneficios superaron ampliamente las previsiones del mercado, lo que provocó una subida del 13 % en las acciones del grupo tras la publicación de los resultados.

“Cuando una compañía crece tanto como lo ha hecho Amazon, la tentación es mantener todo como está”, explicó Jassy. “Pero la cultura que nos llevó hasta aquí no puede perderse. Si no mantenemos la velocidad y la responsabilidad individual, corremos el riesgo de convertirnos en una empresa lenta y burocrática”.

Aunque algunos analistas habían vinculado los despidos a los avances de la inteligencia artificial (IA) y al temor de que la automatización pudiera reemplazar puestos humanos, Jassy desmintió esa interpretación. “La IA todavía no está detrás de estas decisiones”, aclaró. No obstante, sí reconoció que la compañía está preparándose para un futuro donde la eficiencia impulsada por la tecnología será determinante, y para ello necesita equipos más flexibles y con mentalidad innovadora.

Según el CEO, la inteligencia artificial será una herramienta de apoyo, no un sustituto del talento humano. “Nuestros empleados son quienes dan forma a la tecnología, no al revés. Pero para aprovechar todo su potencial, debemos tener estructuras más simples y rápidas”.

Archivo – Amazon oficinas

Un mensaje para los empleados

La medida, que afectará a distintas divisiones de Amazon a nivel global, se comunicó internamente con un mensaje que enfatizaba la importancia de la cultura como motor de la empresa. Jassy señaló que la misión de Amazon sigue siendo crear valor para los clientes, pero advirtió que eso solo puede lograrse si los equipos “actúan con agilidad, autonomía y compromiso con la innovación”.

Fuentes cercanas al proceso aseguran que la empresa está ofreciendo paquetes de compensación competitivos a los afectados y que no se prevén nuevos recortes a corto plazo. Sin embargo, la incertidumbre entre los trabajadores persiste, sobre todo en las áreas administrativas y de desarrollo tecnológico.

Los analistas financieros interpretaron el movimiento como una señal de madurez empresarial, más que como un signo de debilidad. “Amazon está intentando reenfocarse en su esencia: ser rápida, eficiente y centrada en el cliente”, explicó un experto de JP Morgan. “Este tipo de ajustes no responden a la crisis, sino a la prevención de la complacencia corporativa”.

Aun así, algunos críticos consideran que la narrativa cultural es una forma de suavizar un despido masivo, sobre todo en un momento en que el mercado laboral tecnológico vive una nueva ola de recortes. “Decir que es un cambio cultural no quita el impacto humano que esto tiene”, opinó un antiguo directivo de la empresa.

Amazon busca su “segunda juventud”

Con este movimiento, Amazon parece decidida a reinventarse desde dentro. La compañía, que durante años fue sinónimo de crecimiento imparable, ahora pone el acento en la eficiencia y la cohesión interna. El propio Jassy lo resumió así: “El tamaño no es una ventaja si nos hace más lentos. Queremos seguir siendo ambiciosos, pero sin perder la esencia de lo que nos hizo grandes”.

En un contexto donde las grandes tecnológicas enfrentan el reto de adaptarse a un entorno cambiante —marcado por la IA, la competencia y la regulación—, Amazon opta por reforzar su cultura antes que su balance. Y aunque 14.000 despidos nunca pasan desapercibidos, el mensaje del gigante de Seattle es claro: el futuro de la empresa no dependerá solo de sus cifras, sino de su capacidad para seguir pensando como una startup.

Comenta el artículo
Alba Carbajal

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta