El sistema anónimo ‘Speak Up’ de Nestlé provocó la caída de Laurent Freixe y de más de 100 empleados
Fábrica de café de Nestlé en Girona. Nestlé
Nestlé ha convertido de manera sorprendente su canal interno de denuncias en un arma de control corporativo que ha desencadenado la destitución de Laurent Freixe y la salida de más de un centenar de empleados en lo que va de año. El concebido programa Speak Up se ha erigido tras esto como uno de los mecanismos de vigilancia más influyentes en el seno de la multinacional.
El programa de Nestlé rompe el molde en el concepto de canal interno de una empresa
Sin embargo, es importante empezar hablando desde el principio. Y es clave recalcar que el sistema Speak Up fue concebido por Nestlé como un canal seguro y, tal vez más importante, una alternativa totalmente anónima mediante la cual sus trabajadores pudieran comunicar irregularidades sin miedo a represalias.
Está disponible en múltiples idiomas y accesible desde cualquier dispositivo, la herramienta permite a los empleados denunciar comportamientos contrarios al código ético, desde posibles casos de corrupción hasta conflictos de interés o problemas de acoso laboral. Con él, la premisa es clara: otorgar a la plantilla una voz directa que llegue a los máximos órganos de decisión de la compañía, sin necesidad de intermediarios. En teoría, su propósito es fomentar una cultura de transparencia y responsabilidad corporativa.
Precisamente, la caída de Laurent Freixe, hasta ahora consejero delegado de Nestlé, se gestó a través de este sistema. Según fuentes internas, en mayo se recibió una denuncia que acusaba al directivo de mantener una relación sentimental con una empleada y de mostrar un supuesto trato de favor hacia ella.
Ya en un primer momento, la empresa activó una investigación interna que concluyó a principios de agosto y que descartó las acusaciones. No obstante, la resolución no satisfizo a gran parte de la plantilla, que siguió recurriendo al programa Speak Up para enviar más quejas formales.
Siguiendo en el caso, el desmedido volumen de denuncias llevó al consejo a encargar una segunda investigación, esta vez dirigida por un despacho legal externo, que acabó confirmando la existencia de la relación y su incompatibilidad con las normas internas de la compañía, lo que terminó con un despido que puso patas arriba la compañía.
Sin embargo, más allá de los informes, fue la presión continuada de los empleados, que incluso remitieron una carta al presidente de Nestlé, lo que precipitó la decisión definitiva. El consejo de administración optó por rescindir el contrato de Freixe, cuya trayectoria de 16 años en el comité ejecutivo y su papel en la dirección europea de la compañía no fueron suficientes para frenar la medida.
Un sistema que suma un centenar de despidos más allá del de Freixe… con un importante cambio en la cúpula de Nestlé
Un episodio evidencia que el sistema Speak Up no solo actúa como un buzón de sugerencias, sino que se ha consolidado como un mecanismo de control con capacidad de tumbar a las más altas figuras de la empresa. Y lo cierto es que el caso Freixe no es un hecho aislado. Según datos internos recogidos por medios internacionales, más de un centenar de empleados han sido despedidos en 2025 tras investigaciones derivadas de denuncias canalizadas por Speak Up.
Este hecho refleja precisamente una aplicación estricta del código de conducta y una voluntad de la empresa por transmitir a su plantilla y a los mercados que no habrá excepciones en materia de ética corporativa, incluso si el señalado es el propio consejero delegado y una figura con gran poder dentro de la empresa.
Tras este despido, el consejo designó a Philipp Navratil, hasta ahora director de Nespresso, como nuevo consejero delegado. Con 24 años de experiencia en Nestlé y especializado en el negocio del café, Navratil asume el reto de restablecer la estabilidad interna y continuar la hoja de ruta estratégica de la compañía.
El propio ejecutivo declaró sentirse “honrado por la confianza” depositada en él y comprometido a mantener la dirección actual de la empresa, marcada por la innovación, la sostenibilidad y el refuerzo de la competitividad en el sector de la alimentación.
Sea como fuere, Nestlé ha dejado claro con el modo de proceder en este caso que Speak Up no es un simple protocolo, sino un instrumento central en su estrategia de gobierno corporativo. La caída de Laurent Freixe lo confirma: ningún cargo es intocable cuando se trata de preservar la ética y la reputación de la compañía.