José Elías, dueño de La Sirena, lo deja claro: «ser asalariado no te da seguridad»

El empresario reabre la discusión sobre estabilidad, autonomía y riesgo en plena transformación del mercado de trabajo

El empresario español José Elías

El empresario español José Elías. Foto: José Elías en LinkedIn

El empresario catalán José Elías, propietario de La Sirena y una de las voces más polémicas del tejido empresarial español, ha vuelto a encender las redes sociales con una reflexión que cuestiona uno de los pilares más arraigados del mercado laboral: la supuesta seguridad del empleo por cuenta ajena. Su mensaje, difundido en X, ha corrido como la pólvora y ha generado un intenso debate sobre el verdadero valor de la estabilidad laboral en un contexto marcado por despidos, reestructuraciones y cambios tecnológicos acelerados.

A sus 49 años, Elías se ha convertido en un referente mediático por su discurso directo, que suele desafiar las creencias tradicionales sobre el trabajo y el éxito profesional. En esta ocasión, el empresario ha desmontado lo que considera un relato engañoso: la creencia de que un contrato fijo garantiza tranquilidad a largo plazo. Para él, ese concepto de estabilidad es más un mito cultural que una realidad objetiva, especialmente en empresas sometidas a ciclos económicos impredecibles.

La publicación de Elías ha generado miles de reacciones, no solo entre emprendedores, sino también entre asalariados que se han visto reflejados en su diagnóstico. Muchos usuarios han aplaudido su franqueza; otros, en cambio, le reprochan simplificar una realidad laboral mucho más compleja.

Un mensaje que rompe con el discurso tradicional sobre el empleo fijo

Elías utilizó una metáfora contundente para explicar su visión del trabajo asalariado, comparando la estructura de una empresa con un barco que atraviesa una tormenta. Según su analogía, cuando la situación se complica, los primeros en caer por la borda no son quienes manejan el timón, sino quienes forman la tripulación. Es decir, los empleados suelen ser los más expuestos en tiempos de crisis, mientras que los altos cargos tienen más margen de maniobra.

La idea que quiere transmitir es clara: la seguridad laboral que se atribuye al empleo fijo es, en su opinión, una ilusión cuidadosamente mantenida. El empresario considera que las plantillas viven dentro de una sensación de protección que se desmorona en cuanto la compañía atraviesa dificultades financieras, cambios estratégicos o recortes imprevistos. En esos momentos, afirma, se revela que el asalariado es el eslabón más vulnerable de toda la cadena organizativa.

Elías sostiene que el supuesto “paraguas” que cobija al trabajador no surge de su contrato, sino de la estabilidad de un sistema que puede cambiar de la noche a la mañana. Asegura que muchos empleados confían demasiado en una estructura que no controlan y que puede dejarles fuera sin previo aviso. Este argumento ha provocado un amplio debate sobre la relación entre dependencia laboral, incertidumbre económica y capacidad de decisión.

Autonomía frente a dependencia: el núcleo del discurso del empresario

Frente a lo que denomina una “falsa seguridad”, Elías defiende el camino del trabajador por cuenta propia, un modelo que, según explica, implica asumir riesgos, responsabilidad y un nivel de exigencia mucho mayor. Aun así, considera que esa ruta ofrece algo que no tiene precio: la capacidad de decidir sobre el propio futuro sin depender de decisiones tomadas por otros.

El empresario argumenta que prefiere equivocarse por culpa de sus propios errores antes que sufrir las consecuencias de decisiones ajenas, especialmente en un entorno económico en el que las compañías pueden cambiar su estrategia con una rapidez que deja poco margen de reacción a los empleados. Para él, la autonomía profesional es una forma de blindarse frente a la volatilidad del mercado, porque permite a cada individuo construir su propio rumbo.

En su reflexión, Elías subraya que la dependencia del salario convierte al trabajador en un sujeto vulnerable, ya que cualquier decisión tomada en un despacho lejano puede transformar su vida de un día para otro. Por eso, insiste en que la libertad de maniobra es tan valiosa como la estabilidad económica, y en ocasiones incluso más determinante para tener control real sobre el futuro laboral.

El empresario José Elías
El empresario José Elías. Foto: LinkedIn de José Elías

Una reflexión final que apela a la responsabilidad personal y al cambio de mentalidad

El discurso del empresario culmina en un mensaje que ha generado fuertes reacciones: si algún día su actividad profesional se tambalea, quiere que sea por causa propia, no por una decisión tomada por superiores jerárquicos o por una política interna ajena a su control. Esta declaración ha sido interpretada por muchos como un manifiesto a favor del emprendimiento, aunque otros la ven como una visión idealizada y poco realista de la autonomía laboral.

En cualquier caso, lo que está claro es que sus palabras han reabierto un debate profundo sobre qué significa realmente la seguridad laboral en pleno siglo XXI, una época caracterizada por la automatización, la digitalización y las continuas reorganizaciones empresariales. Para muchos trabajadores, el mensaje de Elías supone un recordatorio incómodo de que un contrato indefinido no siempre es garantía de tranquilidad.

La reflexión también llega en un momento clave, con empresas de múltiples sectores anunciando ajustes laborales, lo que ha dado más eco a las palabras del empresario. Mientras algunos ven en su discurso una llamada a tomar las riendas del propio destino profesional, otros interpretan que ignora la realidad de quienes no tienen la capacidad —ni los recursos— para emprender por cuenta propia.

Un debate que trasciende a un solo empresario

La intervención de José Elías no solo ha puesto el foco sobre su visión del trabajo asalariado, sino que ha alimentado un debate más amplio sobre cómo deben adaptarse los modelos laborales a los nuevos tiempos. La discusión sobre seguridad, riesgo y autonomía ya no es exclusiva de emprendedores y directivos, sino que se extiende a trabajadores de todos los sectores.

Las cuestiones que plantea el empresario conectan con una preocupación creciente: la vulnerabilidad del empleo ante los cambios económicos, desde despidos masivos hasta la irrupción de nuevas tecnologías que transforman profesiones enteras. En este contexto, sus palabras resuenan más allá de las redes sociales.

Sea cual sea la opinión sobre su mensaje, lo cierto es que Elías ha logrado colocar el tema en la agenda pública, obligando a muchos a replantearse qué significa realmente sentirse seguro en su vida profesional.

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Alba Carbajal

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