Duro Felguera dice estar «al borde del colapso» y reducirá a la mitad su plantilla, 500 empleados
Duro Felguera tiene como primer acreedor a la Sepi y depende de la decisión del Juez para evitar el concurso

Sede de Duro Felguera en Gijón.
Duro Felguera admite estar «al borde del colapso«, y ha acordado un plan de reestructuración que implicaría una drástica reducción de la plantilla, que pasaría de un millar de empleados a 500.
El centenario grupo asturiano, que tiene como primer acreedor a la Sepi, ha informado a la CNMV que tratará de que el Juez al frente de la situación preconcursal en la que se encuentra apruebe la homologación del plan de reestructuración antes del próximo día 30 de octubre.
En caso contrario, la compañía se vería abocada al concurso de acreedores y a la liquidación.
Se trataría de la primera y mayor quiebra de una de las empresas rescatadas por la Sepi. Duro Felguera recibió en 2021 una ayuda de 120 millones, del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE).
Tras arrastrar cerca de una década de reestructuraciones financieras, el grupo asturiano no tuvo más remedio que solicitar al Juzgado su entrada en preconcurso de acreedores el pasado mes de diciembre, ante la perspectiva de una próxima situación de insolvencia, a pesar del apoyo público.
La multinacional española admite ahora encontrarse «al borde del colapso», con un patrimonio negativo por importe de 289,1 millones de euros y pérdidas de 25,96 millones, «en situación de insolvencia actual«.
Para tratar de encauzar la crítica situación, Duro Felguera ha presentado un agresivo y complejo plan de reestructuración que contempla la reducción a la mitad de su plantilla.
La multinacional con sede en Gijón ha acordado ya el despido de 180 empleados, de un total de 1.005. Además, hay pendientes otras 53 salidas en España.
Si se completan las desinversiones previstas en el plan de reestructuración, el grupo «operaría a futuro con una plantilla de aproximadamente 500 personas«.
Duro Felguera, reclamaciones por 950 millones
La compañía achaca la complicada situación actual al estado de «proyectos históricos» (como Djelfa, Recope, Covatillas…); los malos resultados de algunas de sus líneas de negocio como calderería, energía y operación y mantenimiento; y los elevados «costes estructurales».
Duro Felguera afronta reclamaciones judiciales de clientes que ascienden a 950 millones de euros. Solo el proyecto Djelfa se le solicita una indemnización de 413 millones de euros.
El grupo ha recibido una oferta de 13,6 millones por su sede en Gijón
La resolución del proyecto argelino es clave para el grupo industrial español. La compañía reconoce que las obligaciones asumidas en Djelfa «resultan excesivamente onerosas y de imposible cumplimiento dada su situación financiera actual».
Una de las medidas previstas en el Plan de Reestructuración consiste «en la resolución de los contratos vinculados o relacionados con el Proyecto Djelfa», salvo que se consiga alcanzar un «acuerdo amistoso» con SPE y Credit Populaire, antes de finales de este mes.
«Si cualquiera de estas reclamaciones llegara a confirmarse, Duro Felguera y sus Filiales se verían abocadas a tener que presentar inmediatamente el concurso de acreedores«, subraya la empresa.
El grupo ha acordado la venta de inmuebles (ha recibido una oferta de 13,6 millones por su sede en Gijón), de filiales, y ha solicitado un préstamo capitalizable a su primer accionista, el grupo mexicano Prodi, por importe de diez millones, que se inyectará a través de ampliación de capital.
La fecha de vencimiento de toda la deuda contraída con la Sepi se extenderá, si el plan es aprobado por el Juez, a 2029 y hasta 2035.
Los principales bancos acreedores, Santander y Sabadell, se han comprometido a otorgar nuevos avales, asegura Duro Felguera, en caso de que se liberen contragarantías en el proyecto en Argelia. También la Sepi apoya el plan de reestructuración del grupo.