El Gobierno se hace con la mayoría de Sareb y el presidente se va sin cumplir ni un año

Otros seis consejeros del 'banco malo' dejan su cargo después de que el Gobierno, a través del Frob, alcance el 50,14% del capital social

Javier García del Río, presidente de Sareb.

Javier García del Río, presidente de Sareb.

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Javier García del Río sale de Sareb pese a llevar menos de un año al frente del ‘banco malo’. Otros seis consejeros también dejan su cargo después de que el Gobierno, a través del Frob, haya alcanzado el 50,14% del capital social y por tanto, la mayoría. El nuevo presidente será Javier Torres, hasta ahora consejero dominical del Frob.

Sareb ha modificado los estatutos sociales para acomodarlos a la nueva composición del accionariado, según explica en una nota este martes. En concreto, dejan su cargo Javier García-Carranza Benjumea y Jaime Rodríguez Andrade, por parte del Banco Santander, y Jorge Mondejar López por Caixabank.

Enric Rovira, que ocupaba un puesto de consejero en representación de Banco Sabadell, renunció hace unos días con motivo de su salida en esta entidad financiera. Al tiempo, se ha producido la salida de dos consejeros independientes, Francisco Javier Bartolomé e Iñaki Goikoetxeta.

Javier Torres, nuevo presidente de Sareb

Todos estos cambios se producen después de que el Gobierno comprara un 4,24% del capital social de Sareb a accionistas privados. Esta participación le ha permitido alcanzar la mayoría y reordenar la estructura de la sociedad. Hasta la fecha, el ‘banco malo’ tenía dividido su capital, y un 54,1% estaba en manos de la banca y las aseguradoras, y el otro 45,9%, de la Administración Pública. Ahora estas empresas tendrán menos del 50%.

El Frob tenía limitada su participación en Sareb al 50%, pero el Gobierno cambió la Ley el pasado mes de enero para poder hacerse con el 100% y a continuación, hizo una oferta formal a los accionistas, a quienes se les dio un mes para responder. No todos han aceptado, algunas entidades han explicado en esto meses que les compensa más quedarse, aunque sea a pérdidas, si no se planteaba una solución para compensar los activos fiscales diferidos, los DTAs, porque si vendían toda la participación no podrían compensarse.

El cambio de rumbo en el accionario de Sareb se produce justo un año después de que los 35.000 millones de deuda pendiente de la sociedad empezaran a computar en las cuentas públicas. Un movimiento que se producía porque Eurostat llevaba tiempo pidiendo una reclasificación de estas cuentas para que el ‘banco malo’ se alineara con lo que han hecho otras entidades similares en Europa y para que todas siguieran las mismas normas contables.

Según las últimas cuentas publicadas por Sareb, esta deuda se ha reducido en más de 1.250 millones de euros el año pasado, con lo que la deuda viva se sitúa en los 33.664 millones de euros. En sus nueve años de vida, Sareb solo ha reducido el aval de Estado en 17.100 millones de euros, el 34% del total.

Cristina Hidalgo

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