De Madrid a Manhattan: FCC gana la ampliación del metro de Nueva York por 1.700 millones
La constructora española participada por Carlos Slim liderará, junto a Halmar International, un proyecto histórico que mejorará la movilidad en East Harlem
Sede de FCC. Foto: FCC.
El Grupo FCC ha logrado uno de los mayores contratos de su historia en Estados Unidos: la ampliación de la red de metro de Nueva York por un importe de 1.972 millones de dólares (unos 1.700 millones de euros). La Autoridad de Transporte Metropolitano de la ciudad (MTA) aprobó esta semana el proyecto, que se ejecutará en un plazo de cuatro años y contempla la perforación de túneles para extender la línea de Second Avenue.
La compañía española no estará sola en este reto, ya que trabajará en alianza con Halmar International, una de las constructoras más consolidadas en el mercado estadounidense. La fórmula de joint venture permitirá compartir riesgos, recursos y conocimiento técnico en una obra de gran complejidad. Según fuentes cercanas al proyecto, se prevé que los trabajos arranquen a finales de este mismo año, con un calendario muy ajustado para cumplir los plazos fijados por la MTA.
Una deuda histórica con East Harlem
La ampliación del metro beneficiará especialmente al barrio de East Harlem, en el norte de Manhattan, donde reside una de las comunidades hispanas más numerosas de Nueva York. El nuevo tramo conectará las calles 96 y 125, lo que permitirá mejorar de forma significativa la movilidad de los vecinos hacia el resto de la ciudad. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, celebró la adjudicación destacando que “ha pasado un siglo desde que se prometió a East Harlem el metro que se merecen, y por fin lo estamos logrando”.
El trazado de la Second Avenue es un viejo anhelo urbano que lleva décadas encallado. La primera propuesta para su ampliación data de 1948, pero la Guerra de Corea truncó aquel plan. En 1975 se volvió a poner sobre la mesa, hasta que la crisis del petróleo de 1973 obligó a dejarlo nuevamente en suspenso. Solo en 2017, con la apertura del primer tramo entre las calles 63 y 96, comenzó a materializarse. Ahora, con la participación de FCC, se da un nuevo paso en un proyecto que durante décadas fue considerado casi imposible.
Más de 100.000 pasajeros diarios se verán beneficiados por la extensión de la línea, que reducirá tiempos de viaje y descongestionará otras rutas de metro que hoy operan al límite de su capacidad. East Harlem es uno de los barrios con mayor dependencia del transporte público y, según estudios de la propia MTA, los residentes invierten de media más tiempo en sus desplazamientos que en otros distritos de Manhattan. La ampliación supondrá una mejora directa en la calidad de vida de miles de familias.
La apuesta internacional de FCC
El contrato en Nueva York refuerza la presencia de FCC en el mercado norteamericano, donde ya viene cerrando operaciones de gran envergadura. Apenas dos semanas atrás, la constructora se adjudicó en Toronto un proyecto valorado en 875 millones de euros para la construcción de un túnel de metro. La compañía, participada por el magnate mexicano Carlos Slim, consolida así su posición como una de las grandes referencias de la ingeniería española en el exterior.
El anuncio de la adjudicación tuvo un efecto inmediato en los mercados. Las acciones de FCC, cotizadas en el Ibex 35, registraron una revalorización del 1,12% el martes, impulsadas por la confianza de los inversores en la capacidad del grupo para ejecutar contratos de esta magnitud. Los analistas apuntan a que la cartera de proyectos internacionales de la compañía alcanzará un récord histórico en 2025 gracias a la suma de estas operaciones en Norteamérica.
La construcción de túneles en Manhattan supone un reto mayúsculo desde el punto de vista técnico y logístico. El subsuelo de la ciudad está altamente saturado de infraestructuras, lo que obliga a una planificación milimétrica para evitar interferencias con otras líneas de metro, redes de servicios y cimentaciones de edificios. FCC aportará su experiencia en obras subterráneas adquirida en proyectos similares en Madrid, Lisboa y Riad, donde ha desarrollado grandes líneas de metro.
Respaldado por la política local
El impulso político también ha sido determinante. La gobernadora Hochul y la MTA han defendido este proyecto como una prioridad estratégica para Nueva York, no solo por razones de movilidad, sino también por su impacto económico. Se estima que la obra generará miles de empleos directos e indirectos durante los próximos cuatro años, dinamizando sectores como la construcción, la ingeniería y los servicios auxiliares.
Con este contrato, FCC refuerza su reputación internacional como un actor clave en grandes proyectos de infraestructuras. La compañía, con sede en Barcelona y más de un siglo de trayectoria, ha participado en proyectos de metro en ciudades como Doha, Lima y Panamá, además de las ya citadas Riad y Lisboa. El grupo afronta así un ciclo de expansión en el mercado norteamericano, donde se espera que en los próximos años se abran nuevas oportunidades de inversión en infraestructuras de transporte.
La ampliación de la Second Avenue no es solo una obra de ingeniería, sino también un símbolo de justicia urbana. Tras décadas de promesas incumplidas, los vecinos de East Harlem podrán acceder a un metro más eficiente y conectado con el resto de la ciudad. Para FCC, supone no solo un contrato multimillonario, sino también la oportunidad de participar en una transformación histórica de la movilidad en una de las metrópolis más emblemáticas del mundo.