Esta empresa centenaria de frutas y verduras enlatadas entra en bancarrota por una deuda millonaria
La compañía cuenta con más de 130 años de trayectoria, pero atesora una deuda que supera los 1.000 millones de dólares
Con más de 130 años de trayectoria, se ha visto presionada por una deuda millonaria
Una deuda millonaria ha sido el motivo por el que una conocida empresa de frutas y verduras enlatadas se ha declarado en quiebra. Tras años de incertidumbre, a Del Monte Foods no le ha quedado otra opción que presentar la solicitud de bancarrota en Nueva Jersey, con el objetivo de que un comprador adquiera la empresa para darle una nueva vida.
Cuando una entidad se declara en quiebra no significa que vaya a paralizar su actividad, ya que este proceso permite a la compañía reorganizar sus deudas mientras continúa operando. Un juez supervisa el procedimiento y aprueba un plan de reestructuración que puede incluir la renegociación de contratos, el cierre de unidades no rentables o la venta parcial o total de activos.
Además, la empresa puede recibir financiación temporal para mantenerse a flote y eliminar deuda. El objetivo principal es recuperar la viabilidad financiera. Sin embargo, si el plan fracasa o no encuentra comprador, podría derivar en liquidación total bajo el Capítulo 7, lo que provocaría el cierre inminente.
Esta situación sorprende especialmente, pues Del Monte Foods es todo un emblema en la industria de conservas. Fue fundada en 1886 en California, con el objetivo de distribuir una amplia gama de productos como frutas en conserva, vegetales, caldos, salsas y bebidas bajo marcas reconocidas como Del Monte, Contadina, College Inn, Kitchen Basics y Joyba.
La empresa cuenta con una plantilla de casi 3 000 personas en Estados Unidos y opera fábricas y centros de distribución en lugares como Walnut Creek, Houston y McAllen . La dirección, encabezada por el CEO Greg Longstreet, han señalado que la reorganización y la posible venta de activos es un paso clave para fortalecer a la compañía y asegurar su continuidad, tratando de eliminar la deuda que atesoran.
Los problemas financieros de la compañía comenzaron cuando la demanda bajó durante la pandemia, provocando un exceso de inventario que acumuló deudas millonarias. Además, los consumidores han optado por alimentos frescos y marcas blancas más baratas, impulsados por la tendencia del «foodie» y preocupaciones por salud y calidad.
A todo ello se suman los aranceles del 50 % impuestos por Donald Trump sobre el acero importado desde junio, que han provocado que Del Monte y otras compañías hayan encarecido el precio de sus productos.
Del Monte Foods busca comprador que salve la deuda
Ante un contexto tan complicado, Del Monte Foods se ha visto obligada a iniciar un proceso de reestructuración tras acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en el Distrito de Nueva Jersey. La empresa, con más de 130 años de trayectoria, se ha visto presionada por una deuda que supera los 1.000 millones de dólares, unos 848,3 millones de euros, derivando en altos pagos de intereses que han asfixiado sus finanzas.
Ahora, la compañía busca un comprador que le permita salir adelante. «Tras una evaluación exhaustiva de todas las opciones disponibles, un proceso de venta supervisado por la corte es la forma más efectiva de acelerar nuestra recuperación y crear una Del Monte Foods más fuerte y duradera», afirmó en un comunicado Greg Longstreet, presidente y CEO. Para él, este es «un paso estratégico hacia adelante»,
No obstante, la bancarrota no impedirá que Del Monte siga operando con total normalidad durante el proceso de venta, incluyendo su temporada clave de envasado. Esto será posible gracias a un financiamiento total de 1.077,5 millones de dólares, 914 millones de euros al cambio, compuesto por 912,5 millones aportados por un acreedor y otros 165 millones vinculados al proceso del Capítulo 11.
Como hemos mencionado anteriormente, la empresa también enfrenta dificultades derivadas del entorno económico global, como la caída en el consumo de productos enlatados y el aumento de costes logísticos.
Sin embargo, Longstreet aseguró que Del Monte sigue firme en su propósito: «Aunque enfrentamos desafíos por el entorno macroeconómico, Del Monte Foods ha alimentado a familias durante casi 140 años y seguimos comprometidos con nuestra misión de ofrecer alimentos nutritivos y sabrosos para todos. Agradezco profundamente el apoyo de nuestros empleados, agricultores, clientes, proveedores y acreedores en este proceso».