Factorenergia, MásMóvil, Feníe… las pequeñas eléctricas comen terreno a las grandes compañías

Tras superar la crisis energética de precios, las empresas de menor tamaño pueden competir en mejores condiciones contras las compañías grandes

Postes de electricidad./ Pixabay

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Desde 2020 el sector energético en España ha estado revuelto. El covid, la guerra de Ucrania, las tensiones geopolíticas internacionales… y todo ha tenido la misma consecuencia: una alza de los precios. Esto ha provocado que las pequeñas eléctricas no hayan podido competir en igualdad de condiciones. Una situación que vuelve a la normalidad. 

El mercado energético español está liberalizado —más o menos—. Todas las empresas compiten con las mismas oportunidades. Aunque existen condicionantes, por ejemplo en el sector de la distribución, donde hay unas empresas reguladas; o también solo hay unas cuantas que pueden ofrecer tarifas eléctricas y de gas reguladas, con lo que eso implica. 

Al margen de estos matices, en el sector eléctrico ha habido una gran competencia en la última década. Pero desde hace cuatro años la cuestión ha tornado a la inversa. Desde 2019, la cuota de mercado conjunta de Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol cayó por debajo del 80%. 

Se pensó que la irrupción de comercializadoras independientes darían un vuelco a la situación, y el oligopolio eléctrico perdería fuerza. Con datos oficiales de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a cierre de 2022 la cuota junta de estas cuatro empresas subió al 82%

En esta situación han influido dos cuestiones de manera directa. La entrada de Repsol en el mercado eléctrico de manera decidida y agresiva; y la crisis de precios, que ha provocado que las pequeñas empresas no puedan competir. 

Los precios pasan factura en el recibo 

Tras dejar atrás la inestabilidad del covid, en el verano de 2021 se desató una crisis de precios que afectó a toda Europa debido a las tensiones geopolíticas en Rusia que dispararon el gas. 

Esto tuvo un efecto letal para las pequeñas comercializadoras. Estas empresas tienen que comprar energía en el mercado mayorista para ofrecer el servicio a sus clientes. Si los costes son muy altos, no tienen otra opción que repercutirlo en los precios. Eso, o ceder márgenes. 

Las grandes compañías, verticalmente integradas —generan electricidad y la venden— pueden ofrecer tarifas más bajas, y, por tanto, tener políticas comerciales más agresivas. Eso es lo que ha desnivelado la balanza en los últimos años. 

Llega el resurgir 

Feníe Energía con más de 350.000 clientes; el Grupo MásMóvil y sus comercializadoras con más de 180.000 usuarios; o Factorenergia con más de 230.000 abonados son las compañías que ahora mismo presentan mejor estado de salud.  

Junto a ellas hay otros grupo de empresas que esperan volver a la senda del crecimiento en 2024 y, lo más importante, que empezarán a recortar cuota de mercado con los cuatro gigantes del sector. 

También es cierto que la tarta en este lado del pastel se recorta. Aldro y CHC han sido engullidas por Plenitude y Repsol, respectivamente. Además, diferentes voces del sector advierten que de que todavía podría darse una mayor consolidación. 

Esto, a su vez, reforzaría a las existentes. Los clientes que han descubierto las ventajas que pueden ofrecer las comercializadoras independientes querrán este tipo de servicios, y eso puede elevar la presión comercial.

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Raúl Masa

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