Florentino Pérez deshoja la margarita de Fernández Verdes ante el fin de su mandato en Abertis

El ex hombre de confianza del presidente de ACS se agarra a la última silla que le queda, la de Abertis, pero su destino está en manos de Florentino, que debe decidir antes de abril

Marcelino Fernandez Verdes, presidente de Abertis, y Florentino Pérez, presidente de ACS. EFE

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Florentino Pérez cerró el breve debate de su sucesión en ACS con la defenestración del que ansiaba ser su delfín, Marcelino Fernández Verdes. En mayo, el presidente del grupo constructor y de infraestructuras nombró nuevo consejero delegado a Juan Santamaría, cargo que comporta otro no escrito, el de mano derecha de Florentino, en detrimento de quien lo había sido en las últimas décadas.

Desde entonces, Santamaría se ha ido sentando en todas las sillas que había ocupado Fernández Verdes, como la presidencia de la constructora alemana Hochtief, una de las joyas de la corona del grupo y a través de la cual lanzó la opa sobre Abertis. Sin embargo, en esta última compañía todavía no ha aterrizado Santamaría y es la única presidencia que le queda a su predecesor en ACS.

No obstante, todo apunta a que Fernández Verdes puede estar viviendo sus últimos meses como presidente de la concesionaria de autopistas. Su última reelección, este mismo año y poco antes del nombramiento de Santamaría como nueva mano derecha del presidente del Real Madrid en su grupo empresarial, fue solo por un año, por lo que tiene vigencia hasta abril de 2023.

La lógica apunta a que podría abandonar también Abertis, con lo que el directivo de asturiano de 66 años culminaría su salida del grupo ACS. Las fuentes consultadas apuntan a que, aun a medio año del fin del mandato de Fernández Verdes, solo Florentino Pérez sabe lo que pasará, pero ya deshoja la margarita. Y es que el futuro de su ex hombre de confianza, que se agarra a la última silla que le queda, está en sus manos.

Las señales que ‘echan’ a Fernández Verdes de Abertis

La rumorología se basa en tres hechos. El primero, el más evidente, es la pérdida de confianza de Florentino en Marcelino. El origen de la misma se remonta a hace tres años. Empezó a rumorearse que el presidente del Real Madrid iba a dejar la primera línea empresarial y que su número dos sería su delfín. Pérez, pese a pasar ya de los 70, no tenía ninguna intención de echarse a un lado aun y atribuyó las informaciones que hablaban de su retiro a filtraciones interesadas de Fernández Verdes, y le puso la cruz.

El segundo hecho es que este año terminaba el mandato de Fernández Verdes como presidente de Abertis, y si bien renovó, lo hizo por solo un año, en vez de los cuatro habituales. Pocas semanas después de que la junta de la concesionaria ratificara la reelección del presidente, Juan Santamaría tomó las riendas de ACS y Florentino guillotinó a Marcelino como primer ejecutivo del grupo.

Marcelino Fernández (derecha)
Florentino Pérez, Giovanni Castelluci (Atlantia) y Marcelino Fernández Verdes cuando anunciaron la compra de Abertis. EFE

El tercero radica en la naturaleza de Abertis. El presidente de ACS anunció un cambio de rumbo con una apuesta por el negocio concesional, por lo que Abertis pasaba a ser una pieza clave. Pero Florentino solo controla el 50% menos una acción de la concesionaria, mientras que el resto pertenece a Atlantia, cotizada dirigida por los Benetton que lleva la gestión de Abertis y la consolida.

Para tomar el gestor de autopistas catalán, ACS trató de lanzar una opa sobre Atlantia aprovechando su debilidad tras la pérdida del negocio italiano forzada por el gobierno italiano después de la caída del puente de Génova. Los Benetton, sin embargo, lanzaron antes su opa con el fondo Blackstone, primer propietario de inmuebles en España, y frustraron el nonato intento de Florentino.

Después de este fracaso, llegó a hablarse de un interés de ACS por comprar a Altantia la mayoría de Abertis. Interés por parte de ACS puede existir, pero no de sus socios italianos, que tras la venta forzada de las autopistas de Italia, tienen en la compañía de origen catalán su principal fuente de ingresos y beneficios, por lo que los Benetton no van a abandonar a su nuevo buque insignia.

Por tanto, y a pesar de no lograr la mayoría, Abertis es clave para ACS. No puede olvidarse que, junto a su filial Hochtief, controla cerca del 50%, se lleva suculentos dividendos y establece sinergias. Y siendo una prioridad para el grupo español el negocio concesional, la lógica señala que Santamaría debería controlarla directamente. La última palabra, sin embargo, la tiene Florentino.

Quien depende de si mismo para seguir es José Aljaro. El mandato del consejero delegado de Abertis también termina en abril y su dirección no está en entredicho. Además, depende directamente de Atlantia pero también cuenta con la confianza de ACS, por lo que no tendrá problemas para seguir, si quiere.

Xavier Alegret

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