AXA invierte 500 millones en fibra de Telefónica: un movimiento estratégico con repercusiones clave para la compañía

La entrada de AXA en FiberPass refuerza la estrategia de Telefónica para monetizar su red de fibra sin perder el control operativo

La entrada de AXA en FiberPass refuerza la estrategia de Telefónica para monetizar su red de fibra sin perder el control operativo

La entrada de AXA en FiberPass refuerza la estrategia de Telefónica para monetizar su red de fibra sin perder el control operativo

AXA IM Alts ha cerrado un acuerdo para adquirir el 40 % de FiberPass, la sociedad de fibra óptica que operan Telefónica y Vodafone España, por 500 millones de euros.

Este acuerdo supone un cambio importante en la estructura accionarial de FiberPass. Tras la operación, Telefónica mantendrá el 55 % de participación, repartido entre Telefónica España (30 %) y Telefónica Infra (25 %). Vodafone España, por su parte, reducirá su presencia al 5 %, mientras que AXA IM Alts asume un papel relevante con ese 40 %.

Telefónica refuerza su red con un socio financiero de peso

Para Telefónica, esta operación representa una forma de monetizar parte de su red de fibra, al tiempo que sigue manteniendo el control de FiberPass. A cambio, la compañía logra una inyección de capital significativa —unos 100 millones de euros por la venta del 8 % de su participación.

Esta asociación con AXA IM Alts, filial de gestión alternativa del grupo AXA, que recientemente fue adquirido por BNP Pariba, también le da a Telefónica un socio de largo recorrido, especializado en infraestructuras digitales, lo que podría impulsar la expansión y modernización de la red FTTH.

Borja Ochoa, CEO de Telefónica España, se ha mostrado optimista: destaca que la operación pone en valor la calidad de sus infraestructuras y permite “seguir impulsando el crecimiento y el desarrollo futuro de FiberPass” junto a un inversor tan experimentado como AXA IM.

FiberPass: una red con potencial muy sólido

FiberPass arrancó oficialmente sus operaciones en marzo de 2025, y desde entonces ha mostrado un crecimiento notable. Actualmente la red abarca 3,7 millones de unidades inmobiliarias con fibra óptica (FTTH). Actualmente, presta servicio a 1,4 millones de clientes entre Telefónica y Vodafone, lo que supone una tasa de penetración cercana al 40 %

Este vínculo entre operador y fondo inversor refuerza la estructura de FiberPass como una “fiberco” moderna: neutral, con tecnología avanzada, y con capacidad para crecer tanto en clientes residenciales como en operadores mayoristas.

La entrada de AXA en FiberPass refuerza la estrategia de Telefónica para monetizar su red de fibra sin perder el control operativo
La entrada de AXA en FiberPass refuerza la estrategia de Telefónica para monetizar su red de fibra sin perder el control operativo

Por qué AXA ha apostado por Telefónica

Desde la perspectiva de AXA IM Alts, la compra responde a su estrategia de inversión en infraestructura digital. La fibra hasta el hogar (FTTH) es un activo cada vez más valioso, impulsado por el streaming, el teletrabajo y la adopción del Internet de las Cosas (IoT).

Mark Gilligan, responsable de infraestructuras en AXA IM Alts, ha señalado que FiberPass es una oportunidad estratégica para escalar en uno de los mercados FTTH más avanzados de Europa.

La operación sitúa a AXA IM Alts al lado de Telefónica, un actor clave en las telecomunicaciones españolas, lo que fortalece su portafolio digital y le permite participar en el crecimiento de una red con alta densidad de unidades inmobiliarias.

Riesgos y retos para Telefónica y su fibra

Aunque la operación aporta liquidez a Telefónica, no está exenta de riesgos. Al dar entrada a un inversor externo, la compañía reduce su participación, lo que podría limitar su margen de maniobra en decisiones estratégicas a largo plazo.

Por otro lado, mantener el control de FiberPass implica que Telefónica debe seguir invirtiendo para asegurar la competitividad de la red. El capital de AXA ayudará, pero dependerá de que ambos socios alineen sus objetivos de crecimiento. De hecho, este tipo de estructuración con fibercos suele implicar compromisos a largo plazo: según fuentes del sector, Telefónica y Vodafone podrían haber firmado contratos mayoristas vinculantes para garantizar que sus operaciones sigan usando la red de FiberPass durante 25-30 años.

Impacto para los usuarios y el mercado

Desde la perspectiva del mercado, la operación puede tener efectos positivos para los usuarios. Gracias al respaldo financiero de AXA, FiberPass puede acelerar la expansión de su red, mejorar su capacidad y ofrecer mejores servicios de banda ancha de alta velocidad a hogares y empresas. Además, el hecho de que Telefónica mantenga una participación mayoritaria da cierta seguridad a sus clientes: no se pierde el control de uno de los pilares estratégicos de su infraestructura.

En un contexto en el que la competencia en fibra óptica está cada vez más intensa, esta operación entre Telefónica y AXA puede marcar un antes y un después. La entrada de capital externo no solo es una forma de desinvertir parcialmente, sino también de reforzar las herramientas para seguir siendo relevantes en la carrera de la conectividad.

En resumen, la operación de AXA para adquirir un 40 % de FiberPass representa un triunfo estratégico tanto para la aseguradora como para Telefónica. Para Telefónica, es una forma de monetizar su red sin perder el control, y para AXA es una apuesta firme por el negocio de infraestructuras digitales. A largo plazo, este acuerdo podría acelerar la expansión de la fibra en España y fortalecer uno de los operadores más relevantes del mercado.

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta