La catalana QEV Technologies presenta su proyecto para optar a la fábrica de Nissan de Barcelona

La tecnológica presenta un proyecto a la mesa de reindustrialización para incorporarse al hub de electromovilidad que promueven las administraciones

Parking de Nissan, vacío de trabajadores de la compañía./ EFE

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Después de que la mesa de reindustrialización de Nissan Barcelona confirmase la existencia de 17 proyectos para ocupar la instalación catalana, una nueva empresa hace público su interés por aterrizar en la planta de la Zona Franca. QEV Technologies, una firma de ingeniería con sede en Montmeló, se une al listado compuesto por Volta Trucks, Inzile y Silence para conformar un hub de electromovilidad en el centro.

En un comunicado emitido este lunes, la organización señaló que, de la mano de la consultora Improva, presentó una oferta al Gobierno, la Generalitat y la consultora KPMG, que coordina el procedimiento de búsqueda de inversores. Según asegura, estaría acompañada tanto por Inzile como por Volta Trucks, dos compañías suecas que quieren utilizar las instalaciones para construir camionetas eléctricas.

La empresa catalana querría ocupar las líneas de producción de Nissan para fabricar un vehículo eléctrico de pequeño tamaño “orientado al uso privado, el carsharing y el reparto de última milla”.

La organización también quiere establecer una segunda línea para «desarrollar plataformas eléctricas y alimentadas con pilas de hidrógeno» que se utilizarían en camiones, autobuses y autocares que actualmente se ensamblan en China. Una tercera vía de negocio sería la creación de una nueva marca de furgonetas eléctricas en colaboración con otra firma asiática.

Vinculada al renacimiento de la marca de lujo Hispano Suiza –de la que se desconoce si ha vendido todavía alguno de sus coches– y con experiencia en la Fórmula E, QEV se ofrece como alternativa si fallan los grandes proyectos que ocuparían la totalidad de la planta. Sin embargo, el hub de electromovilidad despierta temores entre la plantilla, que ven como el empleo se repartiría entre diferentes empresas y estaría sujeto al éxito de cada uno de estos proyectos.

Coches eléctricos por encima de baterías

El consorcio de proyectos se erige como un plan B si falla la opción preferida tanto por administraciones como por los trabajadores: que un fabricante de coches eléctricos se hiciese con el 100% de la fábrica de Nissan. En un comunicado emitido el miércoles, la mesa de reindustrialización ya dio prácticamente por descartado la posibilidad de instalar una planta de baterías en Zona Franca.

Para empezar, por motivos laborales: una planta de automóviles es la opción que más empleos garantizaría; muy por encima de un centro de producción de celdas o de ensamblaje de baterías. En segundo lugar, por costes: de instalarse otra actividad habría que desinfectar el suelo de la fábrica actual y retirar todas las líneas de montaje existentes ahora mismo.

“Tener una fábrica de coches ya montada es un activo inestimable”, señalan en el sector

Además, el calendario aprieta. Nissan abandonará Barcelona en diciembre de 2021 y la única opción de reiniciar la actividad en enero de 2022 sería hacerlo de la mano de una empresa que no tuviera que desmontar la instalación, señala una de las fuentes consultadas.

“Lo más complicado de este tipo de procedimientos siempre es cuadrar el calendario del comprador con el del vendedor, y más en un proceso como este, que ya nació con retraso. Debió haber comenzado en agosto, cuando se firmó el acuerdo con la plantilla”, señalan en el sector

“Tener una fábrica de coches ya montada en Europa Occidental es un activo inestimable para automovilísticas que todavía no producen o tienen escasa implementación en Europa. Eso hay que ponerlo en valor”, añaden.

Carles Huguet

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