La industria del metal estudia comprar la central nuclear de Garoña

Las empresas quieren abastecerse con energía barata, algo que no podrán hacer con los nuevos impuestos sobre la electricidad

Las grandes empresas del metal estudian comprar la central nuclear de Garoña , en el caso de que saliera a subasta, para asegurarse un suministro energético «barato y de calidad que refuerce su competitividad», según fuentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) a las que ha tenido acceso Europa Press.

Esta opción sería una salida ante el encarecimiento de los precios de la electricidad y el alza de los gravámenes que incluirá el Proyecto de Ley de Medidas Fiscales para la sostenibilidad energética del Gobierno. Dicho plan supondrá «una simple subida de impuestos y costes muy alejada de la reforma energética que verdaderamente necesita el sector y la economía española en su conjunto», indicaron las mismas fuentes.

Suministro seguro

Esta posibilidad de comprar Garoña está fundamentada en la experiencia de Finlandia, donde un grupo de empresas industriales ha desarrollado conjuntamente un reactor nuclear para asegurarse el suministro eléctrico en condiciones óptimas.

En este caso, los propietarios de la central, que son Iberdrola y Endesa, están también estudiando la viabilidad de seguir adelante con la central, ya que necesita una serie de reformas e inversiones que descuadran los números de las eléctricas.

La patronal del metal asegura que el sector necesita una energía competitiva y un suministro seguro que el Proyecto de Ley no garantiza. Confemetal estima que los nuevos impuestos a la generación eléctrica supondrá un encarecimiento de los costes de producción, «hasta el punto de poder colapsar el sector industrial sin resolver el problema».

Deslocalizaciones

La nueva ley mermaría sensiblemente la competitividad y agravaría el riesgo de deslocalizaciones y cierres de empresas en el sector del metal, responsable del 45% de las exportaciones españolas.

La industria considera que un impuesto del 6% a la generación eléctrica supondrá para miles de pequeñas, medianas y grandes empresas industriales consumidoras que su factura, «se encarezca considerablemente, sumándose al 5% de impuesto de la electricidad». “Agravarán la situación de la industria, para la que los costes energéticos son un factor clave», dicen las mismas fuentes.

En este sentido, Confemetal demanda la definición de un mix de generación de energía que permita un suministro «seguro y previsible, que reduzca los precios y que favorezca la competitividad de las empresas».

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