Fecha límite para Intersport tras entrar en concurso de acreedores: se acaba el tiempo para salvar la empresa

Intersport busca un acuerdo con sus acreedores antes del 1 de septiembre o enfrentará su posible desaparición

Fachada exterior de una tienda de Intersport

El vestido de Roxy más demandado de las rebajas de Intersport

La cuenta atrás ha comenzado para Intersport España, que se encuentra en uno de los momentos más críticos de su historia. Tras años de problemas financieros persistentes, la empresa ha entrado formalmente en concurso de acreedores y dispone de menos de dos meses para lograr un acuerdo que le permita evitar la liquidación. La fecha clave está marcada en el calendario: 1 de septiembre, día en el que, si no se ha alcanzado un pacto con sus acreedores, la compañía podría verse abocada a su disolución definitiva.

Para tratar de salvar la situación, la compañía ha presentado a sus acreedores dos planes de reestructuración de deuda, ambos con el objetivo de evitar la desaparición. La primera propuesta contempla una quita del 70% del pasivo, con el 30% restante a pagar en un plazo de cuatro años. La segunda opción plantea una quita más moderada, del 30%, pero exige diez años para abonar el 70% de la deuda pendiente.

Ambas alternativas exigen la aprobación de al menos dos tercios de los acreedores, entre los que se encuentran grandes entidades bancarias, así como importantes proveedores del sector como Nike o Adidas. Según fuentes jurídicas cercanas al proceso, el apoyo mayoritario no será fácil de conseguir dada la magnitud del pasivo y la complejidad de la situación empresarial.

Un entramado de tres sociedades en concurso

La crisis afecta a las tres sociedades que componen la estructura de Intersport en España: Intersport SL, Intersport Retail One SL e Intersport CCS SA. Todas ellas están formalmente en concurso desde el pasado marzo, bajo la supervisión del bufete RCD Concursal, que actúa como administrador judicial del proceso.

La deuda total no ha sido detallada con precisión, ya que existen pasivos cruzados entre las tres empresas. No obstante, cada una de las sociedades acumula entre 14 y 30 millones de euros de deuda, lo que da una idea del volumen financiero al que se enfrenta la compañía. Una de las soluciones que se estudian en paralelo es la fusión de las tres sociedades en una única entidad, lo que permitiría una gestión más eficiente de los recursos y la actividad operativa.

La incertidumbre actual afecta directamente a casi 130 tiendas asociadas a la central de compras en toda España. Estos puntos de venta dependen en gran medida del respaldo logístico y comercial de la matriz, por lo que una eventual liquidación pondría en riesgo cientos de empleos, además de generar un vacío en el mercado de distribución deportiva, donde Intersport ha sido históricamente una de las principales referencias.

Además, en las últimas semanas se ha producido la desactivación de la tienda online, que ha dejado de operar por falta de stock. A pesar de ello, desde la administración concursal aseguran que los contratos con proveedores siguen activos, aunque con ciertas restricciones en la operativa diaria.

Sin socio estratégico a la vista

La búsqueda de un inversor que rescate a Intersport del abismo no ha dado los resultados esperados hasta el momento. En septiembre del año pasado se abrió un proceso para encontrar un socio estratégico que se hiciera con al menos el 50% del capital. Entre los candidatos, uno de los más avanzados fue el grupo turco Eren, que ya opera la marca en Turquía. Sin embargo, las negociaciones no fructificaron.

Otro potencial salvador fue Intersport Francia, que presentó una oferta por los activos de la filial española, incluyendo la licencia de distribución y las acciones en la matriz suiza. No obstante, esta propuesta fue rechazada de forma unánime por la dirección española, ya que no contemplaba asumir el pasivo acumulado, una condición indispensable para garantizar la continuidad del negocio.

Con el reloj corriendo en su contra, Intersport se encuentra en una encrucijada crítica. Si no logra el respaldo necesario por parte de sus acreedores antes de septiembre, el siguiente paso será la liquidación ordenada de sus activos, lo que supondría el cierre de una de las enseñas más reconocidas en el sector del deporte en España.

La situación no solo afecta a sus tiendas y empleados, sino también a toda una cadena de suministro en la que participan proveedores nacionales e internacionales, además de una amplia red de distribuidores minoristas que dependen del volumen de ventas generado por la marca.

Un símbolo en declive

Durante décadas, Intersport ha sido un referente en la venta de moda y equipamiento deportivo, con una red consolidada, alianzas con marcas líderes y un fuerte reconocimiento entre los consumidores. Sin embargo, la falta de adaptación al entorno digital, la creciente competencia de grandes operadores internacionales y una gestión interna marcada por la inestabilidad han erosionado progresivamente su posición en el mercado.

Ahora, con la sombra de la liquidación más presente que nunca, la empresa encara su recta final con la única esperanza puesta en la voluntad de sus acreedores. Si alguno de los planes de viabilidad recibe el respaldo necesario, aún quedaría margen para reorganizarse, fusionarse y quizás reemprender el vuelo. Si no, el 1 de septiembre marcará el final de una era.

Suscríbase a nuestro canal de Telegram para estar al tanto de las últimas ofertas y chollos de moda.
Comenta el artículo
Alba Carbajal

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta