Ocho súpers venden Coca-Cola al mismo precio y todos se lavan las manos

Los grandes supermercados españoles venden la botella de dos litros en 1,46 euros. Ni un céntimo más ni menos. ¿El fabricante les obliga o pactan precios?

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Al menos ocho supermercados españoles venden Coca-Cola al mismo precio pero todos (incluido el propio fabricante) niegan pacto o imposición de precios, dos supuestos que violarían la normativa española. Es decir, las ocho cadenas (Amazon incluida) y el principal fabricante de refrescos sostienen que todo es fruto de la casualidad. 

Este medio ha recorrido siete supermercados (y ha comprobado los precios en Amazon) para corroborar que no hay diferencia ni de un céntimo en la venta de Coca-Cola. Por ejemplo, la botella de Coca-Cola light de dos litros, un producto de enorme crecimiento de ventas en los últimos años, s evende siempre al mismo precio: 1,46 euros.

Mercadona, Carrefour, Lidl, DIA, Aldi, El Corte Inglés y Alcampo han dejado de competir en precios en el popular refresco, una práctica nunca vista en otros productos como la leche o el aceite, donde las diferencias rondan los 15 céntimos por producto.

El precio de 1,46 euros no es una cifra redonda pero es la elegida por todas las cadenas a pesar de tener contratos y convenios promocionales distintos con Coca-Cola. Incluso Amazon se ha alineado con el mismo precio de los siete supermercados de España. Las cadenas de supermercados aseguran que los precios son fijados sin hablar con sus competidores. La lógica legal así lo exige. El pacto de precios es una práctica ilegal sancionada por la Comisión Nacional de la Competencia.

¿Pero puede ser una casualidad que siete cadenas decidan vender al mismo precio sin haber tratado el tema? Las cadenas argumentan que constantemente monitorizan a la competencia y que, por tanto, no es extraño que dos supermercados tengan el mismo precio para el mismo producto. Pero las casualidades se multiplican cuando siete (más Amazon) deciden hacer exactamente lo mismo.  

El Corte Inglés recuerda que el pacto de precios con los fabricantes está sancionado por la Comisión Nacional de la Competencia y, por tanto, la compañía no consulta precios con ninguno de sus competidores. El argumento va en la línea de otras cadenas consultadas por este medio como Lidl y Mercadona. La cadena de supermercados valenciana explica que la ley de Defensa de la Competencia obliga a que el precio sea fijado exclusivamente por el distribuidor. Coca-Cola niega que presione a los supermercados para vender al mismo precio y evitar una práctica habitual en otros productos: que cadenas como Mercadona o DIA inflen los precios del producto de primer fabricante y ofrezcan hasta cuatro veces más barato su versión de marca blanca. El fabricante estadounidense asegura que nada de eso ocurre. 

«Coca-Cola en ningún caso fija precios a los distribuidores ni clientes. Son los clientes y la distribución quienes establecen los precios para el consumidor final conforme a sus criterios. Coca-Cola cumple estrictamente con la legislación», explicó la multinacional a este medio. La asociación de fabricantes de bebidas refrescantes Anfabra no ha querido pronunciarse sobre las políticas de precios en el sector. 

Un mismo precio en ocho cadenas distintas sólo deja dos posibilidades: o Coca-Cola impone sus precios a las cadenas de supermercados o son ellas las que han pactado precios idénticos a pesar de tener estructuas de costes completamente diferenciados. En cualquiera de los dos casos, el cumplimiento de la ley estaría en cuestión. En el primer caso porque el fabricante no tiene la potestad de fijar precios. Se trata de una competencia exclusiva de la cadena distribuidora. Y en el segundo caso, porque se estaría vulnerando la libre competencia. 

Aunque, dentro de las probabilidades estadísticas, siempre queda una tercera opción: que los siete supermercados españoles y Amazon, con estructuras de coste distintos, hayan decidido de forma casual pactar el mismo precio para su botella de dos litros: 1,46 euros. 

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Botellas de Coca-Cola de dos litros con el mismo precio en tres cadenas de supermercados diferentes. 

Competencia mínima en las marcas blancas

Las siete grandes cadenas de supermercados de España también venden a precios muy similares su refresco de cola de marca blanca, pero a diferencia de la Coca-Cola, con estos productos sí hay diferencias de precios. La cola Hacendado light de dos litros tiene en Mercadona (líder del mercado) el precio de 0,49 euros (tres veces menos que la Coca-Cola).

Mercadona compra el producto a la empresa Refresco Iberia, filial de la holandesa NV, que también despacha el mismo producto para Aldi y Lidl. Los dos supermercados alemanes han fijado el precio dos céntimos por debajo de Mercadona: en 0,47 euros. Sus marcas blancas son Cola & You (Aldi) y Freeway Cola (Lidl).

La marca blanca de DIA vende el mismo producto en 0,52 euros. El refresco de cola de DIA es fabricado por Font Salem SL, una empresa valenciana que produce bebidas y cervezas para varios supermercados a precios ajustados. El refresco de Carrefour, que es importado de Francia, también coincide con el de Mercadona: 0,49 euros.

Una de las empresas fabricantes de refresco de marca blanca ha explicado a este medio que los fabricantes de marca blanca no tiene conocimiento del precio que fija cada cadena de supermercados para sus refrescos.

“Nosotros sólo pactamos una producción y un precio de venta al cliente. No sabemos ni participamos en la fijación de precios finales al cliente. Ni siquiera distribuimos. Cada supermercado viene a buscar sus pedidos a la fábrica. A partir de aquí, desconocemos lo que hacen con el producto”, explican desde la fábrica de refrescos de marca blanca que ha pedido mantener su nombre en el anonimato.

El pacto de precios es una práctica perseguida por la Comisión Nacional de la Competencia, que ya ha perseguido casos similares con las tabacaleras y con los supermercados que vendían leche por debajo del precio de coste.  

Consultada sobre este caso, la Comisión Nacional de la Competencia asegura que el hecho de que un producto cuente con un precio idéntico en varios los grandes supermercados españoles no supone, por sí solo, una evidencia clara de pacto o imposición de precios. Pero en el caso de que el organismo detecte un conducta que ponga trabas a la libre competencia, puede imponer multas de hasta el 10% de la facturación de los supermercados. 

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