Roca Sanitarios esquiva las sanciones y sigue con sus siete fábricas en Rusia en funcionamiento

La empresa sí tiene cerrada la planta madrileña que producía bañeras para el mercado ruso, que ya estaba sin actividad desde hace dos años por el exceso de 'stock'

La imagen de los terrenos que Roca Sanitarios posee entre Gavà y Viladecans.

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En los listados de empresas más afectadas por la guerra de Ucrania aparece siempre la catalana Roca. El grupo especializado e n la producción de sanitarios se lanzó con determinación a por el mercado ruso en 2005, antes de la crisis financiera, y quince años después sufre el impacto de unas sanciones que no son suficientes para cesar su actividad. El grupo mantiene abiertas las puertas de las siete plantas que tiene en Rusia.

Un portavoz de la empresa explica que Roca tiene siete centros de producción en el país que nutren, principalmente, a la demanda interna. Por ello, la mayor parte de las provisiones necesarias para la fabricación de, especialmente bañeras y grifería, se adquieren a nivel local, por lo que las restricciones a la importación de materias primeras tiene un impacto limitado en el día a día de la actividad.

Roca añade que ni en Rusia ni en Ucrania, donde tiene una oficina comercial que permanece cerrada, hay ningún trabajador español. «Estamos en contacto permanente para seguir con atención y evaluar la evolución de los acontecimientos», explican.

Queda por ver como reaccionará la empresa si el consumo interno baja debido a la afectación de las sanciones de Occidente sobre la economía de la región. Si cae la demanda sí se podría ver obligada a parar.

No obstante, el grupo sí tiene cerrada la fábrica de Alcalá de Henares (Madrid) que servía al mercado ruso. Pero la persiana no se bajó ahora. La compañía detuvo la actividad hace dos años y medio debido al exceso de stock que no se lograba sacar de encima. Presentó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para toda la plantilla que en marzo de 2022 sigue vigente. Por ello, no hicieron falta nuevos ajustes con la guerra; ya no había producción.

La presencia de Roca en Rusia

La apuesta de Roca por Rusia se remonta a 2005, cuando abrió su primera fábrica en Tosno –a unos 50 kilómetros de San Petersburgo–, en un terreno con 99.000 metros cuadrados. Para ello invirtió 40 millones de euros.

El acelerón se dio eso sí en 2011, cuando la organización adquirió el grupo Akvaton, especialista en muebles para baño, que contaba con una planta en Davydovo, a unos cien kilómetros de Moscú. Un año antes, en 2010, la empresa ya se había hecho con el fabricante local de porcelana Ugrakeram.

El crecimiento también se produjo a nivel orgánico y durante la pasada década abrió otra planta de de bañeras acrílicas en Chuvashia, a aproximadamente 700 kilómetros al norte de la capital rusa.

Carles Huguet

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