Wallbox aprueba un contrasplit de sus acciones para evitar la exclusión de bolsa tras la inversión del Gobierno
La catalana da entrada a un nuevo consejero de Seaya Ventures y renueva a Beatriz González y a Francisco Riberas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (2i), y el CEO de Wallbox, Enric Asunción (1i), visitan la sede de Wallbox. Foto: Kike Rincón / Europa Press
Wallbox ha anunciado este miércoles que llevará a cabo un contrasplit de 20 por 1 de todas las clases de sus acciones ordinarias. La compañía en la que recientemente ha invertido el Gobierno a través de la Sepi digital busca cumplir con el precio mínimo medio de cierre establecido por la Bolsa de Nueva York en la que cotiza para evitar ser excluida.
Se trata de una medida que se utiliza en bolsa para agrupar acciones y corregir la tendencia que viene arrastrando la compañía en los últimos meses. En este sentido, si la acción de Wallbox cae por debajo 1 dólar y se mantiene ahí durante un periodo determinado, como es el caso, podría ser retirada del mercado. Actualmente los títulos de la empresa cotizan en los 0,3 dólares.
Es por ello que los accionistas de la compañía aprobaron en la junta general celebrada el pasado 30 de junio la ejecución de esta operación en un ratio dentro de un rango de 1 por 10 y 1 por 40, y autorizaron al consejo de administración a determinar y ejecutar el ratio final. Posteriormente, el consejo aprobó el ratio final de 20 por 1 en esa misma fecha.
Según ha explicado Wallbox, está previsto que las acciones de la clase A ordinarias de Wallbox comiencen a cotizar ajustadas al contrasplit a partir de la apertura del mercado del 3 de julio de 2025, aproximadamente. Cada 20 acciones ordinarias emitidas y en circulación se combinarán automáticamente en una sola acción ordinaria.
Wallbox da entrada a otro consejero de Seaya Ventures
«La consolidación de acciones afectará a todos los accionistas por igual y no modificará el porcentaje de participación de ningún accionista en la compañía (salvo en la medida en que la consolidación dé lugar a fracciones de acciones)», ha destacado.
Además de aprobar el contrasplit, los accionistas también han aprobado las cuentas anuales de 2024 y han reelegido y nombrado a miembros del consejo de administración de la compañía.
De este modo, Wallbox ha reelegido a Enric Asunción como consejero delegado y a Beatriz González como presidenta del máximo órgano de decisión de la empresa. González, hija del expresidente de BBVA, es la fundadora del fondo de capital riesgo Seaya Ventures, una de las firmas con participación en el capital de Wallbox.
La junta también ha validado la reelección de los consejeros Ferdinand Schlutiu, Francisco Riberas y Jordi Lainz, así como la entrada en el consejo de Juan González del Castillo, partner en Seaya Ventures.
Acumula ampliaciones de capital por más de 300 millones sin lograr la rentabilidad
El unicornio catalán que lidera Enric Asunción cuenta con el apoyo inversor de Iberdrola, del presidente de Gestamp, Francisco Riberas, de la familia Puig, entre otros actores relevantes.
El Gobierno fue el último en unirse al proyecto de la compañía dedicada a la comercialización de cargadores para vehículos eléctricos a través de una ronda de financiación de 15 millones de dólares el pasado 5 de junio.
A través de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), conocida como la Sepi digital y dependiente del Ministerio de Transformación Digital que lidera Óscar López, participó con una inversión de 9 millones de dólares (8,355 millones de euros).
Según los últimos datos publicados por la empresa en la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (Sec), la irrupción del Ejecutivo en Wallbox le otorga un porcentaje accionarial del 11,6% del capital de la compañía.
El potencial que tanto grandes eléctricas como entidades y desde el propio Gobierno ven a Wallbox aún no se ha visto reflejada en sus cuentas. La compañía arrastra pérdidas de 18,14 millones de euros hasta la fecha con un ebitda negativo de 9,4 millones
La compañía acumula ampliaciones de capital que superan los 300 millones desde su nacimiento sin haber conseguido rentabilizar su negocio con la promesa de alcanzar un punto de equilibrio que, por el momento, no llega.