Polémica en Mercadona por el etiquetado en uno de sus productos: aclaran el origen de su procedencia

Mercadona ha resuelto después de mucho tiempo la pregunta respecto al origen del suministro de las anchoas de sus lineales

Mercadona cerrará el día de Año Nuevo

Mercadona cerrará el día de Año Nuevo

Mercadona ha dado respuesta después de mucho tiempo a una de las dudas más habituales entre sus clientes: el motivo por el que en el envase de sus anchoas aparece como lugar de elaboración Marruecos, pese a que la captura del pescado puede haberse realizado en otras zonas como el Cantábrico o el Mediterráneo, una duda que más de uno se había planteado a lo largo de los años.

La cadena de supermercados ha querido despejar cualquier confusión y garantizar la transparencia en torno a uno de sus productos estrella de su sección de salazones y ahumados. Una respuesta con la que Mercadona ha resuelto de una vez por todas las que venía siendo una de las grandes dudas de parte de su clientela.

El lugar de envasado, la clave del etiquetado de este producto de Mercadona

Una respuesta que ha sido clara y concisa: Mercadona ha explicado que el etiquetado responde a la normativa europea vigente, que obliga a reflejar en el envase el país en el que se lleva a cabo el envasado o la transformación del alimento, independientemente del lugar de captura. En este caso, las anchoas de Mercadona se envasan en una planta situada en Marruecos, propiedad de Francisco Gil Comes, proveedor de la cadena desde hace décadas.

Esto implica que, aunque el pescado pueda haberse capturado en el Atlántico, en el Mediterráneo o incluso en el Cantábrico, en la etiqueta figurará “Producto elaborado en Marruecos”, ya que es allí donde se realiza el proceso de preparación y envasado, independientemente del lugar en el que se haya producido la captura del mismo.

Del mismo modo, Mercadona también ha subrayado que trabaja con diferentes orígenes para garantizar el suministro continuo, adaptándose a las condiciones de cada temporada y a la capacidad de pesca en cada zona. Así, las anchoas pueden proceder tanto de las aguas próximas a Marruecos como de caladeros del norte de España, despejando así cualquier duda que los clientes pudieran tener al respecto.

Del mismo modo, y para todos aquellos cuya duda persista al respecto de este asunto, Mercadona ha recalcado que, para conocer el origen concreto de cada lote, los clientes pueden consultar la numeración de la zona FAO que figura en el envase. Este código permite identificar con precisión la región donde se produjo la captura, ofreciendo al consumidor un dato adicional de trazabilidad.

El proveedor Francisco Gil Comes, clave en la cadena de valor para Mercadona

Sin embargo, más allá de todo esto, Mercadona ha recalcado la importancia del proveedor Francisco Gil Comes, originario de Vinaròs, Castellón, que se ha consolidado con el paso de los años como uno de los actores clave en la comercialización de anchoas en España. Fundada en 1969, su empresa se ha consolidado como una de las más reconocidas en la elaboración de salazones y conservas de pescado.

Desde 1999 colabora con Mercadona, primero como interproveedor y más tarde ampliando su catálogo de productos. En 2005 introdujo la semi-conserva de boquerones en vinagre, y en 2009 sumó a su oferta las tradicionales banderillas, reforzando así la apuesta por productos vinculados a la dieta mediterránea.

Sin embargo, volviendo al producto de la cadena valenciana que atañe a este problema, Mercadona recalca una vez más que sus anchoas están disponibles en distintos formatos y precios, lo que refleja la estrategia de accesibilidad y variedad de la cadena. Se pueden encontrar filetes en aceite de oliva por 1,20 euros, packs de tres bandejas por 2,80 euros, o conservas en aceite de girasol a 2,05 euros.

Más allá de esto, con esta aclaración, Mercadona busca reforzar la confianza del consumidor, despejando posibles malentendidos derivados del etiquetado. La compañía insiste en que sus proveedores cumplen con estrictos controles de calidad y seguridad alimentaria, y que el hecho de envasar en Marruecos responde a criterios logísticos e industriales, sin afectar a la frescura ni a la calidad del producto.

Y en concreto, el caso de las anchoas de Mercadona pone de relieve una dificultad habitual en el mercado alimentario más allá de la polémica suscitada por ese producto: la confusión entre lugar de envasado y lugar de captura. Para muchos consumidores, la mención a Marruecos puede inducir a pensar que todo el pescado procede de allí, cuando en realidad se trata del país donde se procesa y se envasa el producto.

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta