Lo que debes saber sobre los pedidos a domicilio de Mercadona: solo puedes pagar de esta forma
Mercadona sorprende a sus clientes con un cambio en el precio de su servicio a domicilio después de 20 años. Foto: Envato
Mercadona ha introducido una modificación clave en su servicio de entrega a domicilio, un ajuste que ya se comunica en los supermercados y que impacta directamente en el modo en que los usuarios realizan el pago de sus pedidos. La cadena valenciana, acostumbrada a actualizar sus procesos logísticos, ha decidido unificar criterios y reforzar el control de la facturación. Este movimiento no es menor: afecta a miles de consumidores que utilizan este servicio semanalmente y que ahora deben adaptarse a un sistema más estructurado.
El cambio esencial es claro: los pedidos a domicilio solo pueden pagarse en la tienda. Ya no es posible abonar el pedido en el momento de recibirlo en casa, una práctica que en ocasiones generaba dudas, retrasos o confusiones. Desde el 25 de noviembre, Mercadona exige que la compra destinada al reparto se facture en caja exactamente igual que una compra presencial.
Según la empresa, esta nueva dinámica busca ofrecer un procedimiento “más transparente, homogéneo y controlado”, tanto para el cliente como para los trabajadores. La compra debe completarse totalmente en la tienda antes de que el pedido salga en ruta hacia el domicilio. Esto implica que el cliente debe acudir físicamente al supermercado para pasar por caja, pagar la compra y dejarla preparada para su entrega posterior.
¿Por qué este cambio? Unificación de procesos y mayor seguridad
Fuentes del entorno de Mercadona explican que esta medida forma parte de una estrategia para simplificar los flujos de trabajo. La compañía quiere que todos los pedidos —ya sean presenciales o destinados a reparto— se gestionen con el mismo sistema de cobro, lo que reduce errores y facilita auditorías. Además, la empresa recalca que este modelo evita posibles incidencias asociadas al pago en la puerta de casa, una situación que algunos repartidores señalaban como problemática.
Con este ajuste, Mercadona pretende reforzar la seguridad en las transacciones, eliminar pagos no previstos y garantizar que cada pedido queda correctamente registrado antes de salir de la tienda. Para los clientes, supone adaptarse a una mecánica más rígida, pero también más clara.
Aunque se modifique el proceso de cobro, Mercadona subraya que los horarios del servicio a domicilio siguen funcionando igual. Los repartos se realizan en los tramos establecidos por cada supermercado, dependiendo de la capacidad logística. La cadena mantiene los mismos rangos horarios que ya conocían los usuarios, de manera que el cambio afecta únicamente al proceso de pago.
La empresa insiste en que el cliente podrá seguir eligiendo el horario disponible que mejor se adapte a su día a día, siempre sujeto a la planificación de cada tienda. La intención es que la experiencia de entrega resulte idéntica a la que existía antes del cambio, sin afectar la comodidad del usuario.

¿Tu domicilio tiene servicio? Compruébalo con tu dirección y código postal
No todas las tiendas de Mercadona cuentan con reparto a domicilio, y esto sigue siendo así. Una parte importante de la clientela desconoce este detalle hasta que intenta solicitar el servicio. Para evitar confusiones, la cadena recuerda que es posible comprobar la disponibilidad simplemente facilitando el código postal y la dirección exacta en la propia tienda.
La herramienta interna de cada establecimiento permite confirmar si tu hogar está dentro de la zona de reparto, lo que evita desplazamientos innecesarios o pedidos que no pueden completarse. En este punto, Mercadona insiste en que la cobertura depende de la logística y capacidad de cada supermercado, no de criterios generales.
Otro aspecto que no cambia es la tarifa. El servicio de reparto mantiene su coste en 6,5 euros por pedido, sin exigencia de una compra mínima. Este importe es fijo y se aplica igual en todos los supermercados que cuentan con servicio.
Las entregas, por su parte, se realizan a partir del día siguiente de efectuar la compra, siempre dentro de los horarios disponibles. Mercadona recuerda que la disponibilidad depende de la carga de trabajo del supermercado, pero en términos generales, el sistema funciona bajo una premisa sencilla: compra hoy, recibe mañana.
Prohibido pagar al repartidor: el cobro en casa desaparece por completo
Mercadona quiere dejar este punto completamente claro: los repartidores no aceptan ningún tipo de pago en el domicilio. El abono debe hacerse en la tienda, antes de que la compra quede programada para reparto. Ni efectivo, ni tarjeta, ni Bizum: no se aceptará ningún método de pago en la entrega.
Este protocolo, según la compañía, pretende dotar de mayor coherencia a un sistema único de cobro y evitar problemas logísticos o incidencias en la entrega. Para los trabajadores, supone una mejora de seguridad y una reducción de riesgos operativos. Para el cliente, implica tener clara una única norma: si no está pagado en caja, el pedido no sale de la tienda.
La cadena mantiene las mismas opciones que en una compra física: efectivo o tarjeta bancaria. No hay métodos alternativos específicos para pedidos a domicilio. Tampoco se habilita un sistema de pago online ligado al reparto tradicional (distinto del servicio online 100% digital, que funciona en determinadas ciudades como Madrid o Barcelona).
En definitiva, el servicio a domicilio de Mercadona sigue tan operativo como siempre, pero ahora bajo una única condición imprescindible: el pago debe completarse siempre, y solo, en la tienda física.