Viajar en alta velocidad será más caro: Adif incrementa los recargos del canon a Renfe, Ouigo e Iryo
La actualización normativa eleva las tarifas en los principales ejes AVE y añade nuevas penalizaciones por cancelación de servicios
Archivo – Tren de mantenimiento de Adif
El gestor público Adif ha activado una profunda revisión de los cánones que abonan las operadoras ferroviarias —Renfe, Ouigo e Iryo— para explotar las líneas de Alta Velocidad, lo que supondrá un aumento de los recargos en los principales corredores de España. La medida afecta a rutas estratégicas como Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia-Alicante-Murcia o los trayectos hacia Andalucía, además de las conexiones con Asturias y Galicia, que actualmente solo operan servicios de Renfe.
La actualización del marco de cánones, publicada en el Boletín Oficial del Estado, confirma un aumento de tarifas incluso en líneas donde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia había sugerido congelar los recargos por dudas sobre su rentabilidad. En particular, el organismo había cuestionado la subida en el eje Madrid–Levante, uno de los más utilizados por las nuevas operadoras privadas tras la liberalización del sector.
A pesar de ello, Adif aplicará incrementos tanto a los recargos por uso de infraestructura en Alta Velocidad como a los costes administrativos derivados de la solicitud de surcos, señalización o gestión del tráfico ferroviario. El resultado: operar trenes en los corredores más demandados será más caro en 2026 que en el periodo anterior.
Cambios relevantes en las tarifas de las principales líneas AVE
Una de las transformaciones más significativas del nuevo esquema es que Adif abandona el modelo por “plaza-tren-kilómetro” y lo sustituye por una tarifa general por “tren-kilómetro”, independientemente de la capacidad del tren. Este cambio elimina la penalización que sufrían los trenes de mayor tamaño, como los de doble piso de Ouigo o los Avril de Renfe, que podían resultar menos competitivos bajo el modelo anterior.
El corredor Madrid–Barcelona, el más transitado del país, pasará de un recargo de 2,2 euros por plaza-tren-km a una tarifa base de 9,3 euros por tren-km. En el caso de la tarifa reducida, el importe será de 6,5 euros por tren-km, lo que supone un incremento sustancial para todos los operadores.
Las conexiones hacia Andalucía (Madrid–Sevilla–Cádiz–Huelva–Málaga–Granada) verán también un fuerte encarecimiento: de apenas 1,08 euros por plaza-tren-km a 5 euros por tren-km en tarifa estándar y 3,5 euros en tarifa reducida. Hasta ahora, trayectos como Cádiz, Huelva o Granada no estaban incluidos en este recargo.
Por primera vez, Adif detalla recargos específicos para rutas que antes se agrupaban bajo un epígrafe genérico, entre ellas:
- Madrid–Valencia–Castellón–Alicante–Murcia: 2,7 €/tren-km (1,9 € en tarifa reducida).
- Madrid–Asturias: 2,2 €/tren-km (1,5 € reducido).
- Madrid–Zamora–Galicia: 2,6 €/tren-km (1,8 € reducido).
La aplicación de recargos específicos en estas líneas evidencia la intención del gestor de infraestructuras de ajustar los costes a la demanda real y a la inversión realizada en cada corredor.

Nuevos costes administrativos y ajustes en las estaciones principales
Más allá del uso de las vías, Adif incrementará también los cánones asociados a la tramitación y asignación de capacidad, así como a los servicios de seguridad, señalización, regulación y gestión de la circulación. La tarifa, que era de 1,6 euros por tren-km para los servicios de Alta Velocidad, pasará a 1,7 euros.
Sin embargo, no todo son incrementos. Adif reduce el canon para operar en las principales estaciones del país, lo que afectará a puntos neurálgicos como:
- Madrid Puerta de Atocha-Almudena Grandes
- Madrid Chamartín-Clara Campoamor
- Barcelona Sants
- Valencia Joaquín Sorolla
- Sevilla Santa Justa
Las paradas, salidas y llegadas en estas terminales serán más baratas, mientras que las estaciones de categorías inferiores verán incrementados sus cánones. El objetivo declarado es fomentar un uso más eficiente de los núcleos ferroviarios con mayor capacidad operativa.
Penalización por cancelar servicios: una novedad que afectará a la planificación
Adif incorpora por primera vez un mecanismo de “liquidación de capacidad” que penalizará a las operadoras si cancelan trenes previamente adjudicados. En la práctica, esto implica que si Renfe, Ouigo o Iryo utilizan menos del 98% de los tren-kilómetro asignados, deberán pagar una cantidad adicional.
La intención del gestor es evitar que las compañías bloqueen surcos que luego no utilizan, lo que reduce la eficiencia de la red y dificulta la competencia. Esta medida obligará a una planificación más precisa y disminuirá el margen para cancelaciones estratégicas en momentos de baja demanda.
Los incrementos aprobados plantean un escenario en el que las operadoras, previsiblemente, trasladarán parte del coste a los viajeros, especialmente en rutas donde la tensión competitiva es menor. En corredores como Madrid-Barcelona o Madrid-Valencia, donde las tres compañías compiten con intensidad y las tarifas han caído desde la liberalización, la presión para mantener precios bajos podría hacer que las empresas absorban parte del impacto.
En cambio, en líneas donde solo opera Renfe —como Asturias o Galicia— el encarecimiento podría tener un efecto directo sobre las tarifas al cliente final.
Una reorganización que redefine el ecosistema ferroviario español
La actualización del canon supone un paso más en el proceso de rediseño del mercado ferroviario español tras su apertura a la competencia. Adif pretende equilibrar la inversión en la red con un modelo tarifario que incentive la eficiencia, pero la subida de recargos abre un debate sobre la sostenibilidad del equilibrio entre precios bajos, competencia y calidad del servicio.
Renfe, Ouigo e Iryo tendrán ahora que ajustar sus estrategias para afrontar un entorno donde operar será más caro y donde la optimización de cada tren-kilómetro será clave para mantener márgenes en un mercado cada vez más competitivo.