Caixabank matiza el roto de Repsol en sus cuentas

Caixabank culminó su salida de Repsol tras 23 años con minusvalías de 450 millones, pero con parte de la venta ha ganado 156 millones

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Caixabank culminó en el segundo trimestre la salida de Repsol tras 23 años en la compañía. El banco catalán anunció en septiembre del año pasado la venta del 9,4% de la petrolera que le quedaba y ya en ese momento se sabía que iba a tener minusvalías porque había comprado más caro del precio que tenía cuando anunció la desinversión. La mitad de la venta era inmediata y el resto en algo más de medio año.

En la presentación de resultados del primer semestre de 2018, Gonzalo Cortázar anunció que el banco ya no tenía participación alguna en Repsol: “No nos queda ni una acción”. El consejero delegado de Caixabank no detalló las minusvalías generadas y de hecho las negó con el argumento de que, contabilizando los dividendos, el balance de esos 23 años era positivo. Pero tampoco dio la cifra de lo que habría ganado la entidad.

En realidad, el banco presidido por Jordi Gual ya se había anotado unas minusvalías de 450 millones contra el beneficio de 2018 por la salida de Repsol. No obstante, Caixabank ha podido suavizar estas pérdidas con el beneficio de una parte de la venta, según informa El Confidencial. En concreto, ha logrado 156 millones extra que mitigan el golpe, aunque no irán a beneficios de este año sino a patrimonio.

Gonzalo Gortázar aseguró que Caixabank había ganado dinero con Repsol por los dividendos de estos 23 años, pero no dio cifras

Caixabank planteó la salida de Repsol en dos fases. Vendió aproximadamente la mitad, el 4,61%, ya en septiembre, aunque tenía cubiertas parte de las pérdidas con derivados swap. El resto lo ha ido vendiendo entre ese momento y la primer mitad de 2019 a precios de mercado, desadvirtiendo en pequeños paquete cuando el precio era favorable.

El precio de Repsol en bolsa ha tendido a bajar en los últimos meses por el freno de la cotización del petróleo, pero en los primeros meses de ventas por parte de Caixabank, pudo generar algunos beneficios sobre las pérdidas previstas, esos 156 millones que endulzan la salida de la compañía. Ahora ya solo le queda, como participación industrial, el 5% en Telefónica. Desde el banco aseguran que no quieren salir porque es un socio estratégico, y el precio tampoco acompaña pues la teleco no levanta cabeza en el parqué.

El adiós de Caixabank a Repsol

La salida de Caixabank de Repsol se explica, entre otras razones, porque la petrolera ya no era estratégica para el banco catalán. En el momento en que La Caixa mutó en una fundación y desconsolidó al banco, traspasó las participadas a Criteria. Sin embargo, Caixabank retuvo las participaciones de Repsol y Telefónica con el argumento de que eran estratégicas para la entidad financiera que en ese momento presidía Isidro Fainé.

Pero la relación entre Fainé, ahora presidente de La Caixa y Criteria, y Antoni Brufau se fue desgastando. El mandamás del grupo Caixa entendía que el presidente de Repsol, a quien él había sentado, iba por libre. Mientras tanto, la petrolera fue captando otros socios importantes, como la constructora Sacyr, ahora primer accionista de la energética.

La realidad es que en los últimos años, Caixabank ya no tenía nada que ver con la gestión diaria de Repsol, y por el tipo de empresas y sus sectores, las sinergías potenciales escaseaban. Además, la salida de Repsol de Gas Natural —ahora Naturgy—, controlada por La Caixa y con la que sí podrían haber encontrado sinergias, tampoco ayudó. Con el BCE presionando a los bancos para que se olvidaran de las participaciones industriales, la decisión del banco tenía todo el sentido.

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