Cómo enfrentar las exigencias de la hipotecas para las segundas residencias

Los bancos piden más condiciones para otorgar préstamos para una segunda vivienda, pero hay opciones interesantes por descubrir

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A las puertas del verano es habitual que las familias comiencen a planificar las vacaciones para los meses estivales. El alquiler de un apartamento en la playa, la reserva del hotel en la costa y los más privilegiados la compra de una segunda residencia en un entorno turístico o rural. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría antes de la crisis, las hipotecas para segunda vivienda son más difíciles de conseguir.

Una de los mejores préstamos hipotecarios del mercado actual, es la Hipoteca Naranja para Segunda Vivienda de ING DIRECT. Ofrece uno de los plazos más largos para este tipo de producto, hasta 35 años; la financiación más amplia, hasta el 75 %; y el interés más bajo, euríbor 0,99 %. Además está libre de comisiones y sólo exige contratar dos seguros: vida y hogar.

La Hipoteca Freedom de Mediolanum también cuenta con unas condiciones muy atractivas. Un plazo de hasta 30 años, financiación de hasta el 70 %, interés de euríbor 1,09 % y dos seguros: vida y hogar.

Y por último, hay que destacar también la Hipoteca Santander, que ofrece una financiación de hasta el 70 %, en un plazo un poco más bajo (25 años), pero con un interés muy competitivo de euríbor 0,99 % a partir del tercer año. A cambio, es necesario contratar seguro de vida y seguro de hogar, además de domiciliar nómina y recibos, lo que permite sacar una rentabilidad al contratar la cuenta 1|2|3 del Santander, que renta hasta el 3 % TAE.

Dos requisitos indispensables  

Los bancos exigen más garantías a los clientes para conceder crédito para segundas viviendas, ya que suelen encontrarse en zonas turísticas, que dificultarán la venta al banco si el cliente deja de pagar la vivienda. Además, ante la dificultad económica el hipotecado dejará de pagar antes su segunda residencia que la vivienda habitual. Por estos motivos los bancos exigen:

Disponer de ahorros: actualmente, los bancos suelen pedir un volumen de ahorro, aproximado, del 35 % del valor de la vivienda (20 % del valor de compraventa más un 15 % en gastos de gestión) para conceder una hipoteca para primera residencia. Sin embargo, para las hipotecas de segunda residencia la banca exige un porcentaje mayor. Normalmente conceden un 70 % de la financiación para estos préstamos hipotecarios.

Como consecuencia el cliente debe aportar un 30 % de ahorro para cubrir la parte que el banco no financia del valor de compraventa y un 15 % más para los gastos de formalización de la hipoteca y la compraventa. En total un 45 %, es decir 45.000 € por cada 100.000 euros.

Ingresos más elevados

Para conceder cualquier tipo de financiación hipotecaria, los bancos exigen un alto nivel de solvencia. Lo que se traduce en puesto de trabajo fijo y con experiencia, además de ingresos elevados, normalmente superiores a los 2.000 euros.

La cuota no puede suponer un importe superior al 35 % de los ingresos, por lo que las hipotecas para segunda vivienda exigen sueldos más elevados ya que conceden menos plazo, por lo que la cuota media es más abultada que la de un préstamo hipotecario normal.

En una hipoteca para vivienda habitual el plazo medio es de 30 años, pero puede llegar hasta los 40 años, como en la Hipoteca Naranja de ING DIRECT. Sin embargo, en las hipotecas para segunda vivienda el plazo medio es de 20 años.

Economía Digital

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