El BCE advierte a Sánchez de que ataje el déficit

El Banco Central Europeo considera que actualmente España no cuenta con margen para reducir los impuestos ni para incrementar el gasto

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El último boletín económico del Banco Central Europeo (BCE) da un toque de atención a la economía española: España es el país de la zona euro (sin tener en cuenta a Grecia, por sus especiales circunstancias) que dispone de menos holgura para reducir los impuestos y aumentar el gasto público. Es un mensaje, pues, a Pedro Sánchez que, si logra la reelección, pretende incrementar el gasto.

Esto es debido, principalmente, al elevado nivel de deuda pública, que se aproxima al 100% del PIB, sumado al aún considerable déficit público de carácter estructural. Pese a este escenario, los partidos políticos insisten en prometer recortes de impuestos o fuertes incrementos del gasto público, cuya financiación solo puede hacerse acudiendo a la deuda.

Según avanza este viernes El Confidencial, al cierre del primer semestre, el déficit del Estado (sin contar otras administraciones) se situó en 10.514 millones de euros, lo que supone un incremento del 27% respecto del mismo periodo del año anterior. Este aumento del saldo negativo fue consecuencia de un crecimiento del gasto del Estado, que aumentó un 3,8%, mientras que los ingresos se mantuvieron contenidos en el 1,8%. Este déficit equivale al 0,84% del PIB, frente al 0,68% de un año antes.

Vulnerabilidad de la economía española

En las recomendaciones ya presentadas por Bruselas se concluye también que tan solo siete Estados (Alemania, Luxemburgo, Holanda, Chipre, Malta, Austria y Letonia) han alcanzado “posiciones fiscales saneadas”, mientras que España, Italia, Francia y Bélgica, tienen unas cuentas públicas que se sitúan muy lejos de cumplir lo que la Comisión Europea denomina objetivos presupuestarios de medio plazo. Es decir, que estos últimos países son los más vulnerables a “posibles contracciones del PIB” o a una mayor volatilidad de los mercados financieros.

Las posiciones presupuestarias estructurales de España y de Italia se han deteriorado en los últimos años, por lo que la distancia con respecto a sus objetivos de medio plazo se ha ampliado. Además, desde Europa se insiste en la “limitada mejora observada” en los años recientes “tiende a sobreestimar los esfuerzos que realmente han realizado los gobiernos”.

La única forma de cumplir esas promesas sería un fuerte crecimiento económico, aunque esto se ve fuertemente condicionado por la ralentización económica mundial, que lastra los datos de España. 

El último Consejo de la UE, incluso, exigió a España, que adoptara las medidas necesarias a partir de 2019 para cumplir las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Es más, aconsejaba que en lugar de bajar impuestos “utilice los ingresos extraordinarios que puedan obtenerse” para reducir la deuda pública.

 

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