El Gobierno elude las presiones de la banca y obligara a sanear a costa del beneficio

De Guindos desoye las peticiones del sector, que pretende que la dotación sea contra capital o provisiones ya realizadas

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El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha aclarado una de las principales incógnitas que pesan sobre el futuro de la banca española El responsable del plan de saneamiento del sector financiero ha detallado que las nuevas exigencias de provisiones al sector financiero, cuantificadas en alrededor de unos 50.000 millones de euros, van a dotarse contra los beneficios de las entidades por lo cual estos van a reducirse.

Se descarta por tanto que la dotación se haga contra capital u otras provisiones ya dotadas. Además ha dejado claro que no habrá dinero público para ayudar a las entidades a digerir ese saneamiento de los activos inmobiliarios.

«Se va a pedir más esfuerzo, lo que supone reducir el beneficio de los bancos. Pero el sector se va a sanear», ha explicado en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press.

El ministro asegura además que si el saneamiento se produce a través de fusiones las entidades resultantes
serán «más eficientes», lo que relacionó con la normalización del crédito. Para el titular de Economía, los bancos y cajas de ahorros «se están llenando» de activos inmobiliarios sobrevalorados en balance, lo que a su vez dificultan su venta. En este sentido, avanzó que con las exigencias para provisionar estos pisos se ajustan a su valor real y se facilita su venta con lo que el precio de la vivienda descenderá «más». «La contracción del crédito no puede continuar», esgrimió.

Mejor gestión y más transparente

De Guindos, quien volvió a descartar la creación del conocido como ‘banco malo’, garantizó que el Gobierno «no se va a meter» en las «parejas» que surjan de la segunda oleada de fusiones. Ahora bien, exigió nuevas entidades con «mejor» gobierno corporativo y «mayor transparencia».

En este sentido, el ministro aseguró «sentir preocupación» por los sueldos de los directivos de las entidades que han recibido algún tipo de ayuda pública durante la primera fase de reestructuración. «El Gobierno es consciente de los muchísimos esfuerzos que está pidiendo a la ciudadanía», admitió, por lo que considera necesario hacer extensible este «esfuerzo» a los ejecutivos de las entidades intervenidas.

Sin embargo, De Guindos diferencia entre las cajas intervenidas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), en las que garantiza el «control absoluto» de los sueldos de la cúpula, y de otras que recibieron ayudas públicas que se remuneran a un tipo de interés elevado, como Bankia.

Economía Digital

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