La incertidumbre en Grecia crece (el BCE se delata)

El Banco Central Europeo delata con sus decisiones que la economía griega está de nuevo descontrolada

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Esta decisión delata que en Grecia el escenario vuelve a complicarse por días. El Banco Central Europeo (BCE) ha incrementado en 400 millones de euros, a petición del Banco de Grecia, el techo de crédito que pueden solicitar los bancos helenos a través del mecanismo de provisión de liquidez (ELA), el primer aumento en casi un año.

Desde octubre de 2015, pocos meses después de que Alexis Tsipras firmase el tercer rescate, la dependencia de este tipo de créditos había disminuido paulatinamente y tan solo en abril del año pasado registró un incremento puntual. Según informó el Banco de Grecia, el incremento del techo máximo del crédito «es consecuencia de la evolución de la liquidez de la banca griega y del flujo de los depósitos».

El máximo de crédito del que pueden disponer las entidades del país se queda en 46.400 millones de euros hasta el 5 de abril. El pasado 9 de marzo, el BCE había reducido el techo hasta los 46.200 millones de euros tras haberlo mantenido estable desde el 3 de febrero a los 46.300 millones. En los primeros dos meses de este año, los depósitos privados en los bancos griegos se han reducido en 4.000 millones de euros, hasta los 119.000 millones, lo que constituye el mínimo histórico de los últimos 15 años.

Grecia: los depósitos privados en los bancos se reducen en 4.000M€ en dos meses

Además, los especialistas están preocupados por el riesgo de salida del sistema bancario de otros 4.000 millones de euros, que entraron en el segundo semestre de 2016. Al tratarse de depósitos «repatriados» estos fondos no están sujetos a las limitaciones del control de capitales, en vigor desde julio de 2015. Como consecuencia de esta hemorragia, los analistas dudan sobre la posibilidad de la banca griega de lograr el objetivo de incrementar en 2017 el volumen de depósitos del sector privado en 10.000 millones de euros.

La banca griega ha recibido los créditos de emergencia después de que, a mediados de febrero de 2015, el BCE dejase de aceptar la deuda helena como garantía en sus operaciones de refinanciación. Desde que el BCE volvió a aceptar, a finales de junio, la deuda helena como colateral, el techo de ELA bajó drásticamente, pues los bancos pudieron volver a recurrir a este instrumento para adquirir liquidez.

El ELA fue hasta ese momento el único canal por el que los bancos podían acceder a financiación a corto plazo a través del Banco de Grecia, aunque a un interés mayor del que pide el BCE en sus operaciones ordinarias de refinanciación. El bono griego a diez años cotizaba este jueves en el mercado secundario al 7,41%, y la prima de riesgo se situaba en los 699 puntos básicos.

El nuevo síntoma

Según los medios locales, el incremento del techo de ELA es un nuevo síntoma de la incertidumbre sobre las perspectivas de la economía griega, que empieza a resentirse por el retraso que están sufriendo las negociaciones entre Grecia y sus acreedores para finalizar la segunda evaluación del rescate. Estaba previsto que las negociaciones concluyeran en diciembre.

Actualmente, las negociaciones se han trasladado a Bruselas, donde varios ministros griegos y representantes de las instituciones acreedoras –Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Monetario Internacional– intentan solucionar los flecos pendientes.

Se trata, fundamentalmente, de lograr un consenso en el espinoso tema de la reforma laboral, la ampliación de la base impositiva y los objetivos fiscales después de 2019, es decir, una vez concluido el tercer programa de asistencia, por un total máximo de 86.000 millones de euros.

Círculo vicioso

La enorme cartera de créditos morosos de la banca griega, que supera el 40% y fruto del impago de hogares y empresas en el marco de la crisis, es uno de los principales problemas para que Grecia pueda salir del círculo vicioso en el que se encuentra desde hace más de siete años. En el marco de la segunda revisión del rescate, el gobierno heleno y sus acreedores han negociado fórmulas para que pueda haber pactos extrajudiciales entre bancos y empresas con créditos impagados –sobre las deudas de particulares ya hubo anteriormente un acuerdo–.

Si bien este asunto ha podido resolverse, las medidas acordadas no podrán entrar en vigor hasta que no se cierre la segunda evaluación del rescate.

Economía Digital

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