La renta mínima elevará el déficit al menos en tres décimas

El modelo en el que trabajó Escrivá cuando era presidente de la AIReF contemplaba un gasto mínimo de 5.500 millones, que podría ser mayor con más paro

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La crisis del coronavirus dejará una enorme mochila de deuda al Estado español, a la que el PSOE y Unidas-Podemos echarán más leña al fuego con la aprobación de una renta mínima vital. Esta medida, que el ministro de ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá conoce muy bien porque estudió a fondo cuando era presidente de la AIReF no será circunstancial por la crisis, sino que se implementará de forma permanente y que inyectará hasta tres décimas de déficit estructural a la economía español.

Así lo refleja la AIReF en su informe del año pasado, en el que estimaba en 5.500 millones de euros el impacto del modelo que parece similar al que estudia el Ministerio, que sería el que tendría un mayor impacto en la eliminación de la pobreza. «El coste de la prestación sería 5.500 millones de euros, pero se obtendría un ahorro de aproximadamente 2.000 millones de euros por la supresión de otras prestaciones nacionales y autonómicas. Este nuevo sistema podría introducirse de manera gradual (3 años), lo que supondría anualmente una décima más de déficit estructural, cuya compensación con otras medidas pueda resultar factible», recomendaba entonces la autoridad fiscal. 

Escrivá, sin embargo, ha dejado la puerta a que el gasto sea mayor esta mañana durante su intervención en la COPE y dependerá de cómo se estructure la media. El ministro no se ha atrevido a señalar qué nivel mínimo de renta se fijará, que es algo que podría alterar esta cifra, pero ha dejado claro que la factura puede ser mayor. Así, tras ser preguntado sobre si el impacto sería de 6.000 millones de euros, el ministro ha dicho que «estará en la parte alta» y ha hecho referencia a que el ministerio manejaba una serie de modelos en los que medía la sensibilidad económica del desempleo.

En el informe del año pasado, la AIReF llegó a cuantificar el impacto en 11.200 millones de euros en el peor de los momentos; es decir cuando el paro marcó máximos en 2014, aunque este modelo no utilizaba la propuesta de la autoridad fiscal, sino la presentada por los sindicatos al Congreso, por lo que la cifra podría variar. Según las expectativas del FMI, en principio, la crisis del coronavirus no generará niveles de desempleo tan importantes para la economía española como los de hace seis ejercicios, pero augura que este año la tasa de desempleo podría rozar el 21%.

Si la incorporación de la renta mínima es efectiva, la expectativa de déficit, que el Fondo Monetario Internacional ha fijado en el 9,5% para 2020, podría verse más presionada. No obstante, el incremento del gasto no será total este ejercicio. El ministro se ha dado un mes para presentar una norma al Consejo de Ministros y luego se tendrían que poner en marcha, lo que previsiblemente deje para 2021 el impacto total en el déficit.

Más deuda primero, más impuestos después

La fuerte caída de la recaudación y el volumen de gasto social que está generando la crisis va a obligar a que esta nueva medida se financie también con deuda. El FMI adelantaba que España tendría que emitir hasta 180.000 millones en deuda en dos años, y la renta mínima también habrá que sufragarla.

La intención a medio plazo del Ejecutivo de coalición es, sin embargo, que se pague con mayores impuestos; algo que ha confirmado Escrivá en la COPE esta mañana. No obstante, no ha precisado cuándo se podrán poner en marcha subidas de impuestos que compensen este mayor gasto estructural

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