Unicaja: adiós a sus autopistas con una plusvalía que le cambia el año

La plusvalía generada, por encima de los 100 millones, equivale a más de un 60% del beneficio que los bancos de inversión esperaban que ganara este año

Manuel Azuaga, presidente de Unicaja Banco

Manuel Azuaga, presidente de Unicaja Banco

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Unicaja ha puesto punto y final en menos de una semana a su inversión en autopistas. El pasado viernes comunicaba a la CNMV la venta de la Autopista del Sol (Ausol) a Meridiam y este lunes se conocía el traspaso a Sacyr de su participación en la Autopista Las Pedrizas. Unas desinversiones que, previsiblemente, le harán apuntarse unas plusvalías por encima de los 112 millones; una cifra que supone un importantísimo espaldarazo para las cuentas del grupo.

Aunque ambas operaciones están pendientes de cierre, si se concluyeran a lo largo del año, solo esta plusvalía equivaldría al 64% del total del beneficio previsto para Unicaja este año. De acuerdo con Bloomberg, antes de conocerse estas desinversiones, la media de analistas calculaba para el banco un beneficio neto de 175 millones en 2019. La entidad andaluza no ha definido por el momento para qué utilizará los fondos recibidos por las concesiones.

Fuentes financieras explican que ambas desinversiones no se encuadran dentro de un plan concreto de colocación de activos del grupo, sino que se han realizado aprovechando las oportunidades que está dando el mercado. «Hay apetito por estas infraestructuras y las concesionarias quieren rotar la cartera; por lo que ha venido todo rodado», apuntan, y recuerdan que Unicaja había participado en ambos proyectos desde su origen. En el caso de Ausol su participación se remontaba a 1994 y en Las Pedrizas, a 2011.

El banco presidido por Manuel Azuaga también habría aplicado esta filosofía, cuando vendió a Javier Hidalgo el 7% del capital que ostentaba en Air Europa

El camino en solitario de Unicaja

Hace aproximadamente un mes que Unicaja y Liberbank comunicaban la ruptura de las negociaciones para una fusión. Desde entonces, el banco andaluz se deja en bolsa casi un 20%, aunque también golpeada por las peores previsiones de tipos de interés.

Este divorcio previo incluso a la banca, ante la imposibilidad de cerrar un pacto sobre los términos del canje de la fusión, ha dejado a ambas entidades en tierra de nadie respecto al mercado; que ahora espera noticias sobre cuáles serán sus planes por separado.

Respeco a Liberbank, hace pocos días dio pasos adelante en materia de limpieza de activos no productivos. El grupo que lidera Manuel Menéndez se lo ha marcado como una prioridad y, aunque a corto plazo la expectativa de una oferta de Abanca se ha apagado, desde el mercado no la descartan completamente.

La estructura de capital de Unicaja -con una participación que roza el 50% en manos de la Fundación-, siempre la ha colocado como una candidata más a una fusión pactada, en línea con la que estudiaba con Liberbank, que a una operación de adquisición en mercado. Ahora se especula con la posibilidad de que se acerque a Ibercaja, que debería ser una entidad cotizada antes de las campanadas de bienvenida a 2021. 

No obstante, también tiene planes en solitario. En su última junta de accionistas, Unicaja adelantó un año el objetivo de repartir el 40% de sus beneficios como dividendo y las plusvalías logradas con la venta de participaciones refuerza ese compromiso, ya que su solvencia es consistente. A 31 de diciembre de 2019, su ratio CET 1 Fully Loaded era del 13,5%. 

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