El desmantelamiento de Endesa-As Pontes generará 3.500 toneladas de residuos de amianto

Deberán guardarse a cubierto y sobre suelo impermeable hasta que una empresa autorizada proceda a su retirada; los trabajos durarán cinco años y la Xunta quiere conservar la chimenea

Endesa As Pontes

Central de Endesa en As Pontes. Europa Press

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El Ministerio para la Transición Ecológica ha dado luz verde a la declaración de impacto ambiental de Endesa para el desmantelamiento de la central térmica de As Pontes, proceso que queda pendiente solamente de la última autorización del Gobierno para iniciar la demolición justo cuando las instalaciones vuelven a ganar fuerza en el mix energético debido a los disparatados precios del gas. Endesa volvió a quemar carbón en la localidad coruñesa casi a la vez que entregaba su proyecto de desmantelamiento a la Dirección General de Política Energética, en diciembre del año pasado.

El estudio de impacto ambiental prevé que los trabajos se prolonguen durante cinco años y se desarrollen en tres fases sucesivas: la implantación de infraestructuras y servicios necesarios para las obras; las actuaciones previas al desmantelamiento como limpiezas, lavados y vaciados de sistemas o adecuación y desvío de servicios esenciales; y, por último, el propio desmantelamiento de las instalaciones.

Residuos peligrosos

En el proceso, Endesa prevé generar más de 4.000 toneladas de residuos peligrosos, fundamentalmente amianto, con 3.470 toneladas. “Todos los residuos se clasificarán de acuerdo con su naturaleza y se almacenarán de conformidad con la normativa aplicable en espera de su traslado a gestores autorizados. Será necesario un Plan de Trabajo con Riesgo de Amianto para obtener las autorizaciones y aprobación por parte de la autoridad competente, previa a la retirada y gestión de los elementos con contenido de amianto”, explica el documento, publicado este lunes en el BOE.

De acuerdo con Augas de Galicia, el almacenamiento de estos residuos peligrosos deberá realizarse en superficie cubierta, sobre suelo impermeable y “disponer de los dispositivos de retención adecuados”. “La empresa encargada de la retirada de los residuos deberá estar inscrita en el registro de empresas con riesgo de amianto como gestor autorizado”, señala el estudio.

El volumen total de residuos previsto en el desmantelamiento de la central asciende a 385.000 toneladas, la mayoría inertes pétreos y residuos metálicos.

Voladuras, suelo liberado y discrepancias con la chimenea

Endesa ha dividido el espacio en ocho zonas “con características propias y especificas desde el punto de vista de las técnicas y maquinarias de demolición”. Se trata de la nave de turbinas y silos de carbón; calderas y precipitadores; plantas de desulfuración y desnitrificación; parque de carbón central; parque de carbón de Saa, chimenea; torres de refrigeración; y edificios y estructuras varias.

El desmantelamiento liberará más de un millón de metro cuadrados de suelo, gracias en buena medida a los grandes depósitos de carbón. El plan establece que antes de su demolición debe retirarse todo el carbón que continúe almacenado, si se da el caso.

Endesa también prevé voladuras, por lo que “se confeccionará un Proyecto de Voladura para la obtención de la correspondiente autorización de empleo de explosivos para la realización de los trabajos que en él se describan, previa aprobación reglamentaria de la correspondiente Autoridad Gubernativa y Minera”.

La Xunta informó desfavorablemente sobre la destrucción de la chimenea y pidió “un análisis/estudio del posible valor cultural de la instalación”.

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