El jefe del Fuenlabrada financió al club con sus pufos inmobiliarios

Su presidente, Jonathan Praena, inyectó en el club más de 3,4 millones de euros procedentes de empresas de su grupo salpicado en escándalos inmobiliarios

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En apenas unos días, el Club de Fútbol Fuenlabrada ha pasado de ser el equipo revelación en la Segunda División española a verse amenazado por el descenso administrativo ante los presuntos incumplimientos e irregularidades que se habrían detectado con su viaje a A Coruña. El conjunto madrileño se había convertido en la sorpresa de la temporada en su primera campaña en la categoría de plata del fútbol español a la que accedió tras quedar primero en el grupo I de Segunda B en 2019 y vencer en el playoff de campeones gracias a un proyecto plagado de estrellas para la categoría que fue financiado con el Grupo Prádena. Se trata de la firma cofundada por el presidente del club, Jonathan Praena, y que se ha visto salpicada por numerosos escándalos inmobiliarios en la Comunidad de Madrid.

Así lo reflejan las cuentas anuales correspondientes a la temporada 2018-19 que el Fuenlabrada ha depositado en el Registro Mercantil de Madrid. En ellas se constata que el Club de Fútbol Fuenlabrada contaba, al cierre de junio de 2019, con deudas a largo plazo por valor de 3,4 millones de euros con empresas vinculadas al Grupo Prádena. Solo el pasivo con este conjunto de firmas entre las que se encuentra Gadepra, Equipo Solar XX o Esaesnu multiplican por seis una facturación que la temporada pasada se situó en los 533.000 euros en una Segunda B que cuenta con unos ingresos por derechos televisivos casi insignificantes en comparación con los que se obtienen en Primera o Segunda División.

Prádena sustituye a los bancos

“La sociedad es un club de fútbol que en la temporada 2018-19 ha logrado su ascenso a la Segunda División del Fútbol español. Hasta el momento actual su actividad ha sido deficitaria, financiándola con aportaciones de partes vinculadas que, de acuerdo a la información a la que hemos podido acceder, la han facilitado mayoritariamente mediante entregas en metálico”, recoge el informe de auditoría del club, que especifica que buena parte de esas inyecciones de fondos en el Club de Fútbol Fuenlabrada se realizaron en cash.

Las aportaciones del conglomerado de sociedades que cuelgan del Grupo Pradena representan la única fuente de financiación del club, que entre el resto de su balance solo cuenta otros pasivos por impuesto diferido por valor de 1,4 millones de euros y cuentas a saldar con acreedores que ascienden a 0,9 millones de euros. Ni rastro de deuda bancaria, a la que el club no necesita acudir al colmar sus necesidades financieras con un total de siete sociedades.

Se trata de Hostelería Aljo, con la que tiene pendientes deudas a largo plazo por valor de 1,06 millones de euros; la matriz Grupo Prádena, a la que debe 0,76 millones de euros; Hostelería Sur La Malagueta, con saldos activos por valor de 0,5 millones de euros; y Gadepra, con 0,14 millones de euros todavía pendientes. Pero a estas cinco empresas se suman Equipo Solar XX y Esaesnu, que concedieron préstamos por valor de 0,69 y 0,13 millones de euros respectivamente mediante la fórmula de préstamos participativos, pudiéndose canjear por acciones si se cumplen requisitos como lograr “cinco años de beneficios» o «la venta del mismo [el club] a un tercero”.

Conversión de créditos en acciones

Estos préstamos podrían seguir los pasos de los otros pasivos a corto plazo por valor de 1,8 millones de euros con los que contaba al cierre de la temporada 2017-18 y que han ascendido en el balance para pasar a formar parte del capital social de la compañía, tal y como recalca la compañía en su informe de gestión. “Se ha acordado la ampliación del capital social en el importe de 1,8 millones de euros hasta alcanzar la cifra de 2 millones de euros con cargo a créditos líquidos, vencidos y exigibles”.

El movimiento ejecutado por la directiva del Fuenlabrada que encabeza Jonathan Praena permitió insuflar músculo a las cuentas del club del fútbol con cargo a algunas de las empresas de su buque insignia con el que acumula un reguero de polémicas y denuncias por parte de clientes.

Escándalos inmobiliarios

El último incidente y el más sonado es el que tuvo lugar con su Residencial Malagueta XIII, Residencial Malagueta XIV, Residencial Malagueta XV y Residencial Malagueta XVI. Un total de 64 familias se han visto afectadas, según informó el portal Fuenlabrada Noticias el pasado verano por los incumplimientos del Grupo Prádena. Los compradores abonaron cantidades cercanas a los 50.000 euros ya a comienzos del año 2017 con la previsión de que a mediados de 2019 ya estuviesen construidas.

Pero el escándalo saltó en julio del año pasado, cuando tras años sin iniciar las obras, los representantes del Grupo Prádena notificaban a través de un burofax de que rescindían de manera unilateral el contrato de reserva y opción de compra de las viviendas. “El coste de proveedores, mano de obra, materiales y demás elementos necesarios para la construcción de viviendas se han incrementado hasta el punto de hacer inviable las condiciones de precio pactadas a la fecha de suscripción del contrato”, recalcaba la firma a través de un burofax remitido a los afectados, que posteriormente mantendrían una reunión con Praena en la sede municipal del que saldría el compromiso de devolver estas cantidades más intereses en el plazo de “dos o tres meses”. Sin embargo, una vez expirado este periodo (a finales de noviembre) un grupo de afectados decidió enviar una carta a los medios de comunicación denunciando que estos pagos todavía no se había producido.

Fuera de Fuenlabrada, el Grupo Prádena también se ha visto salpicado por la polémica con el Residencial Águeda Tempranales, promoción ubicada en San Sebastián de los Reyes. A falta de los últimos retoques para terminar la obra, la promotora decidió enviar un burofax para solicitar a los compradores que abonasen un total de 50.000 euros “extra” cada uno para finalizar las obras y poder acceder a sus viviendas. La decisión desató una guerra con los compradorese incluso forzó la propia mediación del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, que el pasado verano prometió que pondría todos los recursos para defender a los vecinos de Residencial Águeda.

El Grupo Prádena ya era un viejo conocido para este municipio después de que, según recogió en su día la Cadena Ser, la firma solicitase un total de 100.000 euros a los propietarios del Residencial Monachil para solventar diferentes contratiempos surgidos durante la construcción.

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