Galicia, una mina de oro para Florentino Pérez
El presidente de ACS no solo hace caja con las obras del AVE, también se embolsó jugosos contratos de Navantia y el Puente de Rande, aunque en sus empresas en la comunidad hay despidos y conflictividad laboral

El curriculum de Florentino Pérez en Galicia es excelso. En 2013 emergió como el rey de la obra publica en la comunidad, el que más facturó por contratos de las administraciones lo largo del ejercicio. Entre los adjudicados por Fomento y los de la Xunta alcanzaron los 64 millones, repartidos en la larga lista de filiales del grupo ACS: Dragados, De Vías y Construcciones, Cobra, Drace Infraestructuras, Geocisa… todas pescaron algo en suelo gallego.
El balance de este curso podría ser todavía mejor para el también presidente del Real Madrid, y no sólo por las obras del AVE. ACS, junto a la gallega Puentes y Calzadas, se encargará de la ampliación del Puente de Rande. La obra la adjudica Itínere, el propietario de la concesionaria de la AP-9, Audasa. Es, por tanto, un contrato privado, aunque vinculado a los acuerdos de Audasa con Fomento. El presupuesto asciende a 300 millones de euros. El peso en el consorcio adjudicatario se reparte en un 65% para ACS y en un 35% para Puentes y Calzadas.
Navantia
Dejando de lado el AVE, es una de las obras más importantes de la compañía presidida por Floro en Galicia. Se había llevado un pellizco de la Cidade da Cultura, pero muy inferior en importe. Casi anecdótico en la magna obra. El otro gran contrato de ACS fue el del Puerto Exterior de A Coruña. Presupuestado en 425 millones, se lo adjudicó Dragados en un consorcio con OHL, de Villar Mir, y la ourensana Copasa.
El otro río en el que ha pescado Florentino Pérez ha sido en Navantia. Maessa, filial del grupo ACS se adjudicó en septiembre del año pasado el montaje de 50 bloques de proa del flotel de Pemex por un importe de 1,8 millones. Los trabajos para el buque de la petrolera, vieja conocida de ACS por obras millonarias en suelo mexicano, ascendían a cierre de 2014 a siete contratos por un valor que superaba los 3,8 millones, según consta en los datos que publican los astilleros públicos.
Problemas laborales y despidos
El contrato de los bloques de proa precedió a un periodo de conflictividad laboral en Maessa. Los trabajadores acusaron a la filial de ACS de «amenazas» y «coacciones» por protestar contra las condiciones laborales. El principal motivo de disgusto, que desembocó en un paro, era los salarios, que se estaban pagando por debajo de la media.
Peor es el escenario para Cobra Servicios Auxiliares, filial de ACS, en A Coruña, dedicada a la colocación y lectura de los contadores eléctricos de Gas Natural Fenosa. La compañía anunció a sus empleados la intención de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que dejará a cerca de 140 personas en la calle, la práctica totalidad de la plantilla. Los sindicatos denunciaron que antes de la negociación del expediente ya se despidió a 33 trabajadores temporales.