La crisis de Barreras entra en un laberinto jurídico

Barreras solicita la disolución de la sociedad en un juzgado y también la suspensión del procedimiento, como estrategia para blindarse hasta febrero

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Barreras se zambulle en su propio laberinto, esta vez en los juzgados. El consejo de administración de Hijos de J. Barreras ha solicitado este martes en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, la disolución judicial de la sociedad controlada por Pemex, García Costas y Albacora. A la vez, ha requerido también la suspensión del procedimiento y otras peticiones subsidiarias a la suspensión interesada, según fuentes jurídicas. Y todo apunta a que se trata de una estrategia de blindaje para ganar tiempo hasta febrero, cuando se cumplen los cuatro meses preceptivos desde que presentara el preconcurso de acreedores, que se activó en octubre.

Tal y como han trasladado fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), la solicitud se ha realizado al amparo de la Ley de Sociedades de Capital y de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, que regula algunos aspectos de los procesos de liquidación. De hecho, según recoge la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria, una vez presentada la disolución de la sociedad, el secretario judicial deberá citar a los administradores y otros interesados que «hayan de intervenir en el expediente».

En manos del juez

Finalmente, el juez resolverá en un auto el expediente en el plazo de cinco días desde la finalización de la comparecencia. Si se declara la disolución judicial de la sociedad se designará a los liquidadores en el propio auto.

Esta situación se produce después de que trascendiese que el armador Ritz Carlton había llegado a un acuerdo con los propietarios del 75% del capital (PMI, filial de la petrolera mexicana Pemex, y el grupo Albacora) para controlar el astillero. Además, se mostró dispuesto a aportar entre 50 y 60 millones de euros para cubrir el sobrecoste del crucero que se encuentra en construcción en las instalaciones de la empresa en la ciudad olívica.

La crisis sigue en las gradas

Mientras, el astillero se encuentra desde el pasado mes de octubre en preconcurso de acreedores, después de que el Juzgado de lo Mercantil lo admitiese. La empresa podrá negociar con sus acreedores hasta febrero para evitar la situación concursal, que parece no influir en el proceso de la disolución de la sociedad presentado este martes.

Por otra parte, la Confederación Intersindical Galega (CIG) ha celebrado una nueva concentración en la que han participado empleados y delegados sindicales frente a las instalaciones del astillero vigués. De este modo, han reclamado una solución a la crisis de la empresa que permita el mantenimiento de los puestos de trabajo y que la Xunta asuma el control de Barreras.

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