La Xunta pide al Gobierno una solución global para Alcoa y Alu Ibérica

El conselleiro de Economía culpa al modelo energético del Ejecutivo de “los cierres” de Gamesa, Vestas, Alu Ibérica y Alcoa y dice que Transición Ecológica es la responsable de tramitar los proyectos renovables para abastecer a la fábrica de San Cibrao

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto (d), posa en una fotografía en el acto de firma del acuerdo en Santiago entre Alcoa y los sindicatos de la fábrica de Cervo (Lugo), a 30 de diciembre de 2021, en Santiago de Compostela, A Coruña, - César Arxina - Europa Press

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto (d), posa en una fotografía en el acto de firma del acuerdo en Santiago entre Alcoa y los sindicatos de la fábrica de Cervo (Lugo), a 30 de diciembre de 2021, en Santiago de Compostela, A Coruña, – César Arxina – Europa Press

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No habían pasado más de 10 minutos desde que la ministra de Industria, Reyes Maroto, instó a la Xunta a agilizar la tramitación de proyectos renovables en A Mariña para garantizar el suministro energético a Alcoa, cuando Francisco Conde, el conselleiro de Economía, hizo la misma petición, pero al Ministerio de Transición Ecológica. Tan poca sintonía había entre las dos administraciones que, compartiendo el objetivo de acelerar la reapertura de la fábrica de San Cibrao antes de 2024, ni siquiera se ponían de acuerdo sobre quién debe agilizar los trámites.

Solo fue una muestra de la lejanía entre ambos gobiernos en una crisis que ha cambiado de fase, con Alcoa parando las cubas de electrolisis para reducir las pérdidas derivadas del coste energético y buscando acuerdos bilaterales con operadores para reactivarlas en 2024, con dos ya sobre la mesa, uno con Greenalia y otro con Capital Energy.

“El Gobierno es incapaz de normalizar el precio eléctrico”

Si estos proyectos son de más de 50 megavatios, la tramitación corresponderá a Transición Ecológica, pero deberá contar con la valoración de la Xunta. El Gobierno gallego, sin embargo, está más interesado en una solución integral para las electrointensivas, un cambio de modelo energético que facilite el futuro industrial de San Cibrao pero también de Alu Ibérica, por lo que pidió que el Ministerio de Transición Ecológica se incorpore a la comisión de seguimiento, que celebró su primera reunión este jueves. El Gobierno gallego quiere una «solución global» que incorpore también a las factorías de A Coruña y Avilés, al entender que su situación está directamente relacionada con la «política energética» del Ejecutivo, por lo que considera que hay que «trabajar en paralelo».

“Estamos ante una crisis industrial vinculada a una crisis energética por la transición ecológica del Gobierno. Las industrias no tenían estos problemas y producían con normalidad hace tres años”, dijo Francisco Conde, que culpó al Ejecutivo central de los cierres de Gamesa, Vestas, Alu Ibérica y Alcoa. Sí, habló de cierres incluyendo a la fábrica de A Mariña, pues para Conde se va a producir “un cierre temporal, si creemos las promesas de la empresa”.

“Lo que está ocurriendo es que la falta de un precio eléctrico competitivo impide hablar de normalidad en la producción. El Gobierno fue incapaz de normalizarlo en tres años. Primero fue el cierre de Alu Ibérica y después en San Cibrao. El compromiso de la Xunta es trabajar en un marco energético que permita reactivar antes la producción de aluminio. Mejor en 2022 que en 2024”, insistió Conde.

La Xunta “irresponsable”

El cruce de reproches entre Reyes Maroto y Francisco Conde fue duro. La ministra de Industria, que intervino antes que el conselleiro, le reprochó que el día que votaban los trabajadores el acuerdo dijera que se trataba de un cierre en falso, en alusión a la parada de las cubas de electrolisis. “Creo que debemos generar confianza. Tenemos esa responsabilidad como administración”, apuntó Maroto.

La ministra pidió a la Xunta “que no se ponga de perfil” y que presente un plan para A Mariña “en lugar de generar desasosiego”. “Ayer fue un día muy duro. No es un día bueno para los trabajadores, sino un día agridulce. Queremos generar confianza y garantizar que se cumplen los acuerdos, pero también que la Xunta no eluda sus responsabilidades excusándose en el Gobierno”, insistió.

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