Nueva Pescanova afronta su ERE tras borrar más de 300 empleos el año pasado

La pesquera con sede en Chapela (Redondela) ha anunciado la puesta en marcha de un ERE para casi un centenar de trabajadores tras cerrar 2022 con pérdidas por valor de 53 millones de euros

Fachada de la sede de Nueva Pescanova en Chapela (Redondela)

Fachada de la sede de Nueva Pescanova en Chapela (Redondela)

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Ajuste laboral a la vista en Nueva Pescanova. La compañía gallega ha comunicado a los comités de empresa su intención de iniciar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en los servicios centrales del grupo en Chapela (Redondela) y Madrid. La medida, que afectará a algo menos de una centenar de trabajadores, estaría justificada, según asegura la empresa propiedad de Abanca, por «causas económicas y organizativas”.

“El objetivo de la compañía es adaptarse a un entorno global desafiante y asegurar la sostenibilidad de la empresa a largo plazo”, ha reivindicado la firma en un comunicado en el que asegura haber explorado previamente «todas las alternativas posibles y tomado medidas para minimizar el impacto en sus equipos”.

Destrucción de empleo

Nueva Pescanova abordará este despido colectivo después de haber reducido plantilla a lo largo de un ejercicio fiscal 2022 (lo cerró en marzo de 2023) marcado por el desafío de la inflación. No en vano, según se refleja en la memoria anual de la compañía que preside José María Benavent, su número medio de empleados a lo largo de 2022 fue de 11.532 frente a los 11.856 que registraba como promedio en 2021.

El descenso se hace mayor si se compara el mes de marzo de 2023 con el de 2022. Y es que la pesquera con sede en Chapela ha pasado de contar con 11.133 empleados a 10.055. Se trata de un recorte de 1.078 empleos que se ha hecho notar con especial intensidad en Guatemala. No en vano, Nueva Pescanova ha reducido su plantilla de 1.400 a 825 trabajadores en el que ahora es su quinto mayor país por volumen de empleo.

Guatemala pasó del cuarto al quinto puesto y vio cómo España (país en el que ahora recae un ajuste laboral en forma de ERE) le superaba en este ranking al cerrar marzo con 1.209 trabajadores en plantilla (26 menos que en el mismo mes del año anterior). El podio de países con más presencia por parte del grupo Nueva Pescanova lo copan Nicaragua (1.480 empleados), Ecuador (2.215) y Namibia, con 2.438. La compañía gallega cuenta con dos plantas en Namibia: la Lüderitz, la mayor fábrica de procesado de merluza de toda África, y la de Walvis Bay, en la que procesa el pescado procedente de su flota congeladora.

Ante esta disminución de plantilla, Nueva Pescanova vio cómo sus gastos de personal se movían también a la baja en un 2022 marcado por la presión al alza sobre las materias primas y las fuentes energéticas. Según se desprende de su memoria anual, los gastos en salarios y en cotizaciones sociales descendieron de 202,1 a 201,1 millones de euros.

En dinámica opuesta se movieron el resto de gastos. Así, los aprovisionamientos (mercancías y materias primas) pasaron a comerse más de un 60% de sus ingresos al pasar de los 616,4 millones de euros del ejercicio 2021 (suponían 56,8% de la cifra de negocio) a los 651,7 millones de 2022. Por su parte, la rúbrica de «otros gastos de explotación», que engloba, básicamente, a los servicios exteriores, engordó su montante de 205,4 a 215,8 millones de euros.

Nueva Pescanova apunta a su vuelta a beneficios

Es por ello que la compañía informaba en su memoria anual de que «el impacto de la guerra de Ucrania y sus consecuencias en la inflación, la depreciación del euro frente a otras divisas y las tensiones en la cadena de suministro han provocado que en el ejercicio terminado el 31 de marzo de 2023 el grupo haya empeorado sustancialmente sus cifras respecto al anterior y presente un resultado negativo de 53 millones».

Pese a ello, Nueva Pescanova, que engordó su deuda neta de 452 a 454,4 millones de euros, prevé dejar atrás los números rojos mientras la canadiense Cooke negocia su compra. La firma gallega hace referencia en su memoria a una batería de medidas “tanto de mejora de costes como operacionales y financieras que se reflejan también en el presupuesto del ejercicio que terminará el 31 de marzo de 2024, en el que los resultados de explotación vuelven a ser positivos, al igual que ha ocurrido en años anteriores”.

Además, la pesquera gallega considera que «las medidas puestas en marcha durante el ejercicio actual, así como otros impactos previstos para el ejercicio 2023-2024, permitirán al grupo recuperar los niveles de ebitda similares a los del ejercicio anterior”. Nueva Pescanova se marca, de esta manera, el objetivo de elevar su ebitda (resultado bruto de explotación) de 21 a 80 millones de euros en medio de una estrategia de «agresividad promocional” para arañar más cuota de mercado.

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