Stellantis rompe con Rusia y alerta de otra crisis de suministros por la guerra

El grupo automovilístico dejará exportar vehículos al mercado ruso y desviará la producción de su fábrica de Kaluga a otros centros

Carlos Tavares, CEO de Stellantis

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Stellantis se suma al grupo de fabricantes automovilísticos que frenan su actividad en Rusia, bien por la falta de componentes para poder producir o como represalia a la invasión de Ucrania ordenada por Putin, o incluso por una cosa primero y la otra después.

El consejero delegado de la compañía con factoría en Vigo, Carlos Tavares, explicó que suspenderá la importación a Europa de vehículos procedentes del centro ruso de Kaluga. Allí se fabrican entre 10.000 y 12.000 vehículos anuales, por lo que el directivo considera que será sencillo desviarlos a otras factorías. La planta ensambla furgonetas tanto de las marcas de Stellantis como de Mitsubishi, el otro propietario de las instalaciones.

Al igual que anunciaron otros fabricantes como Volkswagen, la compañía también suspenderá las exportaciones a Rusia. Tavares recalcó que cumplirán totalmente las normas sobre sanciones.

Una nueva crisis de suministro

El primer ejecutivo del grupo advirtió, sin embargo, que a medida que se prolongue la guerra en Ucrania se elevará el riesgo de desabastecimiento de materias primas para la industria, en un momento en el que todavía no se ha solucionado la llamada crisis de los microchips, la falta de semiconductores.

«Si la guerra sigue, hay riesgo de que se extienda y eso implica un riesgo para el suministro de algunas materias primas», advirtió el directivo portugués, en una entrevista digital en el foro Mobility TV World.

Tavares apuntó específicamente al níquel, un metal clave en la fabricación de baterías, incluyendo las de los coches híbridos y eléctricos, pero también a otros materiales que no precisó.

En cuanto a los componentes, señaló que la empresa que dirige, que es el cuarto grupo automovilístico mundial con 14 marcas, no tiene apenas proveedores en el este de Europa, como sí ocurre, recordó, con los fabricantes alemanes.

Economía Digital Galicia

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