Un rival para Iberdrola: Bluefloat proyecta un megaparque de eólica marina de 80 turbinas en A Coruña

Bluefloat y Sener promueven un parque en las Rías Altas de 1.200 megavatios y molinos de 260 metros. La pretensión es que la evacuación eléctrica se acometa por la subestación de Sabón, en Arteixo

Parque eólico marino

Imagen de archivo del parque eólico marino situado en Viana do Castelo

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Nuevo macroproyecto de eólica marina en Galicia. La alianza entre Bluefloat Energy, compañía especializada en proyectos offshore y liderada por un ex de EDP, y Sener promueve un parque de 1.200 megavatios de potencia frente a la costa coruñesa. El proyecto, que ha comenzado su tramitación ambiental ante el Ministerio para la Transición Ecológica, prevé la instalación de 80 turbinas y dos subestaciones flotantes en un área de 268 kilómetros cuadrados en el entorno de las Rías Altas y a unos 30 kilómetros de la costa.

Se trata del segundo megaproyecto de eólica marina proyectado en las aguas gallegas del que se tiene noticia. El primero fue anunciado por Iberdrola, que pretende desarrollar dos parques eólicos, denominados San Brandán y San Cibrao, entre la costa de Ortegal y A Mariña lucense. Cada uno de 490 megavatios, repartidos en 70 turbinas a 13 kilómetros de tierra.

El parque Nordés

Adelantado por Economía Digital Galicia, el diciembre pasado se supo que Bluefloat y Sener tenían la intención de desarrollar un macroproyecto offshore en las costas gallegas a través de la sociedad Parque Eólico Marino Nordés SL. Ahora, no obstante, los datos sobre su ubicación y potencia salen a la luz a través del ministerio de Teresa Ribera. En todo caso, tanto el plan de Bluefloat como el de Iberdrola son, de momento, tan solo eso: proyectos. Y es que, a pesar de que el Gobierno destaca las oportunidades del sector en el reciente Perte de las energías renovables, para su desarrollo es preciso la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, los POEM, que definirán aquellas zonas en las que se pueden implantar instalaciones de este tipo.

La pretensión de las compañías impulsoras es que el parque eólico, que cubriría un espacio de unos 270 kilómetros cuadrados, se ubique dentro de la zona denominada como Nord2 en el borrador del POEM de la Demarcación Marina Noratlántica, aproximadamente entre Cabo Ortegal y Malpica. La zona ha sido seleccionada «por su excelente recurso eólico y su proximidad al nodo de conexión de Red Eléctrica de Sabón«.

La zona Nor2 es la escogida para el asentamiento del parque eólico (Documento Inicial del Parque Eólico Marino Nordés)

Aunque dentro de este espacio, el documento propone tres alternativas distintas de ubicación, para delimitar el área de posible localización hay que tener en cuenta que, en el ámbito marino, la zona de estudio del proyecto va desde el Cabo de San Adrián, en Malpica de Bergantiños, hasta Punta Candelaria, en Cedeira, incluyendo todo el Golfo Ártabro.

Un proyecto en dos fases

Según las previsiones de Bluefloat, de desarrollarse, su megaparque podría generar “una producción neta de energía de 4.800 gigavatios hora al año, algo que supondría “un 30% del consumo eléctrico actual de Galicia”. La idea es abordar la construcción de esta megaestructura en dos fases. Una inicial con 35 aerogeneradores y una potencia de 525 megavatios que, posteriormente, se completaría con otros 45 molinos de 675 MW.

Los molinos, de gran capacidad, tendrían cada uno sobre 15 MW de potencia y una altura total por encima de los 260 metros.

Treinta años de vida útil

El proyecto inicial presentado ante el ministerio destaca que se trata de “una oportunidad para explotar el elevado potencial eólico del entorno de las Rías Altas, que constituye una de las áreas con mayor potencia de la Península Ibérica”. “El emplazamiento del proyecto responde por tanto a la disponibilidad del recurso eólico en la costa gallega, considerando además múltiples criterios para valorar la viabilidad técnica, ambiental y económica del proyecto”, expone el documento, que no concreta la inversión prevista.

Los promotores del macroparque aseguran que el mismo podría generar unos 14.000 puestos de trabajo directos durante el periodo de construcción y desmantelamiento, de los que, “entre un 30% y un 40%” se crearían en Galicia. “Para la operación y mantenimiento se estiman unos 240 empleos al año”, indican Bluefloat y Sener, que extienden a unos 30 años la vida útil del parque.

El enganche de Sabón

Si bien el documento inicial baraja hasta tres alternativas distintas para el parque, dentro del área de las Rías Altas seleccionada, lo que parece definitivo es por dónde prevén sus promotores acometer su enganche a la red eléctrica: la subestación de Sabón, que cuenta con 220 KW.

El documento destaca que, según los últimos datos de Red Eléctrica relativos a la capacidad admisible para generación renovable en los nudos de la red de transporte y distribución de A Coruña, “la subestación de Sabón presenta un margen de capacidad de 375 MW, pendientes de concurso por resolución de la Secretaría de Estado para la Energía”. “Por tanto, la subestación de Sabón es el punto de conexión seleccionado para la evacuación eléctrica del Parque Eólico Marino Nordés, si bien en fases futuras se deberá trabajar conjuntamente con las administraciones para ver posibles soluciones para llegar a las potencias de evacuación necesarias para el desarrollo del parque eólico propuesto”, apunta.

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