Lémbrate, el ‘gimnasio’ para cerebros en A Coruña

La unidad de memoria ubicada en A Coruña se ha consolidado en sus casi diez años de existencia como un centro de referencia para la estimulación y la rehabilitación cognitiva

Tamara Botana, directora y fundadora de Unidade Lémbrate

Tamara Botana, directora y fundadora de Unidade Lémbrate

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Lémbrate se aproxima a su décimo aniversario consolidada como la primera y única unidad de memoria de toda la ciudad de A Coruña. El centro se ha convertido en una referencia en Galicia por sus servicios tanto de estimulación y rehabilitación cognitiva para personas con deterioro leve como de prevención para población más joven.

En una entrevista para Galicia en Primera Persona, Tamara Botana, directora y fundadora de Unidade Lémbrate, asegura que la idea de emprender con la puesta en marcha de este centro hace casi diez años surgió tras detectar una necesidad que hasta entonces no se satisfacía en el mercado. «En la ciudad había un montón de recursos como centros de día o residencias para personas que tienen deterioro moderado o severo, pero no había ningún recurso para personas tanto sanas que quieran mantener activas y prevenir el deterioro como para personas con deterioro leve», rememora Botana.

Por aquel entonces, la clínica estaba especializada en la prevención y la rehabilitación cognitiva, Sin embargo, desde entonces Lémbrate ha ido incorporando nuevos servicios y profesionales en sus 300 metros cuadrados de instalaciones en A Coruña. «Cuando abrimos en 2013 nos centrábamos en la estimulación cognitiva. Es nuestro servicio estrella, pero como es una clínica muy grande hemos incluido servicios como nutrición, fisioterapia o podología». El objetivo es «que la gente pueda resolver el mayor número de necesidades que tenga».

Así son las terapias de Lémbrate

Las terapias de Lémbrate se programan en sesiones de una hora en dos días alternos. «Además los usuarios se llevan ejercicios personalizados para hacer en casa», añade Botana, que subraya que en estas terapias se combina «el método oral, el escrito y a través de ordenador».

En el retrato robot del cliente de Lémbrate sobresalen cuatro perfiles. Por un lado están los pacientes con deterioro cognitivo leve. «Cuando está en esa fase inicial es cuando mediante este trabajo podemos frenar el avance del mismo», explica la directora y fundadora del centro. A este tipo de pacientes se suma el de opositores o abogados. Los primeros cultivan así la atención y la concentración a través de reglas mnemotécnicas. Los segundos, por su parte, desarrollan su habilidad comunicativa con la serie de ejercicios que se proponen en Lémbrate.

Además, la unidad de memoria coruñesa cuenta desde la pandemia con otro tipo de pacientes. Son aquellos aquejados de Covid persistente. «Una vez que dan negativo siguen teniendo alteraciones neurológicas como la niebla mental, les cuesta recordar o concentrarse», explica Botana.

A estas tres vertientes se suma la de la prevención. Esta gira en torno a «personas sanas a partir de 50 o 55 años«. Según Botana, al igual que la población incluye la estimulación física con actividades como salir a caminar, ir al gimnasio o practicar algún deporte, en este caso lo que se busca es la estimulación de las funciones cognitivas y evitar un futuro deterioro.

El objetivo es «mantenernos activos». «Un cerebro entrenado puede evitar un futuro deterioro», reitera Botana. «A una persona con reserva cognitiva fuerte le va a afectar menos una enfermedad neurodegenerativa», recalca la directora y fundadora de Unidade Lémbrate.

Economía Digital Galicia

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