El Bloque relega el procès

"A dos años vista de las elecciones en las que el BNG pretende conquistar el cielo del pazo do Hórreo, el rejuvenecido equipo de Ana Pontón quiere dejar en segundo plano la defensa del derecho a decidir"

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, en el arranque de la XVII Asemblea Nacional / BNG

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, en el arranque de la XVII Asemblea Nacional / BNG

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Punto y aparte. El Bloque Nacionalista Galego parece abrir nueva etapa con la asamblea que celebró hace unos días en A Coruña. Sin embargo, la propia líder de la formación, Ana Pontón, ha reiterado por activa y por pasiva estos días que no se ha producido ningún giro (hacia la moderación), que el Bloque está donde estuvo siempre.

Dice verdad Ana Pontón. La vigente “Carta de principios políticos, ideolóxicos e valores do BNG” establece en su tercer párrafo, textualmente, que “O BNG é una organización nacionalista porque defende a soberanía nacional e a liberdade da nación galega para se constituír nun Estado soberano, democrático, laico e republicano, a República da Galiza”. El Bloque mantiene, pues, su esencia como movemento socio-político de liberación nacional”.

«Los nacionalistas gallegos han venido apoyando a sus homólogos catalanes estos últimos años y han auspiciado gestos de protesta en algunas visitas del jefe del Estado a Galicia»

En coherencia con este ideario fundacional, los nacionalistas gallegos han venido apoyando a sus homólogos catalanes estos últimos años y han auspiciado (bien es cierto que con mucha timidez) gestos de protesta en algunas visitas del jefe del Estado a Galicia (“Galicia non ten rei”).

En la última celebración del Día da Patria (esto es, hace poco más de tres meses) el invitado estrella fue Oriol Junqueras, al que acompañaban representantes de otras formaciones como la CUP catalana o EH Bildu, vinculados con el BNG por objetivos como la autodeterminación, como recordó Pontón entonces.

Las esencias se mantienen, pues, pero el nacionalismo gallego parece que quiere pasar la página del procès al mismo tiempo que la tensión territorial se ha ido enfriando en Cataluña o, al menos, se está reconduciendo. Seguirá apoyando al independentismo catalán, pero sin que este asunto figure en la primera página de su prontuario.

A dos años vista de las elecciones en las que el BNG pretende conquistar el cielo del pazo do Hórreo (con apoyo del PSOE, se supone), el rejuvenecido equipo de Ana Pontón quiere dejar en segundo plano esa defensa del “derecho a decidir” (autodeterminación) que no sólo no le suma apoyos, sino que le complica mucho la vida para captar un electorado potencial poco receptivo a este tipo de planteamientos.

BNG y PSOE preparan sus maquinarias para intentar, de nuevo, batir al imperturbable Alberto Feijoo. Queda mucho tiempo (cronológico y político) para la cita electoral en las urnas. Han de pasar muchas cosas antes. Los nacionalistas juegan con la baza de no estar en el poder ni en Santiago ni en Madrid, pero en la pugna por el votante de izquierdas galleguista pero no soberanista quiere desprenderse de la “penalización” por su línea independentista. Por lo demás, un viejo dilema del BNG que le ha generado no pocos conflictos, como se sabe (recuerden el susto de la ”reflexión” de Pontón antes de la asamblea)

Ese es el matiz de la nueva etapa del BNG. Un comprensible cambio táctico para el pos-procès

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