Ranking de bulos sobre el coche eléctrico

El coche eléctrico no es perfecto, pero tampoco es un invento fallido ni un timo chino. Es una tecnología con ventajas y limitaciones. El truco está en saber cuándo y cómo encaja en tu vida

Galicia es la sexta comunidad con mayor número de matriculaciones de coches eléctricos e híbridos

Galicia es la sexta comunidad con mayor número de matriculaciones de coches eléctricos e híbridos. Pixabay

¡Ey Tecnófilos! ¿Qué está pasando por ahí? Vamos con un ranking de bulos y mitos sobre la movilidad eléctrica, en especial sobre el coche eléctrico, que siguen corriendo por redes y barras de bar como si fueran verdades reveladas. Agárrense, que vienen curvas:

Top 10 de bulos y mitos sobre el coche eléctrico

  • “La batería hay que cambiarla cada 3 o 4 años

Falso. Las baterías actuales tienen una vida útil de más de 300.000 kilómetros y degradaciones menores al 20% en 8 o 10 años. Muchas marcas dan garantía de 8 años o más. No estamos en 2012.

  • “Si le das un golpe por debajo, el coche es siniestro total”

Mitad verdad, mitad drama. Sí, los bajos están más expuestos, pero tienen protecciones estructurales y no es tan fácil cargarse la batería con un bordillo. Un cárter reventado o una EGR también te puede dejar tirado en un térmico.

  • “No se puede aparcar en parkings porque se incendian”

Bulo absoluto. No hay ninguna prohibición generalizada. De hecho, los estudios dicen que los eléctricos se incendian menos que los térmicos, y los parkings están adaptándose con protocolos.

  • “Cargar en casa es inviable, necesitas 10 kW contratados”

Falso. Con 3,6 kW puedes cargar perfectamente por la noche, en 6-8 horas. Y con sistemas de carga inteligente, se adapta al consumo del hogar. No hay que hacer saltar los plomos por cargar un coche.

  • “Contamina más fabricarlo que un coche de combustión”

Parcialmente falso. Sí, fabricar un eléctrico contamina más (sobre todo la batería), pero en cuanto circula y evita quemar litros de gasolina cada día, compensa esa huella en menos de 40.000 km. Y además se reciclan cada vez más las baterías.

  • “No hay infraestructura, no puedes cargarlo en ningún sitio”

Depende. En zonas rurales aún falta, sí. Pero en ciudades y entornos urbanos, hay cada vez más puntos públicos y el 80% de las cargas se hacen en casa o en el trabajo. Si tienes garaje, ya está resuelto.

  • “No se amortiza nunca, es más caro y punto”

Bulo interesado. El precio de compra puede ser más alto, pero el coste por km es mucho menor. Y si usas renting flexible, ni siquiera compras.

A medio plazo, con mucho uso diario, sí se amortiza.

  • “No sirven para viajar, tienes que planificar el viaje con mapa y brújula”

Exageración. Ya hay modelos con autonomías reales de 400-500 km, y la red de carga rápida crece a buen ritmo. Sí, hay que planificar algo más, pero viajar se puede y se hace cada vez más fácil.

  • “No hay suficientes materiales para tantos coches eléctricos”

Discurso desinformado. El litio, el cobalto y el níquel se están optimizando y reduciendo. Ya se están usando baterías de hierro-fosfato (LFP), sodio y otras alternativas. Y el reciclaje de materiales va a ser clave.

  • “Esto es una imposición ideológica, no tecnológica”

Tópico. La movilidad eléctrica es una herramienta, no una religión. Si lo usas con sentido, ahorras y contaminas menos. Si lo impones mal, genera rechazo. La clave es: ¿funciona para ti? Sí: úsalo. No: no lo uses.

Vamos a intentar aprender algo: el coche eléctrico no es perfecto, pero tampoco es un invento fallido ni un timo chino. Es una tecnología con ventajas y limitaciones. El truco está en saber cuándo y cómo encaja en tu vida.

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